Tres peleadores nacidos en México pelearon por un cinturón, absoluto o indiscutido, de UFC. Ahora Irene Aldana se convertirá en la cuarta este sábado en UFC 289 (10 p.m. ET, ESPN+ PPV), siguiendo los pasos de Brandon Moreno, Yair Rodríguez y Alexa Grasso, aunque en el caso de la sinaloense es un premio a la paciencia.
En diciembre de 2019, en UFC 245, Aldana noqueó a Ketlen Vieira, entonces invicta y clasificada número dos del ranking del peso gallo femenino de UFC en la misma noche en la que Amanda Nunes defendía el campeonato, con muchos problemas, ante Germaine de Randamie.
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Todo parecía indicar que Irene se había colocado como la siguiente retadora esa noche, pero el destino la haría esperar más que sus compatriotas.
Debido a su estatus de doble campeona, Nunes no defendería el cetro gallo hasta UFC 269 en diciembre del 2021, dos años después, pero no ante Aldana, sino Julianna Peña, quien terminaría sorprendiendo a Nunes esa noche para luego perder la revancha en UFC 277 en julio del 2002.
“Creo que ha sido un recorrido muy activo, con altas y bajas, peleas ganadas y perdidas. He enfrentado peleas muy duras. Todo ha sido a su paso, a su momento, la oportunidad llegó cuando tenía que llegar y estoy lista. Todo lo que pasó antes en UFC me preparó para esto”, declaró Aldana a ESPN Deportes con optimismo, ya que a pesar de la larga espera, nunca perdió el objetivo que ahora tiene en Vancouver, Canadá.
La oportunidad le llega gracias a una lesión de Peña, con solo un mes de anticipación y con Aldana ya pautada para tener otro combate, una revancha ante Raquel Pennington.
“Tenemos mucho tiempo pensando en que en algún momento iba a llegar la pelea ante Amanda y la hemos estudiado desde hace bastante tiempo. Estábamos preparándonos para Pennington y al final solo tuvimos que cambiar unos detalles… nos preparábamos para Raquel y nos preparábamos para Amanda”, considera la peleadora del Lobo Gym rumbo al combate estelar en UFC 289.
Aquí recapitulamos el camino largo de Aldana a la oportunidad por el título.
El paso por Invicta FC
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— Invicta FC (@InvictaFights) June 7, 2023
Cuando Aldana debutó en las MMA en el 2012, las peleas femeniles en México eran escasas, y con tres victorias llegó a Brasil a pelear en Jungle Fights ante la mejor prospecto de ese momento, Larissa Pacheco, la actual campeona de la PFL. Aldana perdió en esa guerra de tres asaltos en 2013, pero su desempeño bastó para llamar la atención de Shannon Knapp, quien la llevó a Invicta FC.
En Invicta, Irene ganó cuatro de sus cinco peleas en el primer round y su única derrota fue en la pelea del título ante Tonya Evinger.
Con Dana White en la tribuna, Irene brilló ante Colleen Schneider en febrero del 2015 en un combate que dejó convencido al presidente de UFC de que quería tenerla en el octágono algún día; en diciembre de 2016 llegaría su debut.
“Se podría decir que hice mi carrera amateour en Invicta, ahí fue donde comencé a acumular experiencia. Pelee por el título, no logre la victoria, pero todas esas victorias me prepararon para este momento”, dijo Aldana.
Un complicado comienzo en el UFC
La ‘Jaguar Mexicana’ tiene cuatro bonos por desempeño en el UFC y su llegada fue con una pelea de la noche ante Leslie Smith. A pesar del premio en efectivo, se llevó la derrota por decisión unánime en su primera pelea con la promotora, seguido de otro revés por decisión dividida ante Katlyn Chookagian en su próximo combate pelea.
Por más que las peleas fueron competidas, ambas por decisión, nadie, absolutamente nadie, quiere arrancar su carrera con marca de 0-2 en el UFC.
Sin embargo, la promotora le tuvo confianza a Irene y la primera victoria llegó ante Talita Bernardo en enero del 2018 por decisión unánime, seguida por otra guerra ante Lucie Pudilova en una decisión dividida en UFC 228, otro bono y finalmente la consolidación en el UFC. Con marca de 2-2 en la promotora, Aldana se ganó un salvavidas y la mexicana supo aprovechar la oportunidad, especialmente fuera de la jaula en el Lobo Gym.
“Hemos tenido muchas peleas, pero en el gimnasio es donde más hemos crecido. Ha sido una constante evolución, noche tras noches que hemos estado entrenando. [En los útimos cuatro anos] Hemos sabido evolucionar y siento que no hemos necesitado la competencia para mejorar. Tengamos peleas o no, siempre estamos creciendo en el gimnasio”, comentó Aldana sobre la evolución en el equipo que comparte con la actual campeona de las 125, encabezado por Francisco Grasso.
