El español aplastó en Sachsenring, logró su cuarto triunfo en fila en carreras largas y sacó 83 puntos de ventaja en la cima del Mundial. Álex Márquez y Pecco Bagnaia completaron el podio.
Por estos días, la cuestión en MotoGP pasa por saber con cuántas carreras de anticipación firmará Marc Márquez su séptimo título en la clase mayor del Mundial de motociclismo. Sin dudas, el catalán tratará de anular toda mufa posible, pero en los números y en la realidad del campeonato, mucho (muchísimo) debería cambiar la tendencia para que el camino virara de una manera tan brusca como para modificar el rumbo. Pasado el GP de Alemania, el ecuador del ejercicio 2025, el piloto de Ducati lidera con 83 puntos de ventaja sobre su hermano Álex y 147 contra el tercero, su compañero en el team de fábrica de la casa de Borgo Panigale.
Lo de Marc en Alemania fue absolutamente aplastante. ¿Se esperaba? Sí, claro. En Sachsenring, el catalán ya contaba con 11 victorias (ocho en la cilindrada mayor). Es su pista fetiche, con giro antihorario y mayoría de curvas hacia la izquierda, el menú que más le gusta a Márquez. Si a eso se le suma que corre con la mejor moto de la categoría… Y sí, apabulló. Se quedó con todo: pole, sprint y carrera larga.
Fue tal su dominio, que la competencia terminó siendo soporífera. Llegó a sacarle 7s5 de ventaja al segundo y solo porque cruzó la línea bailando sobre su Desmosedici el gap se achicó un poco. Pero lo de Márquez fue apabullante, no dejó resquicio de nada para nadie. Números: fue su 200º GP en MotoGP, su 69º triunfo, el 120º podio y el noveno festejo en tierras sajonas. Este año acumula diez éxitos en 11 sprint y siete victorias en 11 carreras largas. Los 83 puntos que le sacó a su hermano significan una diferencia de ¡dos fines de semana completos! Cada fecha otorga 37 unidades como máximo (25 por la competencia larga y 12 por la corta). Es decir, con 11 fechas por disputarse, Marc podría tomarse dos de vacaciones con su novia y seguiría como líder…
“Por supuesto que Sachsenring es un lugar muy especial para mí. Mi confianza estaba alta por las tres victorias consecutivas, pero ahora puedo decir que se terminó la primera mitad de la temporada y debemos estar muy concentrados para la segunda”, dijo Márquez antes de subir al podio a buscar su premio.
¿Y el resto? Alemania entregó el clasificador final con la menor cantidad de pilotos llegando a la bandera de cuadros en 14 años: apenas diez. La cifra igualó al GP de Australia de 2011, ganado por Casey Stoner. En los nueve que siguieron de lejos a Marc se destacó Álex Márquez. No por ser segundo, algo a lo que está acostumbrado este año, sino por haber superado la barrera física con la que llegó a Sajonia. El menor de los hermanos sufrió la fractura del dedo índice de la mano izquierda en Assen, pasó por el quirófano y llegó justo a Alemania. Después del primer entrenamiento libre debió pasar por la revisión del doctor Ángel Charte (el médico de MotoGP) para recibir la autorización y poder continuar el fin de semana. Por eso, el segundo puesto tiene mucho valor para el español.
Álex llegó a la posición de escolta gracias a ayudas ajenas. Es que detrás de Marc, en el mundo más real, la competencia se convirtió en una carrera de supervivencia. La primera curva fue una trampa complicada para muchos y allí quedaron las ilusiones de Fabio Di Giannantonio, quien marchaba segundo. Y también las de Marco Bezzecchi, quien había heredado la posición tras la caída de Diggia. Álex se mantuvo con las ruedas en el asfalto y fue segundo. Y Pecco Bagnaia fue otro que por el solo hecho de mantenerse en pista llegó al último escalón del podio, porque sus tiempos estuvieron lejos de ser competitivos con la otra Ducati oficial.
Pasó Alemania y Marc sigue su rumbo hacia una nueva corona. El próximo fin de semana, la categoría disputará el GP de Chequia en Brno, justo antes del parón por las vacaciones de verano en el hemisferio norte. Alli, el líder del Mundial ganó tres de las siete veces que corrió con MotoGP y solo una vez no llegó al podio (2014). Que el resto se prepare.
