El colombiano, campeón de Moto3, debutó en la categoría intermedia y quedó 21º en la práctica. El brasileño Diogo Moreira fue el más veloz.
Se sabía de antemano: el primer gran desafío de David Alonso en el salto a Moto2 sería tomarle la mano a su nueva máquina. Después de dominar a piacere el Mundial de Moto3 de 2024, con 14 triunfos en 20 Grandes Premios, enhebrando siete éxitos en las últimas siete fechas, rompiendo todos los récords, el cambio de categoría traería aparejado un trabajo durísimo. Básicamente, porque la Moto2 no se puede manejar de la misma manera que la Moto3. Así, el colombiano tiene que adaptar su estilo y acostumbrarse al nuevo vehículo. Con ese objetivo, y tras los tests, llegó al GP de Tailandia, primera cita del año, y fue 21º en la práctica.
La posición dejó al colombiano afuera del grupo que avanzó directo a Q2. Deberá pasar por el durísimo filtro de Q1, pero la diferencia fue mínima. Alonso quedó a 691 milésimas de Diogo Moreira, el más veloz de la tanda, y a tan solo 256 milésimas de Barry Baltus, quien fue 14º y el dueño del último boleto directo a Q2.
Como si el cambio de categoría no fuera suficiente, Alonso se insoló el jueves y eso le sumó una complicación extra: “Ayer (por el jueves) me quemé con el sol y hay que sumarle que las motos están a unos 100 grados, todo quema… es como estar en una sauna. Aun así, fue un día positivo y hemos podido dar vueltas de calidad. Este circuito con la Moto2 es muy divertido. Nuestro objetivo es reducir más la distancia con el primero y entender cada vez mejor el estilo de la categoría. Estamos construyendo y teniendo un ritmo cada vez mejor. Cada vez que salimos en pista entendemos más cómo sacarle provecho y seguiremos haciéndolo mañana”, dijo Alonso.