El 2019, año del salto
La originaria de Culiacán tuvo el año más activo de su carrera en el 2019 con cuatro peleas que la consolidaron en el peso gallo del UFC.
Arrancó con su primera victoria por sumisión en mayo ante la ex retadora Bethe Correia en Brasil, y luego vino su primera pelea ante Pennington en julio, un cerrado combate que perdió por decisión dividida.
Regresó rápidamente en septiembre, peleando en México ante Vanessa Melo, quien tomó la pelea de último aviso. La mexicana se impuso ante su gente por decisión en una noche que es recordada como un punto de inflexión para los tres campeones aztecas.
Aldana cerraría el año en diciembre con la victoria más importante de su carrera, el nocaut ante la brasileña Vieira que la dejó establecida en la categoría con el primer final por golpes de su camino en UFC. La oportunidad titular parecía lo próximo. Pero no fue así.
“Sabíamos que la oportunidad iba a llegar en cualquier momento, desde la pelea con Ketlen. Nunca nos hemos acelerado, al proceso. Hemos visto todo este tiempo como una ventaja para seguir mejorando. Nuestro trabajo es pelear”, dijo Aldana.
Así hizo, y siguió peleando.
La pandemia y más allá
Ante la decisión de Nunes de defender el cinturón de las 145 libras después de la cartelera que compartió con Irene en UFC 245, la promoción le ofreció su primer estelar ante la ex campeona Holly Holm.
La pelea originalmente estaba planeada para el mes de julio del 2020, pero Aldana dio positivo a Covid y se terminaron enfrentando en octubre. Fue una decisión en favor de Holm ante una Aldana fracturada de la pierna izquierda, que estuvo muy lejos de su desempeño habitual.
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Vinieron tiempos complicados para la mexicana, que no pudo regresar sino hasta UFC 264 en julio del 2021 ante Yana Santos, a quien noqueó también. En el camino se cayó dos veces la pelea ante de Randamie por motivos de salud de la holandesa y una más con Aspen Ladd.
Por eso Aldana tuvo que esperar hasta septiembre del próximo año en UFC 279 para pelear, cuando enfrentó a Macy Chiasson, que le metió en problemas, pero terminó siendo finalizada con una patada ascendente al hígado que la mandó a la lona de forma inmediata, dejando en claro la versatilidad de Aldana en ataque.
La esperada llamada
La mala suerte de Aldana parecía continuar cuando cambió el calendario al 2023. UFC la programó como estelar en San Antonio en el mes de marzo ante Pennington, que postergó la pelea al 20 de mayo.
Cuando parecía que ya tenía el combate en puerta, apareció la lesión de Peña, quien tenía originalmente el cierre de la trilogía de campeonato ante Nunes pautada en UFC 289.
La decisión era de la promotora era sencilla. Aldana representa una nueva retadora y Nunes quería enfrentarla.
“No iba a decir que no. Yo estaba en un campamento para pelear cinco rounds con Pennington. Me hace sentir muy lista, tranquila y hay que adaptar solo algunas cosas para Amanda”, dijo Aldana a ESPN Deportes durante el anuncio de la pelea.
Y White estuvo de acuerdo: “Llevamos años hablando de tener campeones mexicanos y ahora pueden ser cuatro. Es una gran oportunidad para Irene, una gran oportunidad para México”.
Al igual que Nunes: “Las dos tenemos poder de nocaut, sabemos hacer peleas emocionantes, es una pelea de campeonato en cinco rounds en la jaula. Los fans están felices con el cambio, mucha gente se quejaba de que querían una nueva oponente”.
¿Presión o motivación?
Entonces todo desemboca en Vancouver, donde Aldana tratará de mantener vivo el gran paso de México en el octágono tras el oro conseguido por sus compatriotas en lo que va del 2023.
Muchos atletas en su posición podrían sentir la presión del momento considerando el escenario, la pelea, la oponente, lo que está en juego, y el vínculo que la une con Moreno, Rodríguez y Grasso como portadores de la bandera mexicana en el UFC. Pero Irene asegura que no es presión, sino motivación lo que siente de cara a retar a la considerada GOAT.
“Definitivamente me motiva. ¿Quién no se va a motivar por las victorias de estos tres grandes atletas compatriotas como lo son Brandon, Yair y Alexa, mi compañera de entrenamiento? No es nada más que motivacion, y definitivamente estoy segura de que voy a traer ese cuarto cinturón para México”, sentenció.
Ahora, está en sus manos arrebatarle el cinturón a Nunes en la que sería una de las más grandes sorpresas del año, apostando siempre a su carta de victoria, la que lleva consigo siempre.
“La clave para derrotar a Amanda es el corazón mexicano”, aseguró.