El español ganó una carrera después de tres años en el Mundial, al vencer en el sprint de la 12ª fecha del Mundial. Si bien no va a cortar la sequía sin éxitos, nadie le quita la alegría.
Solo Marc Márquez sabe por todo lo que debió pasar para volver a estar en lo más alto de un podio en un Gran Premio de MotoGP. Su círculo más cercano, sin dudas, conoce la historia de primera mano, pero el piloto español es el que vivió en carne propio el tortuoso camino de las lesiones, las caídas, los golpes y los fantasmas que rondaban en su cabeza. El dato estadístico en su foja deportiva dirá que ganó el GP de Aragón, 12ª cita del ejercicio 2024 y que así logró su 60º éxito en la categoría reina y cortó con 1.043 días de sequía de triunfos. Pero la victoria de Marc tiene un significado mucho mayor.
El catalán, seis veces monarca de MotoGP, no logra firmar una temporada sin ausencias desde 2019, la que coincide con su última corona. A partir de 2020 comenzó el suplicio. Aquel tremendo accidente de Jerez de la Frontera, en la primera cita de la trastocada temporada que se inició en julio por la pandemia de Covid-19, le generó una fractura en el húmero derecho. Ya no volvería a participar de ninguna cita de 2020 para recuperarse de la lesión. Fueron cuatro operaciones hasta que finalmente pudo dejar atrás el maldito problema… ¡Pero ya era 2022! En el mientras tanto, Márquez tenía retornos parciales, con poca fuerza en su brazo derecho. Así y todo, en 2021 ganó tres carreras, con el GP de Emilia-Romagna como el último festejo.
Cuando todo parecía encaminarse, otra maldición cayó sobre él: diplopía. Se trata de una alteración visual por la que se tiene una percepción de dos imágenes de un objeto único. Y otra vez parar. Y a preparar la vuelta, una vez más. Todo parecía estar listo para poder hacer toda la temporada 2023. Era la primera, desde aquella de 2019, a la que llegaba entero en lo físico, listo para tratar de volver a ser el viejo Márquez. Pero el suplicio continuó al encontrarse con una Honda inmanejable.
Márquez sufrió un duro accidente en Portugal, carrera que abrió el ejercicio 2023, sufrió la fractura de la mano derecha y… ¡Tres carreras más afuera! El resto del año fue una tortura: golpes y golpes con una Honda impredecible. En cuanto el español la aceleraba un poquito más, intentaba acercarse algo a un límite, allá volaba. Golpes y más golpes. Marc no quería saber más nada a mediados del año pasado y pensó en el retiro.
“Me planteé retirarme, pero no puedes tomar una decisión en caliente. No me imaginaba una vida sin moto ni adrenalina. Todavía me queda cuerda. Cuando pasas una época mala, lo que buscas son cambios para encontrar esa confianza. Lo que pretendo es volver a crecer”, contó hace poco. Y ese cambio llegó de la mano del equipo Gresini y su cambio de marca para correr con Ducati.
En 2024, y después de mucho tiempo, volvió a verse en la cara de Márquez su clásica sonrisa. En cuanto tuvo una moto que le permitió volver a su estilo de manejo y, fundamentalmente, a la confianza de poder exigir a su máquina, mostró que el talento estaba intacto. Y Ducati lo vio, por eso apostaron por él para que sea el compañero de Pecco Bagnaia en la formación oficial de 2025. En el mientras tanto, se dio el gusto de volver a ganar al vencer en Aragón, donde dominó durante todo el fin de semana.
Márquez dominó de punta a punta con un ritmo descomunal para conseguir su primer triunfo en MotoGP con Ducati y la primera sin montar una Honda. Otro éxito para el español en un trazado antihorario, como tanto le gustan, con una diferencia que rozó los cuatro segundos. Marc volvió a ser Marc.
Atrás del catalán, se vivió el susto del día en el brutal accidente de Pecco Bagnaia yÁlex Márquez. El bicampeón luchaba por escalar al podio tras su mala largada (igual que en el sprint) que lo dejó séptimo. De mitad de carrera en adelante, el italiano encontró un gran ritmo y se fue para adelante. El menor de los Márquez se pasó en una curva, Pecco metió la moto por adentro y ganaba el lugar para ser tercero, pero en la siguiente variante las máquinas se engancharon y terminaron en una peligrosa rodada, porque la Ducati del equipo Gresini del español quedó arriba del turinés, quien rodó muchísimo.
La situación benefició mucho a Jorge Martín, quien fue segundo en la carrera y se fue cómo líder del Mundial y con una luz de 23 puntos sobre el italiano (299 a 276).