El español finalizó segundo en el GP de Emilia-Romagna y aprovechó la caída del bicampeón para sacar más luz en el Mundial. Enea Bastianini fue el vencedor.
La cancelación de los Grandes Premios de Italia y Kazajistán obligó a Dorna, le empresa promotora del Mundial de motociclismo, a reacomodar su agenda. Tenían que sumar un evento de urgencia y la solución estuvo en realizar dos visitas consecutivas al trazado de Misano. La situación dejó a Jorge Martín ante dos competencias en fila como visitante, en la tierra de Pecco Bagnaia, su máximo rival en la contienda por el título. Y después de la complicada primera pasada, bajo el nombre de GP de San Marino, en la que el español apenas se llevó un punto en la carrera larga tras un error propio (paró a cambiar de moto muy rápido ante unas gotitas que nunca llegaron a lluvia), finalmente hizo un gran negocio en el GP de Emilia-Romagna, a pesar de su bronca del final y hasta del corte de manga con el que finalizó la carrera.
La tirria del piloto del equipo Pramac fue porque se le escurrió la victoria en la última vuelta, con una superación al límite de Enea Bastianini, el compañero de Pecco. La Bestia vio una puertita abierta y no dudó, metió su moto por adentro y si Martín no levantaba, ambos terminaban en el suelo. El español cruzó la mete haciendo gestos que denotaban su enojo y frustración, pero más frío sabe que hizo un negocio maravilloso. Porque Bagania terminó en el piso y firmó un cero que le va a doler en la recta final del Mundial.
Para Martín no pintaba bien el fin de semana para Martín después de que Pecco Bagnaia lograra la pole position. Para colmo, el español no pudo tampoco ganar en el sprint, justamente la competencia que le sirvió en la visita de dos semanas antes, gracias a su éxito, para sostener la cima de la tabla. El bicampeón fue el vencedor del sábado. Y el domingo arrancó torcido para las esperanzas del piloto del equipo Pramac. Si bien tomó la punta en el pique, el turinés se recuperó y quedó rápidamente como líder. Pero la Ducati oficial de Pecco comenzó a perder ritmo repentinamente y Martín llegó a la punta. Y el campeón también perdió con su compañero Enea Bastianini.
El resultado era soñado para Martín: dejaba Italia, antes de meterse en la gira de Asia y Oceanía, como líder del torneo. Había logrado contener a Pecco de visitante. Pero había un regalo más para el deseo del madrileño de lograr su primer título: ¡Bagnaia se fue al piso! A siete giros del final, la Ducati del italiano se cerró de adelante y terminó en el suelo. Después llegó la bronca por no ganar, pero más frío sabe que sacó 20 puntos más con respecto a Bagnaia, su gran rival y en casa ajena.
“Fue una linda carrera y dura. Traté de pasar a Pecco y estaba confiado con el ritmo. Pero se vino Enea y la maniobra fue un poco demasiada agresiva porque me sacó de la pista. Hice algunos gestos y lo lamento porque estaba enojado. Se merecía la victoria Enea”, dijo Martín más tranquilo. Claro, llegará a Indonesia, la próxima cita, con 24 puntos de luz sobre Bagnaia. Y ya no habrá más visitas a Italia.