NUEVA YORK -- La despedida de Derek Jeter de Yankee Stadium tuvo un fin de cuento de hadas.
No importó que los Yankees de Nuev York estuvieran eliminados o que fuese un resultado que no importase nada, Jeter se despediría del Bronx por todo lo alto, conectando el hit ganador en la baja del noveno inning para dejar en el terreno a los Orioles de Baltimore.
"Si el partido hubiese terminado como terminó, estaría llorando en este momento, pero estoy emocionado ahora. Y es un poco extraño", agregó. "Este año, ha sido especial y a veces ha sido difícil. He sentido casi como si estuviera yendo a mi propio funeral, viendo resúmenes de mi carrera y tanta gente enviando tantos mensajes y buenos deseos, como si estuviera a punto de morir. Lo he apreciado todo, pero internamente siento como si parte de mí hubiera muerto, y en cierto sentido es cierto, porque lo relacionado con el béisbol ha terminado".
El final perfecto de Jeter también incluyó la despedida de la posición que ha jugado la gran mayoría de sus 2,745 partidos en sus 20 años de carrera. Los más de 48,000 fans que se dieron cita en Yankee Stadium la noche del jueves fueron testigos del último partido del número 2 como torpedero.
"Hoy jugué mi último partido en el campocorto", anunció el Capitán tras dirigirse hacia su posición en el lado izquierdo del diamante y arrodillarse y hacer una pequeña oración.
"Quería llevarme algo especial de Yankee Stadium y la vista desde el campocorto aquí esta noche es lo que siempre quiero recordar. Por respeto a los Medias Rojas, a sus fans y a la rivalidad voy a jugar como bateador designado, y espero que la gente pueda respetar mi decisión", admitió. "Sólo he sido torpedero toda mi carrera y la última vez que quería jugar era esta noche".
Jeter, quien ha bromeado a través de su carrera sobre su falta de emoción ante los medios, dijo que no tiene ni idea de cómo pudo jugar el partido por lo nervioso que se sintió al salir al campo por primera vez y escuchar los ensordecedores cánticos de los aficionados coreando su nombre.
"No puedo imaginarme otro trabajo donde 50,000 mil fans corean tu nombre. De veras que ni sé cómo pude jugar", señaló con inusual candidez.
"Traté de estar sereno antes del juego, pero ha sido cada vez más difícil a medida que llegamos al día de hoy. Varias veces me eché a llorar. En toda la primera entrada, sólo estaba pensando, ojalá que no bateen hacia donde mí. Ni sé cuándo en mi carrera me había dicho eso, realmente pensé que iba a perder la compostura".
"Me estaba diciendo a mí mismo, 'Joe [Girardi], sácame de aquí antes de que haga algo que nos cueste el juego'. Así que supongo es cómico cómo cambiaron las cosas", continuó.
"He logrado controlar mis emociones a través del curso de mi carrera, las tengo, pero trato de ocultarlas y me engaño a mí mismo, pero hoy no fui capaz de hacerlo. Y ha sido cada vez más difícil hacerlo ya que el final se acerca".
Así fue como el último miembro activo del "Core Four" jugó su último partido con el uniforme a rayas en Yankee Stadium, el cierre de una legendaria época que es muy poco probable que se vuelva a repetir en las Grandes Ligas.
El único jugador restante del legendario cuarteto que ganó cinco anillos de Serie Mundial fue recibido junto al dugout precisamente por Jorge Posada, Andy Pettitte y Mariano Rivera, quienes fueron acompañados por el ex dirigente Joe Torre, Tino Martínez y Bernie Williams. Jeter admitió que no se percató de su presencia hasta después de su extenso saludo a los fans y abrazar a cada compañero de equipo.
"Éste fue el único partido que he jugado aquí en que no estábamos en la lucha por clasificar a playoffs. Anoche fue muy difícil y todos debemos estar decepcionados, pero hoy estuve reflexionando más sobre toda mi carrera", añadió.
"Lo único que siempre me importó fue ganar y este año he apreciado mucho la atención, y aunque en momentos fue incómodo, no cambiaría absolutamente nada. No estoy dejando de jugar por pensar que no puedo, sí puedo, sino porque ya no quiero jugar más".
Al anunciar su retiro en febrero previo al inicio de los entrenamientos primaverales, Jeter dijo que había vivido muchos grandes momentos que definieron su carrera, ganar una Serie Mundial como novato, ser nombrado capitán y cerrar el viejo Yankee Stadium e inaugurar el nuevo, y no cabe duda que éste se unirá a ese excepcional listado en su libro de recuerdos.
"Nunca jamás hubiese creído que mi carrera terminaría así", concluyó el Capitán. "Todo el mundo sueña con conectar un jonrón en la Serie Mundial o un hit para ganar el partido. Hoy me hubiese conformado con ese hit con el bate roto en la séptima entrada como el fin de mi carrera, pero jamás me hubiese imaginado algo así".
Y es que un final así, como dijo el dirigente Joe Girardi al concluir el partido, ni siquiera se puede soñar.