Siempre que se acerca la fecha límite de cambios, cabe frenar por un segundo y recordar aquel viejo adagio que pide no intentar arreglar lo que no está roto.
Parece que a John Mozeliak olvidó ese sabio consejo y sus decisiones de los últimos días parecen manotazos de ahogado.
Si su decisión de desprenderse de un buen prospecto (James Ramsey) por dos meses de Justin Masterson ya olía a desesperación, lo realizado el jueves parece la obra de un hombre que tiró por la borda la planeación a futuro a cambio de aferrarse a una temporada que parece estar encaprichada en su contra.
Como ya se sabe, el jueves los Cardenales de San Luis enviaron a los Medias Rojas de Boston a Joe Kelly y Allen Craig a cambio de John Lackey, desprendiéndose así de dos piezas muy valoradas en el clubhouse y uno de los pilares de la Serie Mundial 2011.
Los motivos son obvios: Michael Wacha continúa lesionado y nadie sabe con seguridad cuándo podrá regresar a la rotación. El mexicano Jaime García se perderá el resto de la temporada, mientras que los jóvenes Tyler Lyons, Marco González e incluso el bombardero Shelby Miller no respondieron como se esperaba.
El dominicano Carlos Martínez ha mostrado flashes de un pitcher dominante pero su efectividad de 4.74 demuestra que todavía le falta consistencia para poder depender de él en la postemporada.
Los Cardenales están al tanto de esto, y por eso salieron al mercado a buscarle compañía a un magnífico Adam Wainwright y un muy sólido Lance Lynn. Y si hablamos de compañía, la encontraron.
Masterson y Lackey tienen experiencia, particularmente el segundo, que tiene anillos de 2002 y 2013. El ex jugador de los Medias Rojas llega en medio de una muy buena temporada (11-7, 3.60 ERA) y podría ser un buen mentor para los jóvenes brazos de cara a 2015, ya que los Cardenales cuentan con una opción extremadamente barata para retener sus servicios. Fox Sports reportó que Lackey planea honrar esa cláusula.
Masterson, por su parte, fue escogido al Juego de Estrellas en 2013, y a pesar de acumular efectividad de 5.51 en 2014 (y de estar hasta el sábado en la lista de lesionados), Mike Matheny aseguró que ningún lanzador deja de ser tan bueno en tan poco tiempo. El derecho tuvo un WAR de 3.4 la temporada pasada e incluso lanzó 2.0 innings en blanco ante los Rays de Tampa Bay, en la derrota por 4-0 en el juego que definió el comodín de la Liga Americana.
Estas son dos soluciones, temporarias, pero que en realidad no garantizan un salto de calidad. Los Cardenales no tendrán a Yadier Molina por el resto de la temporada regular, y su producción (numérica y psicológica) es prácticamente irremplazable, sin importar cuántos A.J. Pierzynski contraten. Esto creará un vacío en el liderazgo, ya que ahí es donde Craig también hacía su aporte.
El inicialista le cedió la primera almohadilla al joven Matt Adams y se mudó al jardín derecho, pasando a ocupar el puesto que dejó vacante Carlos Beltrán cuando este se marchó a los Yankees de Nueva York. Craig bateaba solo .237 esta temporada con 7 jonrones y 44 carreras impulsadas, pero cuenta con un contrato muy accesible desde lo económico y estaba bajo el control del equipo hasta al menos el 2018.
De esa forma Mozeliak solucionó el exceso de talento que tenía en el jardín, pero es difícil no pensar que podría haberlo hecho de una forma más productiva. Ahora Óscar Taveras será un jugador de todos los días sin obstáculos, compartiendo la pradera con Matt Holliday y, dependiendo del serpentinero rival, Peter Bourjos o Jon Jay. En las menores esperan Randal Grichuk y el talentoso Stephen Piscotty, pero extrañarán la versatilidad de Craig.
Adams, el ahora amo absoluto de la inicial, se perdió 15 juegos por una lesión en la pantorrilla en junio y ya no tiene un reemplazante natural en la nómina de 25. Su producción ha sido muy buena ya que batea .315 con 12 vuelacercas y 42 impulsadas, y los Cardenales deberán rezar que no le suceda nada a largo plazo.
Sin embargo y de repente, ese equipo joven que perdió la Serie Mundial en seis juegos hace 10 meses, ya luce bastante diferente. A las salidas de Beltrán, Edward Mujica y David Freese ahora habrá que sumarles las de Kelly y Craig.
Mucho se habla de la importancia de la química, particularmente en un clubhouse que debe convivir todos los días durante casi siete meses. Mozeliak sacrificó una buena parte de eso a cambio de dos lanzadores que tampoco le ofrecen un salto de calidad pronunciado.
Los Cardenales no habrán hecho locuras (como canjear a Taveras, Miller o Martínez) pero cuesta ver cómo estos cambios los ayudarán a lograr sus objetivos.