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Andrea Vargas salta los obstáculos de la pandemia y continúa firme en su sueño olímpico

Desde la distancia sigue el plan de entrenamiento que le envía su entrenadora y confía en llegar en buenas condiciones a Tokio

COSTA RICA -- La campeona panamericana de Lima 2019, Andrea Vargas continúa con su determinación intacta para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio y día a día cumple todo el plan de trabajo en esta etapa general que se encuentra con miras a estar en las mejores condiciones tras sumar ya un año entero sin competencia.

La costarricense se encuentra en su casa en Portland, Oregon, Estados Unidos donde vive con su esposo y su pequeña hija y cuenta como ha sido todo el último año desde que la pandemia irrumpió en los planes del mundo entero y específicamente en su enfoque deportivo que estaba centrado en representar al país en los 100 metros con vallas en las máximas justas.

“Estoy entrenando en la pista de atletismo y también en mi casa con el equipo que tengo de peso, a veces entreno en la calle dependiendo de lo que me toca cada día”, comentó la vallista en entrevista con ESPN.

La expectativa personal era muy alta, Andrea Vargas estaba muy ilusionada de llegar en su mejor forma a la competencia tras registrar tiempos de 12:75s, marca con la que clasificó a Tokio y posteriormente en el Mundial de Doha Qatar, logró bajar su tiempo personal hasta 12:64s y se ubicó en el quinto lugar de la final.

No obstante, 2020 vino a poner pausa a sus sueños y la atleta ha tenido que aprender a manejar la ansiedad y ahora se enfoca en continuar con sus entrenamientos de fuerza y mantenimiento físico con tranquilidad.

Pese a esto, cuenta que en los momentos de más restricciones sanitarias donde la cuarentena se hizo larga y únicamente se podía salir de la casa para actividades esenciales, Andrea Vargas logró saltarse ese obstáculo igual como lo hace en las carreras pues toda su vida entrenó con condiciones limitadas y se las ingenió para no extrañar la pista profesional en la que estaba entrenando en ese momento.

“Todas las pistas las cerraron y los gimnasios también y conseguir equipo fue lo más rudo pero no todo fue de golpe porque, si bien, tuve que entrenar en la calle, yo ya hacía eso en Puriscal y fue como decir ‘vamos de nuevo a la calle’ o hacer vallas de una forma diferente. Cambian las dinámicas pero es como uno se adapta para no perder el ritmo de entrenamiento”, explicó Andrea.

Ahora las medidas se suavizaron un poco, por lo que pudo retomar los trabajos en la pista aunque en ocasiones igual hace algún trabajo fuera de su casa pero todo es un plan estructurado que sigue bajo la tutela de su entrenadora y mamá Dixiana Mena, quien le da seguimiento desde Costa Rica y pasan en constante comunicación.

“Ahora estoy empezando el año en etapa general, luego iré avanzando a una etapa específica y después competitiva, va de manera progresiva incorporando más intensidad, eso lo maneja mi entrenadora y yo sigo las instrucciones y le voy informando como me siento”, indicó Vargas.

Por lo pronto, Andrea Vargas continuará entrenándose a consciencia y con las bajas temperaturas de Portland a las cuales se ha adaptado bien y espera estar de nuevo en la pista pues en diciembre se esperaba que estuviera en el Campeonato Centroamericano Mayor que se celebró en San José, Costa Rica pero una molestia muscular le evitó de competir, aun así, ya se recuperó y está retomando los entrenamientos habituales.