Paddy Pimblett, Shavkat Rakhmonov e Ian Garry tienen la oportunidad de lucir y sembrar semillas para el futuro del UFC en el último PPV de 2023.
Nota del editor: Ian Machado Garry quedó fuera de su pelea en UFC 296 por enfermedad.
UFC 296 cierra el año de la promotora con una de las carteleras principales más destacadas de todo 2023, anclada por dos peleas de campeonato y por una vitrina al futuro con tres potenciales estrellas en peleas destacadas.
Antes de que Leon Edwards y Colby Covington definan el presente del peso welter en su combate de campeonato en el T-Mobile Arena, Shavkat Rakhmonov e Ian Garry ofrecerán una posible mirada al futuro de las 170 en sus respectivas peleas contra Stephen ‘Wonderboy’ Thompson y Vicente Luque.
Y en el peso ligero, el británico Paddy Pimblett retoma la ruta en lo que la promotora espera sea su travesía al superestrellato, cuando se mida al veterano Tony Ferguson en su primera aparición del año luego de un agridulce final en 2022.
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Los tres son favoritos significantes en el cartelera, con Rakhmonov el más favorecido entre todos los peleadores, y la anticipación es que los tres cumplan para consolidarse como piezas angulares de UFC rumbo a 2024 y más allá.
Con Edwards-Covington de estelar, el peso welter acapara las primeras planas del evento en Las Vegas. El ganador debe tener a Belal Muhammad a continuación como el próximo retador en turno, pero más allá de eso, habrá que ver si Edwards o Covington están dispuestos a abrirle la puerta a los peleadores jovenes que parecen destinados a competir por el campeonato.
Ya Edwards mencionó la posibilidad de subir a las 185 a pelear por un segundo título, mientras que Covington, en su tercer intento por un campeonato indiscutido de peso welter, podría verse emparejado otra vez con Kamaru Usman o quizás Gilbert Burns después de Muhammad, antes de inclusive mencionar a alguno de los destacados luchadores en ascenso.
La ‘vieja guardia’ aún protege y cierra filas alrededor del trono de las 170, tratando de ralentizar el avance de los Rakhmonov, Garry, Sean Brady (quien lució de show en una dominante victoria ante Kelvin Gastelum recientemente) y Jack Della Maddalena de la vida que apuntan al reinado. Sin contar a Khamzat Chimaev, si algún día decidiera volver a bajar a (intentar) dar el peso de 170.
Con Chimaev haciendo campaña a tiempo completo actualmente en 185, ‘Nomad’ Rakhmonov de 29 años se presenta como el peleador más aterrador en el peso welter, y quizás en todo el UFC. Su habilidad para finalizar (17 finalizaciones en 17 peleas) lo hace imperdible en el octágono y una amenaza seria al cinturón; no anticipo que el campeón en turno esté muy emocionado de verlo de frente en la jaula.
Y aunque la barrera del idioma, por el momento, afecta su potencial como estrella, Rakhmonov no debería fallar en obtener una oportunidad titular en 2024.
Para usar una refrencia un poco más común, Rakhmonov parecería ser como Thanos, inevitable.
Garry (13-0), por su parte, tiene pinta de estrella en su intento por emular a su compatriota Conor McGregor y ser la cara de una nueva generación de peleadores irlandeses en el UFC. A sus 26 años, ya tiene marca de 6-0 en el UFC, citando a McGregor como su inspiración desde que debutó con la promotora en 2021. Sus habilidades como striker (y con el micrófono) son excepcionales, dejándonos anticipando el duelo con Luque que puede sacar fuegos artificiales de pie.
Entre medio de los combates de Garry y Rakhmonov, pelea Pimblett, 28, regresando al octágono por primera vez en prácticamente un año.
De los tres, Pimblett (20-3, 4-0 en el UFC) parece tener la mayor capacidad para ser una superestrella, con ese it factor, pero es el que más lejos se encuentra actualmente, con mucho que probar tras su desempeño anterior. A diferencia de Garry y Rakhmonov, 'Paddy the Baddy' no está clasificado y la pelea contra ‘El Cucuy’, aunque la más grande de su carrera al momento, no le garantiza un número al lado de su nombre en una de las divisiones más fuertes del UFC.
Pimblett debe aspirar a dejar atrás el mal sabor de su pelea anterior, una controvertida decisión que se llevó contra Jared Gordon en el mismo T-Mobile Arena en UFC 282. ¿Cómo lo hace? ¿Generando una reacción ensordecedora de la multitud en Las Vegas? ¿Finalizando a Ferguson y quizás enviándolo al retiro? ¿Cortando un gran promo tras redimirse?
Definitivamente es capaz de hacer precisamente eso.
El peleador de Liverpool lucía destinado a ser el rostro del MMA inglés en el presente luego de un 2022 que lo vio lucir en dos eventos en Londres, en los cuales inclusive se llevó los reflectores sobre su compatriota de peso pesado Tom Aspinall. Sin embargo, cerró el año con la deslucida actuación ante Gordon que frenó (aunque sea momentáneamente) su ascenso, mientras que Aspinall volvió de una seria lesión en la rodilla para capturar oro en el peso pesado (interino) y asumir ese estatus como la cara del MMA británico en el presente.
Pimblett sin duda tiene el swagger para ser una estrella y le sobra carisma y talento para alcanzar la cima del deporte en y fuera del octágono. No obstante, ¿tiene la disciplina? ¿Tiene el hambre? ¿Tiene el compromiso? UFC 296 dirá mucho sobre quien es Pimblett como peleador y competidor, una prueba necesaria en su desarrollo y madurez.
Podriamos decir que es similar a lo que encaran Rakhmonov y Garry en el evento, o cualquier peleador joven en general que se abre paso rumbo a la cima, aunque a distintos niveles. Cada una de las trayectorias apunta hacia arriba, pero siempre hay curvas, atajos y contratiempos en el camino que considerar.
Y UFC 296 es uno de esos cruces que muy bien puede descarrilar el tren o impulsarlo a toda velocidad. Una patada de Wonderboy bien colocada, un puño de Luque certero, o algo ingenioso y contundente de Ferguson, cambiarían (cierta) narrativa en el panorama rumbo a 2024.
Lo que sí es seguro es que en UFC 296, Rakhmonov, Garry y Pimblett tienen la oportunidad de lucir y sembrar las semillas para el futuro. Cuán rica sea la cosecha dependerá de cómo manejan y cumplen con las expectativas en el presente.