Para Regina Martínez, todo comenzó una recreación de temporada, que está por terminar en los Juegos Olímpicos de Invierno, con escala en la Copa Mundial de Esquí.
Martínez competirá el 24 de febrero en el Mundial de Alemania por el boleto a los Juegos de Beijing 2022, donde puede convertirse en la primera mujer mexicana que compite en la especialidad de Campo Traviesa.
La mexicana, de 28 años, comenzó a esquiar de manera regular hace tres años, cuando llegó a la Universidad de Minnesota para estudiar su tercera especialidad en medicina, después de hacerlo sólo por recreación vacacional en su pasado.
“Si lo logro este invierno, sería cumplir uno de mis sueños y uno de los sueños más grandes que puede tener un ser humano, el poder ser atleta a ese nivel y representar a su país”, dijo Martínez. “Ya con el hecho de ir a los Mundiales ya estoy súper feliz. Y seré la primera mujer que representa a México en este deporte”.
Martínez no es ajena al deporte, mucho menos a los retos en todas sus etapas de vida, que ha transcurrido por su natal México, Costa Rica y Estados Unidos.
Desde muy pequeña ha practicado cualquier cantidad de disciplinas de alto rendimiento, desde futbolista infantil y juvenil con los Pumas de la UNAM hasta Primera División en Costa Rica. También ha corrido maratones, como el de New York.
“Todo comenzó cuando me mudé acá a Minnesota para estudiar medicina”, recordó. “Estaba muy frío, un metro de nieve y en el segundo año hubo un invierno horrible, el invierno del Vortex Polar, y dije ‘¿por qué estoy aquí si mi genética mexicana no está hecha para este frío?’”.
“Busqué cuántos mexicanos han ido a las Olimpiadas de Invierno y en qué consiste”, agregó. “Encontré que sólo cuatro atletas fueron a los Juegos del 2018 y uno fue al ski cross country. Se llama Germán Madrazo, que es mi coach”.
Comenzó a buscar a Madrazo, quien de inmediato se ofreció a tratar de ayudarla en sus aspiraciones, que iban desde perfeccionar su esquí hasta alcanzar el máximo nivel.
“Ha sido un proceso vertiginoso”, dijo Madrazo, quien en Corea se convirtió en el primer mexicano que culminó la carrera de campo traviesa olímpica. “Ha sido un trabajo durísimo, el compromiso de Regina ha sido total”.
La preparación ha sido gradual y a pasos agigantados, con la complicación de que el entrenador y la competidora están separados por alrededor de 1,500 millas de distancia entre Minnesota y McAllen, donde reside Madrazo.
“Nos hemos ido adaptando conforme pasan los días, las semanas, los meses de entrenamiento”, explicó el coach. “Primero fue viajar allá para enseñarle a esquiar. Ya tenía una base, una noción de cómo esquiar. Ya tenía algo de balance. Comenzamos a trabajar en las partes básicas de la técnica, de aplicar la fuerza a la nieve, transferir la fuerza a los esquís y de ahí a través de WhatsApp toda las semanas mandando el plan de entrenamiento y monitorear ese plan con diversas aplicaciones”.
Martínez tiene entre cinco y seis meses de nieve para entrenar en Minnesota. Cuando la nieve se va, tiene que encontrar maneras de seguir su preparación en todos aspectos, desde gimnasio, correr, hasta patinaje sobre asfalto, asemejando lo más posible a las condiciones de esquí de nieve, incluidos los bastones.
La primera meta de Martínez era esquiar 5 kilómetros campo traviesa, que después se fueron multiplicando hasta llegar a los 50 kilómetros en sus objetivos de comenzar a competir en el 2020 para clasificar a la Copa Mundial de este año.
Pero la pandemia complicó aún más su maratónica preparación.
“Mi plan del año era ir a Islandia para hacer cinco carreras en marzo, pero ahí fue justo cuando pegó la pandemia”, dijo. “Pero de cualquier manera ya tenía los puntos para ir a Alemania (Mundial)”.
De cualquier manera, en caso de que caducaran sus puntos, tuvo que ir en enero pasado a confirmar su clasificación en una competencia en Utah, la única carrera en Estados Unidos que brindaba puntos para el Mundial, que no había sido cancelada por el Covid
ESTUDIANTE Y ATLETA DE TIEMPO COMPLETO
Martínez estudio licenciatura en bioquímica en la Universidad de Baylor y maestría en salud pública y epidemiología en Columbia.
Ahora ser estudiante de urgencias médicas en la Universidad de Minnesota tampoco facilita su preparación, que de acuerdo a su agenda estudiantil, clima y de salud, puede ir desde hora y media diaria, hasta tres, cuatro horas en doble sesión, mañana y tarde.
“A veces me llama a las 4:30 de la mañana y me dice que va saliendo de su internado en la escuela y que le gustaría entrenar de una vez, porque cuando se acueste dormirá 12 horas seguidas, ya que pasa mucho tiempo sin dormir en el hospital”.
Martínez proviene de una familia que ha tenido éxito en estudios, trabajo y deporte, que ha trabajado fuerte para tener sus comodidades. Su padre, José Luis Martínez, fue un muy buen jugador y entrenador de futbol americano en México, además de un exitoso ejecutivo y empresario.
“Nuestra mentalidad familiar es que nada es imposible y todo es adaptable”, dijo su padre. “Regina no sólo está trabajando en una oportunidad olímpica, sino que también estudia una de las carreras más difíciles en el aspecto profesional, además tiene una maestría en salud pública y epidemiología de la Universidad de Columbia. Y se ha dado tiempo para aprender a hacer cosas en un lugar donde hay cinco meses de nieve, días oscuros. Aprendió a esquiar, subió la barra y llegó al máximo nivel. Es un gran orgullo. Es el legado de la familia”.
Regina Martínez dijo que aprovechó parte de sus semanas libres que brinda la escuela de medicina para apretar sus prácticas y viajar a la Copa Mundial.
“Voy a demostrar que puedes salir adelante con los estudios“, afirmó. “Yo ya tengo 28 años y sigo siendo estudiante. Voy a demostrar que puedes salir adelante en tu vida profesional y también puedes ser atleta. El cuerpo envejece, las habilidades atléticas eventualmente se acaban, pero la educación es algo que nadie te puede quitar, es algo que siempre llevas contigo”.
El entrenador Madrazo y Martínez están conscientes de la dificultad y los parámetros que tendrán que superar para conseguir ese pase a los Juegos del próximo año.
“110 es el número mágico”, señaló Madrazo. “110 por ciento de esfuerzo; 110 segundos que mejorar… eso es lo que tiene que hacer Regina. Tiene que concentrarse y mejorar 110 segundo con respecto a su última carrera”.
Con Olimpiadas o no, Martínez ya hará historia cuando toque su turno de competir el miércoles próximo en el Mundial y, sin importar nada, tratará de representar a su país y los latinos con el mayor de los esfuerzos.
“No sólo será el orgullo de representar a mi país a un nivel internacional de una manera que nunca se ha hecho y ojalá poder inspirar a otras personas, a otras mujeres en otros deportes o cualquier cosa que decidan hacer”, sentenció.
La Federación Mexicana de Ski apoyo a Martínez y toda la delegación mexicana con su aval y gastos de viaje, competencia y logística al Mundial en Alemania.
El resto de los costos de practicar un deporte a tan alto nivel han sido sufragado por ella misma, sus familiares y amigos. Por eso está recabando fondos a través de