El piloto de Ducati se quedó con el sprint del GP de España, quinta fecha del Mundial, en la misma pista en la que sufrió un accidente que le puso en jaque la carrera.
Cinco años debió esperar Marc Márquez para sacarse una espina que tenía clavada con el circuito de Jerez de la Frontera, esa que casi le cuesta la carrera. El festejo alocado del español, saltando mientras recibía el aliento de los miles y miles de hinchas que coreaban su apellido no fue por haber ganado el sprint del GP de España. Esos 12 puntos que sumó y que le sirvieron para estirar su ventaja al frente del Mundial es apenas un valor agregado para su enorme satisfacción de haber vuelto a cruzar la meta en esa pista en la que en 2020 sufrió el tremendo accidente que lo hizo tener que resetear su campaña deportiva.
La primera fecha de aquella temporada trastocada por la pandemia de Covid-19 se realizó en julio en Jerez de la Frontera. Con las tribunas vacías, Márquez comenzaba el camino que tenía como objetivo un nuevo título, con ya seis en su mochila. Pero de golpe, su Honda el hizo un feo, voló por el aire y el revolcón terminó con un golpe de su propia moto en el hombro derecho. La fractura de húmero fue la factura que se llevó. Y comenzó un interminable vía crucis.
Se perdió todo el Mundial 2020 y debió pasar cuatro veces por el quirófano. La última operación fue en junio de 2022. Cuando finalmente pudo volver 100% físicamente se encontró con una Honda absolutamente indomable, que cada vez que podía, lo escupía por el aire. Eran caídas y golpes constantes. Hasta una diplopía sufrió (visión doble). Jerez era el culpable de semejante calvario.
Cinco años después y sobre la invencible Ducati oficial, Márquez volvió a Jerez. Y esta vez fue el piloto el que dominó. Selló un triunfo inobjetable y abrumador (uno más en 2025) para estirar un poco más la ventaja en la cima de la tabla. “Estoy súper feliz, pero quiero controlar mis emociones porque la carrera importante es mañana”, dijo el hexacmapeón antes de recibir el medallón como ganador del sprint. El valor del éxito estaba más allá de la extensión de la carrera y de los puntos recibidos. Se sacó la espina con Jerez, ya está. Podrá respirar aliviado.
En cuanto a la carrera en sí, el sprint duró apenas una vuelta y fracción. Fabio Quartararo, con su mejorada Yamaha, había logrado la pole position y en la largada pudo contener a Marc. De hecho, perdió el lugar y lo recuperó. Pero en la segunda vuelta, el español aprovechó todo el poder del motor de su Desmosedici para superar al francés, quien llegó al frenaje de la sexta curva con la cubierta trasera flameando y terminó en el piso. Fue el punto final a la competencia. Desde ahí fue un paseo total de Márquez, quien ganó los cinco sprint que se disputaron en el año y cada vez que terminó la carrera, fue en el primer lugar. Solo falló en la competencia larga de Estados Unidos, cuando se fue al suelo y abandonó.
Álex Márquez fue segundo, como casi siempre. Fue la posición en la que terminó todas las competencias cortas (siempre como escolta de su hermano) y tres de las cuatro carreras largas (fue sexto en Qatar). Marc le sacó ya 20 puntos al menor. El podio del sprint lo completó Pecco Bagnaia, quien ve cómo siguen pasando las carreras y no puede acortar la brecha con su compañero de equipo.