En la última década en el municipio de Cobán, Alta Verapaz, han surgido grandes deportistas que llevaron el nombre de Guatemala a lo más alto. Entre ellos está el fondista Mario Pacay, la esgrimista Kreestel Fraatz y los atletas olímpicos: el marchista Erick Barrondo y el judoca José Ramos, quien apunta a clasificar a sus segundos Juegos Olímpicos.
En 2008, cuando tenía 13 años, José Ramos se incursionó en el judo, tras una invitación de sus compañeros del colegio.
“El entrenador vio mis cualidades y mis ganas de crecer. Mi primera competencia fue un escolar y quedé en tercer lugar. Eso me motivó a seguir y también me gustó la rivalidad que existía entre los departamentos”, señaló.
El judoca salía de estudiar a la seis de la tarde. Después se iba a entrenar a doble jornada para regresar a casa a las diez de la noche. Ese era su horario de lunes a viernes y el domingo jugaba al fútbol.
Tras una competencia clasificatoria a nivel nacional, en abril de 2012, recibió una gran noticia que le cambiaría la vida.
“El entrenador Alberto Lemus me llamó para invitarme a ser parte de la selección de Guatemala. Esa era la llamada que estaba esperando toda mi vida. Sin consultarles a mis padres le dije que sí. Al principio mí madre no quería, pero con el tiempo aceptó que era mi sueño”. Ramos se salió del colegio y se despidió de su familia para irse a la Ciudad de Guatemala.
Desde entonces el judoca ha conseguido ser campeón nacional por tres años consecutivos y en tres diferentes categorías: 55 kilógramos, 60 y 66. Además, ha ganó la medalla de plata en el Open Continentales de El Salvador (2016), el primer lugar en el Campeonato Norte y Centroamericano de Judo en El Salvador (2014), y también en el Gran Prix en Cuba, entre otros. Eso sí, su mayor logro ha sido la clasificación a los Juegos Olímpicos Río 2016 en la categoría de 60 kg.
Juegos Olímpicos
En 2016, a la edad de 21 años, Ramos se entera de su clasificación a las justas de Río 2016 por su entrenador.
“Estaba en un campamento en México cuando él me lo dice. Fue una gran alegría para mí, no tengo palabras para describirlo. Nos preparamos bastante, participé en un torneo en El Salvador y después me fui a Cuba para terminar mi entrenamiento”, dijo.
En Brasil se perdió la inauguración de los Juegos Olímpicos porque el mismo día realizaron el pesaje oficial. Al día siguiente inauguró la competencia contra Tsogtbaatar Tsend-Ochir de Mongolia donde fue derrotado.
“Fue una pelea bastante dura y aprendí mucho de ella. Ahora estoy más motivado para mejorar mi participación en Tokio”., expresó.
El 30 de mayo del 2020 se habría cerrado el clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio pero, debido a la pandemia del COVID-19, se amplió el tiempo de clasificación para el siguiente año. El judoca guatemalteco se encuentra en el puesto 88 en el ranking mundial de la Federación Internacional de Judo y es el noveno a nivel Panamericano en la categoría 60kg, por esta posición tendría que haber clasificado.
“Los puntos se mantienen y habrá más competencias para sumar. Si me afectó el tema de la cancelación porque había hecho una buena preparación en Alemania y tenía un buen ritmo. Donde observé que mí nivel había mejorado bastante” comentó el judoca.
Futuro
El atleta guatemalteco se lamenta la escasez de atletas que hay en las diferentes categorías de judo. Actualmente en su categoría solo está él y su compañero, Julio Molina.
“Entre nosotros nos foguearnos y salimos a competir. Entonces no podemos bajar la guardia ni el nivel. Salimos al extranjero para buscar más experiencia. Lo ideal es que haya tres atletas por categoría ya que esto va a ayudar mucho a subir de nivel”, apuntó.
José Ramos espera que se apoyen más a los futuros atletas y motivarlos para que continúen en el deporte. En el futuro espera ser entrenador de judo y apoyar a los jóvenes. El judoca estaba estudiando la Licenciatura en Deportes, pero los tuvo que suspender por los constantes viajes.