Terminó una nueva jornada de la Premiership, donde todos los fines de semana se ven partidos de alto vuelo. Esta fecha no fue la excepción y el partido que cerró todo se llevó todas las miradas: Northampton - Bath. Los Saints consiguieron quedarse con una tremenda victoria en el último minuto. Todo el rugby, por Disney+.
El encuentro en su totalidad fue muy parejo. En los primeros minutos de juego, los locales lograron hacer tres tries que parecía poner una ventaja suficiente para quedarse con el triunfo pero el líder del torneo, Bath, reaccionó en la segunda mitad para igualar todo.
Cuando faltaban menos de 4 minutos para el final, los Saints iban arriba por 32-31 cuando Alex Mitchell, su medio scrum, encuadró mal un tackle cerca de la mitad de la cancha y el árbitro no sólo cobró penal, sino que también vio la tarjeta amarilla.
Con Finn Russell en la cancha, la visita decidió ir a los postes y el escocés no falló. Convirtió el penal para poner a su equipo 34-32 arriba y meter toda la presión a su rival que debía jugar con un jugador menos.
Northampton no se quedó con las ganas y fue a buscarlo. Los campeones lograron recuperar la salida de forma estupenda, intentaron varias veces con su pack de forwards pero la defensa de Bath era tremenda. A pesar de esto, entre los 22 metros y la mitad de la cancha, recto frente a los postes, cometieron la infracción a segundos del final.
Fin Smith, apertura de los Saints y encargado de patear todos los envíos, se tomó su tiempo y cuando el reloj ya marcaba casi los 81 minutos, metió el tremendo penal que le dio la victoria y desató la locura en el Franklin's Gardens.
A pesar de haber conseguido la victoria, Northampton no escaló puestos en la Premiership pero entre el octavo, su posición, y el cuarto, último que clasifica a las semifinales, hay ocho puntos de distancia. Este triunfo sirvió para seguir en la lucha de meterse entre los cuatro mejores del torneo.