Tras no lograr el pase a la final en atletismo en 800 metros libres, Déborah Rodríguez cerró su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. En declaraciones al portal FútbolUy, la atleta dijo que sentía una felicidad muy grande por su participación, y que el cansancio por su carrera en las clasificatorias para semifinales hizo mella en su desempeño.
“Dejé todo y quedé un poquito cansada. Di todo lo mejor de mí, estoy súper feliz por eso. Soy una privilegiada de corazón de poder estar acá viviendo una semifinal olímpica en Tokio, es un sueño para mí. Es uno de los objetivos que me había marcado con mi entrenador y lo hicimos, y estamos muy felices”, indicó.
Rodríguez agregó que sabía que la semifinal iba a ser durísima, compitiendo contra la cubana Rose Mary Almanza, que marcó el récord en la última Liga de Diamante en 800 metros, y la estadounidense Raevyn Rogers, medallista en el último Campeonato Mundial de Atletismo. “Sabíamos que iba a ser una semifinal muy dura, pero yo dije: ‘voy a morir en el intento, chau, no tengo nada que perder’. Así que fui y dejé todo. Quizás físicamente no me sentí como esperaba porque me preparé de la mejor manera. Dejé todo en la competencia para pasar a las semifinales y quedé un poquito cansada, pero estoy muy agradecida y feliz de estar acá y, sobre todo, de vivir este sueño”, comentó.
La uruguaya confesó con soñaba con meterse en una final, y felicitó a sus contrincantes, aunque ya puso la mira en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. “Soy brava y testaruda y me quedé con las ganas de más, me quedó ese cosquilleo. Estos son mis terceros JJ.OO. y hay mucha gente que ha tenido cuatro o cinco. Ya no quedan cuatro años para el próximo, quedan tres y voy a estar más regia, linda y fuerte que nunca, espero que estos Juegos me fortalezcan mucho para los que viene”, señaló Rodríguez.
Tras meterse en semifinales, logró algo que ninguna atleta uruguaya había conseguido en los Juegos Olímpicos y sintió que se sacó “un peso enorme de encima”. Agradeció a todos los que le enviaron cariño y fuerzas y a su equipo de trabajo, y también tuvo un deseo para el futuro del deporte nacional: “Esperemos que cada vez sean más los que apoyan a los deportistas uruguayos, cualquiera sea su participación”.