Cuando se debate sobre cuál es el equipo más grande de todos los tiempos del deporte latinoamericano todos piensan en el Brasil de Pelé (1958 y 1962), la Argentina de Maradona (1986), la Argentina campeona olímpica en Atenas de Manu Ginóbili, el Dream de Puerto Rico en la Serie del Caribe de 1995, el Dominicana del III Clásico Mundial entre otros, pero por regla general se obvia al equipo que -según mi parecer- merece esa distinción: el equipo femenino de voleibol de Cuba.
No hay mejor momento para recordarlas que hoy, 7 de agosto, fecha en que se cumplen 25 años de la conquista de la primera de tres medallas de oro olímpicas sucesivas (Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000) del equipo que el excepcional maestro de la narración René Navarro bautizó como "Las Espectaculares Morenas del Caribe".
Aquellas chicas color chocolate ganaron de manera invicta el fortísimo torneo venciendo a Holanda (3-0), Brasil (3-1), China (3-1), Estados Unidos (3-2) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) 3-1.
Integraron la nómina*: Magaly Carvajal, Regla Torres, Regla Bell, Lili Izquierdo, Mireya Luis, Idalmis Gato, Ana Ibis Fernández, Marlenis Costa, Raisa O' Farrill, Norka Latamblet, Mercedes Calderón y Tania Ortiz. Los entrenadores fueron Eugenio George y Antonio Perdomo.
La victoria marcó el inicio de una racha de éxitos en los más importantes escenarios del deporte (Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales), algo inédito para cualquier otro equipo latinoamericano.
Durante la última década del siglo pasado, 'Las Espectaculares', además de ganar los tres Juegos Olímpicos, dominaron en los Campeonatos Mundiales de 1994 (en Brasil) y 1998 (Japón).
Su dominio era tal, que en el Mundial de 1994 barrieron a todas sus adversarias -no perdieron un solo set-, incluyendo a las inspiradas anfitrionas de Brasil, quienes salieron a la gran final (en Sao Paulo) de la mano imitando a sus compatriotas del equipo de fútbol que apenas meses antes habían ganado la Copa del Mundo de Estados Unidos.
La Federación Internacional de Voleibol designó a Regla Torres y a Eugenio George como la Mejor Jugadora y Mejor Entrenador del Siglo XX. En la primera de las categorías hubo muchísima polémica porque no pocos creen -entre los que me incluyo- que la también cubana Mireya Luis -considerada la mejor jugadora de todos los tiempos- era la merecedora del premio.
La condecoración de Mejor Equipo del Siglo la perdieron, inexplicablemente ante 'Las Niñas Magas de Japón' (1962-1968).
* Varias jugadoras del equipo se mantuvieron hasta los Juegos Olímpicos de Sídney, convirtiéndose en tricampeonas olímpicas.