La increíble caída que sufrió en 2023 fue clave para que se le escurriera la chance de ser campeón del Mundial. Este fin de semana vuelve con una buena ventaja sobre Pecco Bagnaia y con la lección aprendida.
La curva 11 del urbano de Mandalika generó una cicatriz en Jorge Martín que lo acompañará por el resto de su campaña deportiva. Fue allí, durante el GP de Indonesia de 2023, donde su chance concreta de lograr el título de MotoGP se desvaneció. El español lideraba con un ritmo apabullante, aplastaba a sus rivales. Con su Ducati del Pramac le había sacado casi tres segundos a Maverick Viñales a 15 giros del final. El triunfo estaba en el bolsillo, porque nadie podía con su ritmo. Martín llevaba 24 horas como líder del Mundial tras su triunfo en el sprint, desplazando a Pecco Bagnaia. Pero llegó la fatídica 11ª vuelta, donde todo se terminó: un error lo dejó tirado en el piso. La imagen siguiente fue el español, apoyado en un muro, mirando la nada, sin sacarse el casco. Sabía que el torneo estaba terminado, a pesar de que quedan cinco fechas.
“El sentirme tan superior en ese momento… El querer humillarlos fue lo que me hizo fallar. Y aprendí para el futuro que se puede ganar por dos décimas o un segundo y los puntos son los mismos”, dijo Martín ya terminado el torneo. ¿Habrá aprendido? El escenario para la edición 2024 del GP en el circuito callejero de la isla Lombok es similar: el madrileño lidera y después de este fin de semana (15ª fecha) quedarán cinco citas más.
Martín lidera con 24 puntos de ventaja sobre Bagnaia, quien viene de firmar un cero en la carrera larga del GP de Emilia-Romagna tras sufrir una caída. El bicampeón les echó la culpa a los neumáticos, pero desde Michelin (el proveedor) no encontraron ningún fallo en el compuesto. El español terminó segundo en Misano, tras perder el liderazgo en la vuelta final con el sobrepaso de Enea Bastianini que generó polémicas, pero el segundo lugar le alcanzó y le sobró para contar con ventaja en la lucha por el título.
Más allá del enojo residual por la maniobra de la Bestia, Martín llega a Indonesia para sacarse la espina de una carrera de la que, asegura, aprendió. En su último año con Ducati y en Pramac (el año que viene será piloto de Aprilia) está ante la chance de mostrar la madurez que le faltó el año pasado para pelear por el 1 con fuertes ambiciones hasta el final. Mandalika dará una muestra de su carácter.