El colombiano terminó la carrera en su debut en la segunda categoría del Mundial, con una moto completamente distinta a la que utilizaba en 2024.
Es cierto, David Alonso no está acostumbrado a girar lejos de la punta. Viene de una temporada 2024 de ensueño, con título en Moto3 y 14 triunfos en 20 Grandes Premios. Para el colombiano, navegar más allá del puesto 20 es un terreno casi desconocido, pero hay que tener en cuenta el contexto: el salto a Moto2 que dio en esta temporada es muy grande. La moto es completamente distinta y lo primero que debe hacer el campeón de la división menor es tutearse con su máquina. Al combo hay que agregarle un dato no menor: la inoportuna lesión que sufrió durante la pretemporada (se dislocó el hombro derecho) complicó los tests previos al Mundial. Por eso, llegó a Tailandia, primera cita del año, con el objetivo de completar la carrera para sumar kilómetros y lo consiguió.
Alonso largó desde el 25º cajón en su estreno en Moto2 y se mantuvo en el ritmo del grupo que tenía alrededor. Finalmente logró avanzar y finalizó 21º en la competencia ganada por Manuel González, quien firmó su segundo triunfo en la categoría y viene de ser tercero en el torneo pasado.
El colombiano perdió un poco de ritmo en el final de la carrera disputada en la tórrida Buriram (la competencia se disputó con 37 grados en el ambiente). La próxima cita será en la Argentina, la única cita sudamericana del Mundial, donde Alonso será más local por la cercanía con Colombia. Sin dudas, el piloto buscará una evolución en su manejo para comenzar a presentar pelea cada vez más adelante.
