Detrás de la singular historia de los hermanos receptores Molina, hay una peculiar familia, especialmente un padre especial. Y alguien se ocupó de que la historia quedara debidamente registrada.
Los hermanos Bengie, José y Yadier Molina, que se combinan para nueve Guantes de Oro y seis anillos de Serie Mundial en 40 temporadas en las Grandes Ligas, son los hijos del fenecido receptor estrella del béisbol semiprofesional puertorriqueño Benjamín Molina Santana.
Bengie, quien ganó dos anillos del clásico de otoño y dos Guantes de Oro en una carrera de 13 años que terminó en 2010, escribió -- en colaboración con la periodista Joan Ryan -- el libro "The Story of the Father Who Raised an Unlikely Baseball Dynasty" ("La historia del Padre Responsable de una Improbable Dinastía del Béisbol"), un homenaje la memoria de su padre fallecido hace siete años.
La obra en inglés fue puesta en circulación el pasado 12 de mayo, mientras que la versión en español llegó a las librerías esta semana.
"Lo que me impulsó fue el agradecimiento con las personas que de verdad fueron los héroes para nosotros, nuestros padres. El libro es un tributo a mi papá y a mi mamá", dijo Molina. "Concebí la idea en el 2007 para más adelante, pero cuando mi padre falleció en el 2008, todo se aceleró", agregó.
En "The Story of the Father Who Raised an Unlikely Baseball Dynasty", Bengie Molina narra como su padre sacrificó una posible carrera profesional para quedarse al lado de doña Gladys Matta cuando quedó embarazada del mayor de sus tres hijos y como compartió un trabajo de 12 horas al día con la no menos complicada labor de instruir los equipos de pequeñas ligas de su comunidad.
Por su desempeño con los equipos de Utuado y Vega Alta, Benjamín Molina fue elevado al Salón de la Fama del béisbol aficionado de Puerto Rico y luego al pabellón de inmortales de las Pequeñas Ligas por su labor de cuatro décadas instruyendo y dirigiendo niños, incluyendo sus propios hijos, a los que forjó desde el principio hasta ponerlos cerca de ser receptores regulares de Grandes Ligas.
Mientras Bengie y José ya no tienen que estar sentado detrás del plato, Yadier, de los Cardenales de San LuisS, es el premier de su posición en ambas ligas mayores y un probable candidato al Salón de la Fama de Cooperstown después de su retiro.
"Mi papá sacrificó mucho. La gente cree que todo lo hicimos nosotros, los hermanos Molina en Grandes Ligas y todo lo demás, pero mi papá sacrificó mucho. Fue nuestro coach, pero además nos enseñó la vida, nos enseñó a respetar, a ser buenos hombres, a estudiar, todo nos lo enseñó él", dijo Molina, de 40 años.
"El dedicó todo su tiempo a nosotros. Trabajaba desde las cuatro de la mañana hasta las cuatro de la tarde y se sacrificaba para estar con nosotros en el parque desde las cinco de la tarde. Eramos tres en diferentes categorías y los tres necesitábamos de su timpo", agregó el antiguo catcher de Angelinos de Los Angeles, Azulejos de Toronto, Gigantes de San Francisco y Vigilantes de Texas.
"Y no solamente dedicó su vida a sus tres hijos, sino que durante su existencia tuvo miles de hijos, entrenando decenas de niños anualmente durante 40 años. Tuvo una vida ejemplar y la gente debe conocerla", dijo Molina, quien fue coach por los dos años anteriores, pero actualmente está dedicado exclusivamente a promocionar su libro.
El mayor de los hermanos Molina ya fue contactado por una importante casa productora que quiere hacer una película de "La historia del Padre Responsable de una Improbable Dinastía del Béisbol".
"Mi libro es sobre el sacrificio de un padre para sacar adelante a sus hijos sin importar el cansancio o las dificultades. Este es un libro para padres e hijos y de como debemos apoyar a los hijos para que sean buenas personas en el futuro, como hizo mi padre", agregó.