El menor de los hermanos se quedó con la 15ª fecha del Mundial, un día después de perder el sprint por una caída. Enea Bastianini completó el podio.

La familia Márquez tiene muchos motivos para celebrar después del paso de MotoGP por Cataluña. La casa de los padres de Álex y Marc en Cervera, a tan solo 100 kilómetros del trazado de Montmeló, habrá festejo en la tarde de la jornada de domingo después del 1-2 que los hijos lograron en la 15ª fecha del Mundial. Y cada uno de los corredores se fue con un motivo enorme para el brindis.

Primero, el primero: Álex. El dos veces campeón del mundo fue el gran dominador del fin de semana catalán, en una pista que no le cae bien a Marc. El corredor del equipo Gresini había mostrado ritmo de carrera y velocidad a una vuelta como para hacer cartón lleno en sprint y carrera larga. Y estaba en eso, pero… ¡Se fue al piso el sábado cuando quedaban cuatro vueltas para el final de la carrera que dominaba! Y Marc, silbando bajito, heredó el éxito.

Álex se fue masticando bronca. Hasta Marc se sintió mal por su hermano, por ese triunfo merecido que se le escapó. Lo bueno de que MotoGP tenga sprint es que 24 horas después todos se pueden tomar revancha. Y el menor, con la Ducati del Gresini, lo hizo. No fue sencillo, porque Marc picó genial y se fue en punta. Pero Álex se recuperó y volvió a liderar. Una vez en punta, dominó por el resto de la carrera. ¿Marc evitó atacarlo para dejar ganar al hermano? Tal vez en la charla de Cervera, en pleno festejo, sea un tema al pasar. Pero nada le quitará el valor a su gran éxito, el segundo que firma en la máxima categoría y que lo pone cada vez más cerca del subcampeonato.

Álex y Marc desataron un loco festejo. El vencedor se tomó un instante de más: durante la vuelta de honor llegó la décima curva, el lugar de la caída del sábado, y se revolcó en la leca. Y de ahí, directo a bailar con su hermano en las defensas de aire.

Tan feliz como Álex se fue Marc y no es para menos. Porque ganó su hermano y porque su séptimo título en MotoGP está a la vuelta de la esquina. No será el próximo fin de semana en el GP de San Marino porque no le dan los números. Seguramente sea en Japón, en el último fin de semana de septiembre. Es cierto, se cortó su seguidilla de éxitos: llevaba siete en fila en carreras largas. Pero para Marc, perder la racha con su hermano se festeja.

El piloto de Ducati de fábrica le lleva 182 puntos a su hermano menor, con 259 en disputa. Álex está en una temporada de ensueño, con una moto de la casa de Borgo Panigale del año pasado y bajo el techo en un equipo privado. Pero le tocó bailar con Marc, quien volvió a ser el de antes de aquella lesión de Jerez 2020. Los Márquez mandan en el mundo del MotoGP. En Cataluña, Enea Bastianini fue el mejor del resto. Pero la fiesta, solo tiene un apellido.