MADRID -- La noche que Keylor Navas escuchó su nombre coreado por el Bernabéu podría ser la última del tico como merengue.
A 48 horas de que cierre el mercado de verano, el futuro del costarricense sigue pendiendo de un hilo.
El tico se lució con dos acciones decisivas en la victoria del Real Madrid sobre el Betis por 5-0. La primera llegó al filo del descanso, cuando ya tendido en el césped alcanzó a estirarse para frustrar un disparo de Rubén Castro, que en un descuido de la defensa merengue había logrado avanzar hasta el borde del área para recibir el balón.
La segunda, ya con el 4-0 a favor, le valió la ovación, pues detuvo un penal. Su exhibición le valió el reconocimiento del director de relaciones institucionales del club, Emilio Butragueño, quien tras el encuentro calificó su actuación de “espectacular”.
“Reaccionó como un gato. Rubén Castro tenía toda la ventaja. Eso da una idea de la categoría de portero que es. Y el penalti... Estamos encantados y así lo ha manifestado el público”, dijo el exdelantero ante las cámaras de televisión del club.
Pero exactamente al mismo tiempo que Butragueño se deshacía en elogios hacia el portero, por los pasillos del Santiago Bernabéu arreciaba el rumor que pocas horas antes había llegado desde Inglaterra: según The Independent, Real Madrid y Manchester United han llegado a un acuerdo por el traspaso de David De Gea a cambio de 40 millones de euros.
Una cifra que convertiría al madrileño en el arquero más caro en la historia del futbol español y que, inevitablemente, dejaría a Keylor Navas fuera de la jugada.
Que la directiva se había marcado el claro objetivo de contratar a De Gea estaba claro desde hacía meses. Y la afición, cansada del eterno debate en la portería, recibía la noticia con alegría.
Pero a medida que transcurría el tiempo y las pretensiones económicas del Manchester United iban subiendo (llegaron a pedir 47 millones), Navas se dedicaba a ganarse el puesto.
Con la exhibición de éste sábado el tico confirmó lo que venía demostrando desde hacía semanas: lo último que necesita el Madrid es un portero más y que no van del todo desviadas las dudas de socios y aficionados, quienes comienzan a cuestionar la necesidad de invertir una suma estratosférica en un jugador que de todos modos quedará libre dentro de un año.
Para Keylor la situación es delicada. Según versiones procedentes de la isla, una de las opciones es que entre en una especie de trueque y acabe por recalar en Old Trafford. Sin embargo, el técnico Louis Van Gaal ha dejado ver que no está interesado en el tico.
Otras informaciones apuntan a que el agente Jorge Mendes estaría buscándole destino en la Liga Francesa a la par que trabaja en desbloquear el fichaje de De Gea.
Lo cierto es que, hasta el momento, no hay una oferta seria por el jugador y el Madrid, que se apuró a fichar a Kiko Casilla como plan ‘B’, podría verse en la tesitura de tener a tres porteros de alta competencia en el mismo plantel y con ello, otro debate más sobre la portería, precisamente lo que la directiva quería evitar a toda costa.
Para el resto del equipo, empezando por el cuerpo técnico, se trata de una cuestión incómoda. Benítez, que no ha tenido nada que ver en la operación, intenta guardarse sus opiniones y desvía cualquier pregunta al respecto asegurando estar “feliz” con los porteros que tiene “y punto”.
Los jugadores, quienes en su mayoría apoyan a Keylor según ha trascendido, tampoco pueden hacer gran cosa por posicionarse públicamente. Luego está Marcelo, que se las arregló para dejar un mensaje velado para el que quiera entenderlo.
Concluido el encuentro de este sábado, mientras Navas, con el semblante serio y apretando los labios, hacía un gesto a modo de agradecimiento a la grada, el lateral aparecía ante las cámaras del canal institucional con una respuesta poco ortodoxa a pregunta expresa sobre su gol favorito de los cinco anotados por su equipo.
“Me quedo con la parada de Keylor, la del penalti”, respondió el segundo capitán merengue.