El piloto guatemalteco sueña con figurar en las principales pistas del mundo
CIUDAD DE GUATEMALA -- El banderazo de salida comenzó a muy temprana edad para Ian Rodríguez cuando motivado por su padre se apasionó por el mundo del automovilismo. Con tan solo ocho años da inicio a la práctica de Go Kart. A los diez, Ian gana un campeonato centroamericano de Karting llevado a cabo en El Salvador, con ello obtiene una beca para participar en el campeonato mundial realizado en Italia. Un viaje que cambiaría su vida para siempre.
Ian viaja a Europa en 2010 donde compite en el mundial de Karting y toma la decisión de dedicarse a ello. Para cumplir su sueño tuvo que dejar a su familia y vivir con un entrenador donde se preparó por dos años hasta convertirse en campeón del mundo destacando entre 350 corredores. Y con tan solo doce años de edad.
Esos logros durante su niñez le dieron la convicción para creer que podía llegar mucho más lejos e incursiona en el campeonato italiano de Fórmula 4 y Fórmula 3, donde ha llegado a obtener títulos y ha realizado grandes actuaciones. Sin embargo, el camino no fue fácil.
Lo hicieron de menos por ser guatemalteco
“Cuando yo decía que era guatemalteco, me recuerdo que todos me miraban, así como que: este ganó un mundial, pero cree que va a venir aquí a ganar y se va a poder subir a estos carros. Los dueños de los equipos que eran campeones de Fórmula 1, expilotos de Fórmula 1, gente muy importante, me recuerdo que me miraban, así como: ‘tú seguí soñando porque no creo que lo vayas a lograr”.
Aunque con el paso de tiempo Ian ha logrado destacar y hacerse de un nombre en el mundo del automovilismo, reconoce que aún existen barreras, pero considera que se le abrieron las puertas apropiadas para llegar hasta donde está.
“Lo sigo viviendo, gracias a Dios ha cambiado un poco esa ideología que tienen allá en Europa que los guatemaltecos son menos, pero al principio sí era así de: ‘tú no valés nada’, más que todo porque nuestro país no es que tenga una historia automovilística muy grande. Dios te abre las puertas, pero tenés que ir probando en todos los lugares y por ser guatemalteco me cerraron muchas”.
La dimensión de sus logros
Melody, la madre de Ian narra lo difícil que fue estar lejos de él siendo un niño, pero sabía que era su sueño y decidió apoyarlo. También indica que el padre lo respaldó incondicionalmente desde muy pequeño cuando empezaba a destacar contra pilotos de mayor edad, esto los llevó a convencerse que tenía un talento especial.
La madre de Ian aún cree que en Guatemala no se ha dimensionado la importancia de sus triunfos y muestra de ello es el escaso número de patrocinadores con el que ha contado durante su carrera. De hecho, en su mayoría el apoyo económico lo ha recibido por marcas fuera del país y son solo algunas las empresas guatemaltecas que han mostrado su confianza y han decidido creer en su trabajo.
“Él se perdió de sus cumpleaños, se perdió de toda su juventud. Se la pasó entrenando en un pit o haciendo ejercicio. Siempre ha sacrificado muchísimo por estar donde está y es algo que no se ve”.
“Quisiera que las personas conocieran más sobre su vida, sobre sus logros, sobre Guatemala. Como que todavía no se ha comprendido la magnitud de lo que él está haciendo y es un chapín. Ian merecería de parte de todos nosotros, los guatemaltecos y empresas, más apoyo”.
Lorraine, hermana de Ian se dedica a la pintura y como un regalo especial realizó un cuadro en el que trabajó durante tres meses para mostrarle su cariño y admiración: “Mis trabajos del colegio eran de él, siempre; ¿quién es tu orgullo?, Ian Rodríguez. Él siempre es mi ejemplo a seguir y estoy muy orgullosa de él, es el mejor hermano del mundo”.
La fórmula uno es la meta
Hoy, a sus 22 años Rodríguez tendrá participación en el campeonato European Le Mans Series (ELMS) en el prototipo LMP2, una de las competiciones de motor más duras del planeta.
“El equipo (Virage Group) me dio la oportunidad de terminar el campeonato en esta categoría, para Guate es historia, nadie ha llegado a correr un carro de ese calibre. Siento que estamos en un buen punto, ni yo me la creo, la verdad. Es tu sueño y siempre vas a hacer todo los posible para estar listo”.
Ian correrá este 24 de septiembre en Bélgica y el 15 de octubre en Portugal en un vehículo que está catalogado entre la Fórmula 1 y 2. En esta competición el guatemalteco se enfrentará a pilotos que ya cuentan con experiencia en la F1 como: Pietro Fittipaldi y Jack Aitken. Ambas carreras significan una ventana muy importante de exposición que lo encaminan a cumplir el sueño de llegar a la máxima categoría del automovilismo.
Ian Rodríguez tiene claro sus objetivos cuando cruce la meta: “Primero que todo demostrarle a la gente que con Dios todo es posible y segundo poner el nombre de 'Guate' en alto, la bandera de Guatemala en alto”.