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El Barcelona vuelve de la gira con mente positiva pre-Supercopa

BARCELONA -- El liderazgo de Luis Suárez, la apuesta de Ter Stegen, la puesta a punto de Vermaelen, la polivalencia de Sergi Roberto y el descaro de Sandro.

Podría ser el repoker de buenas noticias que le dejó al Barcelona la gira por Estados Unidos que cerró con un empate ante el Chelsea para igualar su estadística de una victoria (LA Galaxy) y otra derrota (Manchester United). En el reverso de la moneda aparece la lesión de Douglas, “de largo la peor noticia de la gira” en palabras de Luis Enrique, y los asuntos de Pedro y Adriano, que de alguna manera han marcado la permanencia de la plantilla en Estados Unidos para disgusto del entrenador.

La expedición azulgrana regresó a Barcelona este miércoles para “acelerar” su puesta a punto física en palabras de un preparador del club ante el doble reto de la Supercopa de España y de Europa, marcado en rojo en el calendario por un entrenador que ha trasladado a sus futbolistas la ambición por cerrar el año 2015 con el pleno de títulos.

O, de entrada, acudir al Mundial de Clubes en Japón en diciembre con los cinco campeonatos anteriores conquistados.

Mientras, los primeros días de la pretemporada muestran que a la espera de la incorporación de Bravo, de Alves, de Mascherano, Neymar y Messi, Luis Enrique no ha perdido el tiempo en el trabajo con el resto de la plantilla. También se observa a Aleix Vidal y Arda Turan como dos ‘turistas’ que poco a poco van encontrando su sitio en un equipo al que miran con un punto de envidia y se entiende, porque no puede ser de otra manera, que hay mucho trecho por recorrer.

El amistoso que cerró la gira frente al Chelsea evidenció ese déficit de preparación que acusa el Barça, que puede haber cumplido con los objetivos comerciales y de relaciones públicas pero ha quedado lejos de los deportivos en cuanto a puesta a punto se refiere.

Ese “no me gustan las giras” que expresó Luis Enrique apenas llegar a Los Ángeles desembocó en tres partidos, la suspensión de tres entrenamientos y la sensación de que las dos próximas semanas van a ser “otra historia” en palabras de ese preparador, conocedor del plan de Luis Enrique.

Con un amistoso en Florencia y la disputa del Gamper de por medio, los ojos (y las piernas) están fijados en Tbilisi, donde el 11 de agosto el Barcelona disputará frente al Sevilla la Supercopa de Europa.

Sin saber, ahora mismo, si Luis Enrique contará o no con Messi (apenas llevará ocho días de preparación) porque se da por hecho que será Leo quien decida su presencia o ausencia de dicho encuentro, los próximos diez días estarán encaminados a alcanzar la forma necesaria para afrontar esa prueba. Y la que comience apenas tres días después con el partido de ida de la Supercopa de España frente al Athletic de Bilbao.

El Barcelona cerró la primera parte de la pretemporada con una gira por Estados Unidos que dejó buenas sensaciones. Pero, también, la seguridad de que le queda mucho por hacer. Y poco tiempo para hacerlo.