Ducati lleva dos años de dominio absoluto. En 2022 y 2023 casi nadie pudo ponerse enfrente y convertirse en una amenaza firme para la casa de Borgo Panigale. Hace dos años, Fabio Quartararo hizo lo que pudo con su Yamaha, pero no pudo con Pecco Bagnaia. Y el año pasado, el italiano repitió la corona tras una lucha fuerte con Jorge Martín, con otra Ducati del satélite Pramac. El resto, lejos. Algún amago de Aprilia, algo de KTM… Nada más, con las motos japonesas hundidas en el fondo de la parrilla. Pero llegó 2024 y parece que ahora sí surgió alguien que puede colocarse los guantes y plantarse: Aprilia, de la mano de Maverick Viñales.
El español, con pasado en Suzuki y Yamaha, largó desde la pole position y dominó de punta a punta con un ritmo aplastante. Tanto, que ni siquiera un pequeño desliz que tuvo y que lo hizo doblar muy abierto en la curva 12 puso en aprietos al catalán.
La marca con base en Noale ya se había mostrado fuerte en Portugal, durante la cita anterior. Batman se quedó con el sprint y en Portimao y tenía abrochado el segundo lugar en la competencia larga, hasta que una falla en la caja de cambios lo dejó sin nada en el arranque del giro final. Pero el llamado de atención ya estaba hecho: Aprilia está para pelear.
Viñales apabulló en el registro a una vuelta en clasificación y en el ritmo de competencia. Es cierto, aún queda el momento más importante y complejo: la competencia principal, con el consecuente desgaste de neumáticos y la estrategia de elección de compuestos que será esencial. Pero en Austin, Aprilia y Maverick demostraron su fuerza.
“Quiero felicitar a todo el equipo por este trabajo”, bramó Viñales desde el escenario en el que se realizó la ceremonia de entrega de medallones, ante la ovación del público.
Entre los representantes de Ducati, el mejor de todos fue Marc Márquez, con una Desmosedici de 2023. “Fue más duro de lo que esperaba. En la segunda vuelta iba fuerte, pero después tuve sensaciones que no fueron buenas. Pedro Acosta era muy rápido y traté de lograr más ventaja. Hay que mejorar para mañana en el primer sector”, dijo el expiloto de Honda, el más ganador en el trazado de Texas.
Jorge Martín tuvo un día de altibajos. El líder del Mundial había sido el más veloz de la práctica del viernes, pero se fue al piso dos veces en la clasificación y debió conformarse con el sexto cajón de partida. Ya en carrera, el madrileño del Pramac logró avanzar, pero no fue a paso firme como suele hacerlo. Escaló hasta el tercer puesto, todo un premio para lo duro que fue su sábado estadounidense. “Fue un día duro con dos caídas en clasificación. Fue un sprint difícil, tuve unos temas con la moto. Mañana a buscar más y tratar de hacer una mejor carrera”, analizó el subcampeón.
Peor les fue a las Ducati oficiales. Pecco Bagnaia largó muy mal y no tuvo ritmo en ningún momento. Apenas fue octavo y rescató dos puntitos en la pelea por el título. Enea Bastianini, con la otra moto roja, finalizó sexto. Mucho deberán trabajar en el team italiano para mejorar la cara en la carrera larga.