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UFC 294: cómo Usman-Chimaev marca un punto de inflexión en el peso mediano

Con un nuevo campeón y el ex monarca Israel Adesanya tomándose una pausa, las 185 lucen renovadas. Y ahora Kamaru Usman y Khamzat Chimaev buscan un lugar privilegiado: primero en la fila por una oportunidad titular.


Más que un nuevo campeón de las 185 en Sean Strickland, la pausa de Israel Adesanya del deporte es lo que cambia por completo el panorama del peso mediano de UFC y deja un espacio enorme en la fila del reinado de Strickland, uno que Kamaru Usman y Khamzat Chimaev pretenden llenar en el coevento estelar de UFC 294 el sábado desde Abu Dhabi.

Adesanya estando fuera del panorama, una pausa muy merecida para recargar baterias tras su carrera como dos veces campeón del peso mediano desde 2019, sumado a una pelea que enfenta al ex libra por libra número 1 contra un fenómeno que apuesta a ser una de las caras del futuro del UFC, es la inyección que la categoría de las 185 necesita para reconfigurarse rumbo a un 2024 con mucha intriga y sin Izzy como referente.

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El presidente de UFC Dana White ya dijo que el ganador del duelo de último momento entre Usman y Chimaev será el primero en retar a Strickland, y con razón, aunque estemos hablando de dos peleadores actualmente clasificados en el peso welter de los rankings de UFC y de ESPN. Con mucho respeto a todos los contendientes del peso medio, incluyendo un merecedor Dricus Du Plessis, ninguno trae la presencia - ni negocio - de los coestelares de UFC 294, tanto dentro como fuera de la jaula.

Y considerando que Usman en búsqueda del campeonato de las 185 no iba a pasar mientras su amigo Adesanya estuviera como rey, el anillo cae perfecto en el dedo para el combate ante Chimaev (con un poqutio del codo de Paulo Costa).

Es un win-win para UFC. Si gana Usman, el nigeriano obtiene la oportunidad de conquistar una segunda división (ante un Strickland que ya venció en 2017), buscando sumarle a su legado ya establecido como uno de los mejores pesos welter de todos los tiempos (y sí, la narrativa Usman-Georges St-Pierre en 170 es muy similar a Adesanya-Anderson Silva en 185).

Si gana Chimaev, sería la promesa cumplida luego de su fenomenal inicio con la promotora, y quizás el momento que UFC encuentra otra estrella (‘Suga’ Sean O’Malley le ganó la carrera) para eventualmente cargar a la compañía. Y digo quizás, porque ese arranque en Fight Island que nos dio a conocer al ‘Lobo’ gatea en lugar de ir a las millas.

Esa misión de reinar en dos divisiones, y ser el que destronaría a Usman en 170 y a Izzy en 185, lucía como una posiblidad luego la victoria de Khamzat ante Gilbert Burns en UFC 273 en abril del 2022. Fue una decisión unánime cerrada que demostró el corazón, agallas y algunas de las fallas a corregir de Chimaev, quien lució mortal por primera vez en el octágono pero de la manera que un superdotado resuelve un primer gran reto. Sin embargo, cinco meses más tarde, ese buen sabor se amargaría por completo en un papelón que hizo cuando falló el peso malamente para la estelar de UFC 279, marcando probablemente su punto final en la categoría de peso welter (en un combate pactado en 180).

Chimaev no pelea desde entonces, y esa inactividad, aunque le suma intriga a cómo se verá ante Usman dentro del octágono, tambíen le brinda algo de incertidumbre a su estrella fuera de la jaula, inclusive a sus 29 años. O sea, ¿confiamos 100% en Chimaev como campeón? Y cuando digo eso, es obvio que pienso un poco más allá de llevar un cinturón aldedor de la cintura. Por toda la controversia que puede genera ‘Suga’, ha demostrado ser confiable. ¿Podemos decir lo mismo de Chimaev?

UFC piensa que sí (cruzando los dedos), y la gran mayoría de los expertos y fans también, a pesar que todos reconocemos que el pareo ante Usman es mucho más difícil que el de Costa, especialmente cuando hablamos de veterania y maña.

Usman, quien se encontraba sin oponente claro en el peso welter tras sus dos derrotas ante Leon Edwards (y haber limpiado la división anteriormente) tiene una oportunidad de oro para reinventarse como un peleador de 185 contra un oponente que ya mencionó en el pasado como un posible rival (de hecho, en el caso de Chimaev, es el oponente para UFC 294 que originalmente tenía en mente). O sea, ya estaban en el radar del otro. Y ambos se merecen mucho respeto por aceptar la pelea con tan poco tiempo; hay mucho en juego, y habla mucho de la entrega de ambos.

El pareo simplemente no podría ser mejor. Felicitaciones a UFC por lograrlo, y como ya dijimos, dejar establecido su plan a largo plazo en las 185.

Claro está, el ganador de Usman-Chimaev después tiene que verse con Strickland antes de sentarse en el trono, pero es obvio que es una pelea de campeonato enmascarada en tres asaltos sin un cinturón para el ganador. Considerando el estilo de Chimaev, esos tres asaltos le convienen, ya que habría que ver como luce su tanque en aguass profundas ante un peleador tan experimentado como Usman (y de seguro sería algo que Strickland buscaria aprovechar con su gran cardio).

Entonces, Usman-Chimaev es la rara ocasión cuando un enfrentamiento sin campeonato tiene tanto poder como para sentar la pauta presente y futura en una división de peso que hasta hace poco más de un mes lucía totalmente predecible en la cima.

Que mucho saben White y el UFC.