<
>

Bielsa, abatido tras la derrota

BUENOS AIRES -- Olympique de Marsella perdió el clásico (2-0) frente a Paris Saint Germain y sus perseguidores le han recortado la distancia de puntos que le permitía sostener con comodidad su l¡derazgo en la Ligue1. OM ha caído frente a los dos grandes contra los que se ha enfrentado, Olympique Lyonnais y PSG, con lo que, si bien mantiene el crédito por todo lo que ha mostrado en lo que va de campeonato, queda en entredicho la capacidad para imponer su modelo contra los rivales directos en la lucha por el título.

Marcelo Bielsa vivió intensamente el desarrollo del partido, pero su lenguaje gestual en la comparecencia posterior al encuentro ante la prensa era el de un hombre abatido. Se presentó con un rictus casi avergonzado por tener que explicar la derrota desde su propio subsuelo emocional.

No había razones para que el exseleccionador de Argentina y Chile se mostrara tan acongojado. Por el simple hecho de que el Olympique de Marsella protagonizó en líneas generales un buen partido, con un primer tiempo muy interesante y una segunda parte en la que acabó por desintegrarse en los últimos 15 minutos a causa de la expulsión de Imbulá.

Al conjunto de Bielsa sólo le faltó puntería. Remató casi la misma cantidad de veces que el cuadro dirigido por Laurent Blanc (13-12) pero ubicó apenas 3 disparos entre los tres palos del arquero Sirigu, contra 7 del rival. El habitual despliegue del equipo marsellés hizo que acumulara una posesión más alta que la del PSG (porcentaje de 48-52), pero claro, para una persona con el grado de autoexigencia y pasión del entrenador argentino, todo esfuerzo resulta insuficiente ante la frustración. Así las cosas, el semblante cabizbajo a la hora de la autocrítica era la viva imagen del dolor.

"El resultado parece justificado para mí. De haber habido una diferencia en el primer tiempo, tendría que haber sido a nuestro favor. En la segunda parte hemos perdido gradualmente consistencia y la capacidad de hacer daño al rival. A mi juicio el partido contra el Lyon fue mejor para nosotros que éste. Ahora hay seis partidos antes del final de la primera mitad de la temporada y tenemos que crear nuevos resultados positivos para justificar nuestra posición. La distancia se ha reducido y esto es lo que tenemos que revertir", explicó Bielsa. "Perder el clásico me duele. No haber podido mantener la ventaja que era nuestra es muy incómodo", agregó.

OM es líder aún en la Ligue1 con 28 puntos. Le siguen PSG con 27, Olympique Lyonnais con 26, Girondins de Bordeaux con 24, Nantes con 23 y Saint-Étienne con 22. Para el Marsella no es momento de dudar o darle excesivas vueltas a las cosas, sino de mirar al futuro y recobrar fuerzas para mantener su lugar de privilegio.

Desde el 26 de octubre -en sólo 15 días- Olympique de Marsella ha perdido tres de sus últimos cuatro partidos en la temporada. Sólo venció al Racing Lens, mientras que quedó fuera de la Copa de la Liga frente al Rennes y sucumbió frente a sus dos rivales directos en la lucha por el título. Nadie cuestiona el 4-2-3-1 del técnico, ni la manera en que Bielsa ha reformateado el estilo de juego del equipo. Pero tanto el entrenador como sus jugadores son conscientes de que al equipo no le sobra nada y por esa precisa razón todos necesitan aumentar exponencialmente el porcentaje de acierto para mantener vivas sus aspiraciones al título.

Sus dos próximos rivales son Girondins de Bordeaux y Nantes, equipos que completan el quinteto de candidatos. Ambos partidos (23 y 28 de noviembre), OM los disputará como local. Los días que restan de este mes serán claves para diagnosticar el futuro.