El colombiano sufrió dos caídas durante la primera práctica libre del GP de Países Bajos, octava fecha del Mundial. Collin Veijer fue el más veloz.
Corcoveando sobre su moto del equipo Aspar Team, a punto de salir eyectado. Así cerró David Alonso la primera práctica del GP de Países Bajos, octava fecha del Mundial de Moto3. Los integrantes de la escudería abrían los ojos a más no poder mientras miraban las imágenes de su piloto tratando de llegar al final de la vuelta. Esa imagen es el resumen cabal de una tanda muy compleja para el colombiano.
Cuando faltaban 25 minutos para el cierre de la tanda, Alonso viajaba en soledad por la catedral de Assen, cuando de repente se le cerró la rueda delantera de su moto y todo lo que siguió fue la visita al piso. El madrileño corrió directo a levantar su máquina y seguir.
Regresó a boxes, analizó algunos datos, habló con los integrantes del team y otra vez salió a pista en busca de la revancha. Pero… ¡Otra vez al piso! La segunda caída fue cuando faltaban siete minutos para la bandera de cuadros. La imagen se repitió, corrió a su moto, la levantó y siguió. Esta vez, sin pasar por boxes, terminó cerrando el giro final, sobre su encabritada máquina, para quedar noveno, a 645 milésimas del neerlandés Collin Veijer, el más veloz de la tanda.
Alonso llegó a Países Bajos en la cima del Mundial, con 37 puntos de ventaja sobre Daniel Holgado. Y el español no la pasó mejor en el primer día de Assen, porque también visitó el piso. Este sábado se disputará la segunda sesión y la clasificación.