PITTSFORD -- Si hubieran preguntado por Donald Trump o Jon Bon Jovi en el campamento de entrenamiento de los Buffalo Bills el año pasado, hubieran recibido algunas miradas raras.
Este verano, ambos son parte de la conversación que gira en torno a un equipo que arremete a la carga a toda velocidad por un boleto a playoffs que se le ha negado por 14 postemporadas.
Mientras su venta pendiente y la incertidumbre sobre el nuevo propietario nublan al campamento en St. John Fisher College, los Bills intentan empujar hacia adelante en su esfuerzo de reconstrucción. Otra marca de 6-10, como la que consiguieron el entrenador en jefe Doug Marrone y el mariscal de campo novato E.J. Manuel la temporada pasada, no será aceptada.
"No hemos estado en los playoffs en mucho tiempo, y le debemos a los fanáticos, a nuestro propietario miembro del Salón de la Fama [Ralph Wilson], y a todos en este negocio mostrar que ya no somos los mismos Bills", dijo el gerente general Doug Whaley el mes pasado. "Queremos ser un equipo de playoffs. Estamos planeando ser un equipo de playoffs, y esa es nuestra meta".
Whaley y el ejecutivo en jefe de la franquicia, Russ Brandon, no cabían de la emoción después de que ejecutaron un canje de draft por Sammy Watkins, el mejor receptor abierto colegial del año pasado. A Después de dos semanas de campamento, Watkins ha lucido como se esperaba.
Esa es una buena noticia para Manuel, un ex recluta de primera vuelta cuya actuación irregular de la temporada pasada no inspiró mucha confianza. Esta temporada, podría beneficiarse del inmenso talento de Watkins.
"[Manuel] no tiene por qué sentir el peso del mundo sobre sus hombros ni que debe salir a ganar", dijo Whaley. "Lo hemos rodeado de algunas personas aquí, donde si cumple su trabajo, debemos estar bien".
TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO
1. Otro año de experiencia para Manuel. Ese es el lema que hemos escuchado de los directivos de los Bills desde el inicio de la temporada baja. La expectativa es que Manuel, habiendo experimentado los rigores de la experiencia del mariscal de campo novato, estará más cómodo en su segunda campaña. Whaley a menudo señala que el draft del 2012 modificó el modo en que son evaluados los pasadores, dado que los mejores mariscales de campo de ese año experimentaron éxito inmediato. Insiste en que Manuel va en el camino correcto. Con un receso de temporada completo para trabajar con el coordinador ofensivo Nate Hackett, cualquier cosa excepto una mejoría para Manuel sería una decepción.
2. Al sumar a Watkins en un canje de día de draft de mucho ruido, los Bills dieron a Manuel su mejor oportunidad para tener éxito en la NFL. Watkins será la red de seguridad para Manuel, atrapando cualquier cosa en su proximidad y manteniendo honestas a las defensivas en el juego aéreo largo. El mejor escenario posible es que la producción de Watkins como novato esté a la par con la de algunos de sus contrapartes de los últimos años: A.J. Green y Julio Jones. Eso sería un gran impulso para una ofensiva de los Bills que ranqueó N° 30 en touchdowns por aire la temporada pasada. Pero no es única adición; los Bills también canjearon para obtener a Mike Williams y sumaron a los corredores Bryce Brown y Anthony Dixon, inyectando mástalento alrededor de Manuel.
3. Los Bills poseen la mejor línea defensiva de la NFL, con tres jugadores --Mario Williams, Kyle Williams y Marcell Dareus-- que fueron elegidos al Pro Bowl la temporada pasada. Se trata de una unidad feroz y atlética que ha dejado su marca durante todo el campamento gracias a la presión sobre los pasadores. Será difícil igualar la marca de franquicia de 57 capturas que impusieron los Bills la campaña pasada, pero esta línea todavía conserva el potencial de ocasionar jaquecas fuertes a los oponentes. El ala defensiva Jerry Hughes, viniendo de una campaña de capturas en doble dígitos, ha lucido sólido en el verano y no debe ser olvidado.
TRES MOTIVOS PARA SENTIR PESIMISMO
1. La pérdida de Kiko Alonso por una lesión de rodilla es devastador. Los Bills no cuentan con un jugador que pueda igualar su producción: participar en todas las jugadas defensivas y finalizar tercero en la NFL con 159 tacleadas. Tendrán que hacerlo con una combinación que incluya a Nigel Bradham, quien está suspendido para la apertura de la campaña, y Preston Brown, un novato. Será el punto más débil en la defensiva de los Bills, junto a la posición de profundo, donde la salida de Jairus Byrd a través de la agencia libre no puede ser minimizada. Su regreso de una lesión de pie en octubre pasado estabilizó a una defensiva de altibajos, y los Bills no hicieron nada para reemplazarlo en el actual receso de temporada.
2. Parte podría ser la inexperiencia de los mariscales de campo, pero los Bills permitieron 48 capturas la temporada pasada, el cuarto peor total de la liga. Sumaron al guardia izquierdo agente libre Chris Williams, pero no tiene un historial estelar como titular. Como tackle izquierdo, Cordy Glenn jugó bien la campaña pasada, pero su status está nublado. Sigue listado con una enfermedad no relacionada al fútbol americano. El lado derecho de la línea ofensiva fue flojo el año pasado, pero los Bills podrían no ser capaces de encontrar mejores opciones que el guardia Kraig Urbik o el tackle Erik Pears. Sin importar las armas que rodeen a Manuel, un pobre desempeño de la línea ofensiva acabará con la ofensiva de los Bills.
3. Empezamos con nuestros motivos para sentir optimismo respecto a Manuel, así que solamente es apropiado que culminemos con nuestros motivos para sentir pesimismo con él. Manuel es el eje para el éxito de los Bills bajo Marrone y Whaley. Algunos mariscales de campo crecen y se convierten en piezas importantes para equipos de playoffs. Hubo ocasiones el año pasado en que Manuel lució más como Mark Sanchez o Blaine Gabbert, que Russell Wilson o Ben Roethlisberger. Pese a la llegada de Watkins y la calidad de las otras armas ofensivas de los Bills, ¿tiene lo necesario Manuel para realizar los pases ganadores? No hay veredicto todavía para esa pregunta.