La foja de servicio de Pecco Bagnaia no está impoluta, ni mucho menos. De hecho, sus propios errores fueron en un momento del Mundial 2023 el gran aliado de Jorge Martín en la pelea por el título de MotoGP. El italiano de Ducati bajó el margen de yerro de 2022 a 2023, pero en el sprint de Portugal, donde se disputa la segunda fecha del ejercicio 2024, el turinés volvió a fallar.
El bicampeón largó desde la segunda fila y en apenas un par de vueltas de las 12 pactadas para la carrera corta le alcanzaron para llegar a la punta. Y dominaba con comodidad. Pero a falta de cuatro giros para el final, llegó el fallo de Pecco. Fue en la dificilísima primera curva del circuito portugués, una verdadera tortura para el físico de los pilotos y los frenos de las motos. Se llega a 330 km/h y hay que realizar la variante a 125. Para poder meter la moto hay que frenar durante cuatro segundos y 243 metros. El error está al alcance de la mano en cada paso por esa curva. Y llegó.
Bagnaia perdió la cubierta trasera y dominó de milagro su Ducati para no terminar en el piso. Se pasó de largo y recorrió el asfalto externo de la pista. Y ahí apareció Viñales, ex-Yamaha, para llegar a la cima. De todas maneras, el ritmo de español con su Aprilia era bueno, pero no tenía chances de incomodar al italiano.
Para Viñales se trató del primer éxito con la marca de Noale, aunque se trató de un chico. Por eso, el catalán dejó en claro que su mente está puesta en la competencia principal de este domingo. “Tuvimos unas cuestiones en la puesta a punto en Qatar, que se solucionaron para esta carrera. Estoy concentrado para mañana (por el domingo), quiero ganar por primera vez con Aprilia”, sentenció.
Si bien el ganador fue Maverick, Marc Márquez acaparó casi tanta, o más, atención que el vencedor. Porque con su Ducati del equipo Gresini se metió en la pelea y avanzó desde el octavo lugar de partida (con fuerte caída incluida en clasificación) hasta el segundo, con una maniobra de superación genial sobre Jorge Martín en el giro final. El madrileño del Pramac, con una Ducati 24, dejó un pequeño hueco, chiquito, pero cuando el seis veces campeón de MotoGP huele sangre… Y ahí fue para asegurarse el segundo lugar.
“Honestamente, largar octavo es difícil y mañana (por la carrera principal) será aún más. Cometí un pequeño error en clasificación que debería haber evitado, levanté la moto muy rápido y me caí. Quería tener una buena largada, recalenté la cubierta delantera, así que tuve que esperar para volver a atacar”, confesó Marc, quien otra vez, después del largo calvario en sus últimos tiempos en Honda, volvió a aparecer en los primeros lugares.
Este domingo se disputará la competencia principal. El desgaste de las motos y las cubiertas será mucho mayor y esa frenada de la primera curva que se cobró a Pecco en el sprint seguramente se llevará a más de uno. Administrar, cuidar y atacar en el momento justo será la tarea de todos los que quieran luchar por el triunfo.