El colombiano rompió los relojes en la clasificación con un tiempo bestial, que lo dejó listo para largar desde el primer lugar en la 13ª fecha del Mundial, que lidera con comodidad.
Arrollador, bestial, impactante, alucinante, estratosférico… Cualquier adjetivo que sirva para detallar el trabajo de David Alonso en la clasificación del GP de San Marino no estará fuera de contexto. Lo del colombiano fue descomunal: rompió los relojes para quedarse con su sexta pole position en la categoría y picará en punta en la 13ª fecha del Mundial de Moto3.
La clasificación de Misano es el botón de muestra para la realidad que vive Moto3 por estos días. Alonso es el dominador absoluto y los números lo avalan: ganó siete de las 12 carreras disputadas y lidera la tabla con 75 puntos de ventaja sobre Collin Veijer. La diferencia equivale a tres carreras, cuando quedan ocho para cerrar el ejercicio. Sí, bestial. Pero lo de San Marino fue mayúsculo.
En su primera salida de la Q2, el piloto del Aspar Team había quedado segundo, tras un giro en el que no había podido hilvanar para cerrar el trabajo perfecto. Justamente Veijer, su escolta en el Mundial, lograba ponerse adelante, a falta de 30 segundos para el final de la tanda y justo antes de terminar en el piso. Era el momento del intento final para todos. Y los tiempos caían, apretados, muy apretados. Apenas un puñadito de milésimas separaban a los que luchaban por la pole. Y apareció Luca Lunetta para quedarse primero. Pero, un piloto venía bajando todo… Sí, Alonso. El colombiano cerró su giro, clavó 1m40s505 y dejó a todo Misano con la boca abierta.
Alonso le sacó 417 milésima a Lunetta, finalmente segundo, un abismo de diferencia. ¡Casi medio segundo! Para entender la distancia, de Lunetta a Ricardo Rossi, el 15º, hay 409 milésimas. Y el 16º, Matteo Bertelle, quedó a a 423 del segundo.
"Estoy contento con el resultado. He afrontado con calma la clasificaicón. Le dije a Mauri, mi técnico, que íbamos a hacer como si estuviéramos en el Aspar Circuit, rodando tranquilamente, tomando las decisiones con calma, como si no fuera un Gran Premio. Sé que en pista no podemos jugar mucho porque te sancionan, por lo que lo importante era cuándo salir. Esperamos bastante en el box para tener la pista lo más libre posible y tratar de evitar situaciones complicadas. He podido hacer tres vueltas limpias, sin tráfico. Hice el tiempo con el último juego de neumáticos. Sabía que solo necesitaba una vuelta para conseguirlo y por eso salí tan al final. Las condiciones eran más difíciles que por la mañana, pero he logrado un muy buen tiempo. Para mañana hay que elegir bien los neumáticos", analizó Alonso.
Este domingo, Alonso tendrá la parte más dura de la tarea: administrar los neumáticos y manejar el ritmo de carrera para buscar la victoria. Pero de eso sabe, y mucho. El colombiano ya sabe que su futuro en 2025 será en Moto2, también con el Aspar Team, pero antes querrá sellar el título de la categoría menor. Tal vez, si su recorrido continúa así y lograr abrochar la corona con fechas de antelación, el salto a la siguiente divisional pueda ser este mismo año.