Jaime Munguía enfrenta la pelea más vista y lucrativa de su carrera, una batalla a la que llega con más de una década de buscar oportunidades y la expectativa de sorprender al mundo.
Cuando Saúl Álvarez y Jaime Munguía suban al ring la noche del 4 de mayo se acabarán siete años de que el Canelo no enfrenta a un boxeador mexicano. En aquel mayo de 2017, Saúl venció por decisión unánime a Julio César Chávez Jr, también en la T-Mobile Arena de Las Vegas. Ahora enfrenta a un tijuanense que se ha ganado a pulso pelear contra el rostro económico del boxeo.
Entrenado por Fredie Roach, el mentor de Manny Pacquiao y Miguel Cotto, Munguía llega a la pelea de su vida por los reflectores que implica ser rival de Canelo, y también por las ganancias económicas que obtendrá porque, a pesar de su poder de noqueador, Jaime no ha logrado cobrar más allá de dos millones de dólares como pago garantizado. Pelear contra Canelo es jugar en otra división económica.
Es cierto, el público y los analistas del boxeo han pedido la pelea entre Canelo y David Benavidez, pero como eso no es viable en el mundo de Saúl Álvarez, Munguía salta como una opción de extremo respeto. Jaime es un boxeador digno que llega con récord de 43 victorias en 43 peleas, incluidos 34 nocauts. Prácticamente noquea a ocho de cada 10 rivales.
Y lo que sirve como carta de presentación es que Munguía le ganó a John Ryder por nocaut. Canelo, con todo y su fama, no pudo terminarlo así. Jaime es un peleador grande para Super Mediano, está en plena madurez a sus 27 años y mide 1.83 metros. El día de la pelea se va a notar su físico, sin olvidar la buena pegada que posee. Avisado está el Canelo.
De la misma tierra que El Terrible y Jackie Nava
Jaime Munguía nació en Tijuana, Baja California, la dinámica frontera mexicana con Estados Unidos, una ciudad con historia de boxeadores domo Erik ‘Terrible’ Morales o Jackie Nava.
Llegó al mundo el 6 de octubre de 1996, heredó la pasión del boxeo de su padre, quien le mostró el camino de la disciplina y la dedicación desde que lo empezó a entrenar a los cinco años. Jaime compitió en Olimpiadas Nacionales representando a su estado, Baja California, y ahí empezó a sumar sus primeras medallas.
Su carrera profesional la hizo en esa ciudad fronteriza peleando en diferentes recintos, debutó profesionalmente el 13 de junio de 2013 en el Foro Tecate, donde derrotó por nocaut a Manuel Mora en el segundo episodio. La primera vez que peleó fuera de México sucedió en el Madalay Bay de Las Vegas, el 9 de diciembre de 2017, cuando derrotó también dos rondas a Paul Valenzuela Jr. Cosas de la vida, Jaime peleaba por primera vez en Estados Unidos cuando Canelo ya protagonizaba carteleras en televisión nacional contra la dinastía Chávez.
Munguía fue construyendo su carrera hasta que el 10 de febrero de 2018 ganó su primer título, el vacante Súper Welter Latino del CMB el 10 de febrero de 2018 sobre el argentino José Carlos Paz en Cancún, México.
El crecimiento mundial
Conoce el cinturón del WBC que disputarán Jaime Munguía y "Canelo" Álvarez y que, como ellos, es 100 % mexicano.
Se conoce que Jaime Munguía es un hombre de poder en las manos, sus 34 nocauts en 43 peleas lo confirman. Es capaz de lanzar una buena cantidad de golpes por asalto y nunca lo han noqueado, ni siquiera es fácil tirarlo.
En sentido contrario, Munguía no tiene un historial de rivales de elite. Los nombres más duros a los que ha enfrentado son John Ryder, Gabriel Rosado y Sergiy Derevyanchenko. Mención especial la victoria sobre Sadam Ali, de Arabia Saudita, en 2018, para ganar su primer título mundial Súper Welter de la OMB. Ese cetro lo defendió contra Liam Smith, Brandon Cook, Takeshi Inoue, Dennis Hogan y Patrick Allotey.
Luego tuvo complicaciones en el peso mediano para sumar peleas que lo llevaran a las grandes ligas, y eso explica en gran parte que su nombre, a pesar de ser uno de los mejores mexicanos, tenga poca presencia en medios internacionales, no es muy conocido en el mercado estadounidense y menos en el europeo.
“No hay mejor manera de representar a los aficionados mexicanos que pelear el 5 de mayo. Será una pelea emocionante y memorable”, prometió hace unos días Jaime durante un entrenamiento abierto a medios en California.
Esa es precisamente la estrategia elegida en términos de marketing por los promotores, quienes no han destinado demasiados recursos en giras o eventos promocionales, conferencias, presentaciones públicas. La inversión ha sido poca porque entienden que son dos buenos boxeadores, pero a Munguía le falta fama. Entonces han elegido vender el regreso a un duelo de mexicanos, siete años después de que lo hiciera el Canelo, con lo que eso evoca… y a lo que eso obliga.