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Jayson Granger: el cruce con el Pepo Vidal, la particular tristeza que sintió en Uruguay y su futuro

El basquetbolista de 34 años, que tiene contrato vigente con Peñarol, habló de su cruce con Vidal y también valoró la categoría de Donald Sims. X/LUB_Uy

Jayson Granger, jugador de Peñarol, relató todo lo que sufrió a lo largo de la Liga Uruguaya de Básquetbol 2023/2024, en particular en las finales ante Aguada. El basquetbolista de 34 años también habló de su futuro y comentó sobre el cruce con Santiago Vidal, a quien acusó de racismo: “Él tuvo la oportunidad de denunciarme, pero no lo hizo, yo sé cuáles son sus razones porque sé lo que me dijo”.

En nota con 100% Deporte (Radio Sport 890), Granger primero evaluó sobre las finales perdidas ante el aguatero: “Creo que Aguada fue merecido campeón; ellos hicieron las cosas mucho mejor que nosotros, llegaron en mejor forma y con un nivel increíble de Donald Sims. Fue una decepción para todo el equipo de Peñarol por las expectativas que había de poder ganar un título este año”.

“Aguada fue el único equipo que no cambió jugadores en todo el torneo, tiene una base lleva jugando muchos años juntos y con una buena química entre ellos, eso se nota. Nosotros nunca llegamos a fluir y encontrar esa química como equipo dentro de la cancha. Y Aguada supo resolver de mejor manera los finales cerrados, estuvieron más concentrados en los pequeños detalles y se llevaron el torneo”, reconoció.

Y destacó puntualmente sobre el estadounidense Donald Sims: “Enfrenté y jugué con muchos jugadores, grandes tiradores; nunca había competido contra él y la verdad que es un anotador puro, de esos jugadores que a lo largo de mi carrera me han impactado”.

El racismo vivido en Uruguay y su cruce con el Pepo Vidal

Granger también habló sobre lo que vivió a nivel personal en las finales: “Para mí fue una pesadilla. (...) En Europa jamás tuve un problema y volver a Uruguay, mi casa, para jugar los últimos años de mi carrera en paz y tranquilo y que se convierta un poco en algo caótico… Porque al final hay líneas que no se pueden traspasar, y a mí me tocó perder la cabeza en más de una ocasión, pero todo tiene sus motivos y sus razones”.

Y explicó: “Se ve cuál era uno de los puntos importantes: intentar sacarme de quicio, cosa que lo consiguieron sin jugar al básquetbol. La parte sicológica fue una guerra que no pude ganar, perdí en ese aspecto donde se me faltó el respeto y hubo agresiones, insultos racistas, que fue lo que más me dolió e hizo daño. Yo tengo unos límites que puedo llegar a aguantar, pero cuando se cruza la línea uno puede llegar a perder el control”.

El jugador aurinegro denunció a través de varios comunicados insultos racistas de parte del Pepo Vidal en el cierre de la segunda final jugada en el estadio de Aguada; tras el final de ese encuentro disputado el 7 de junio, Granger amenazó al jugador rojiverde.

“Cuando el resultado ya era más que obvio, se fueron haciendo comentarios como ‘sos mío mono’ o ‘negro de mierda’. Yo no me invento las cosas, mi reacción surge a partir de algo; él tuvo la chance de haberme denunciado, porque todo el mundo vio lo que yo hice, pero por algo no lo hizo, no tuvo el coraje de hacerlo porque cosas hubo”, subrayó.

Granger agregó: “La tensión y la adrenalina te llevan a reaccionar y hacer cosas de las que me arrepiento; pero hay límites que no se pueden pasar. El respeto tiene que ser primordial, sobre todo en los jugadores, y no es algo que vi por parte de él. Cuando las provocaciones son constantes, uno pierde los papeles. Yo salí a pedir disculpas”.

Y expresó por qué siente una particular tristeza: “En Europa, la gente me cree y sabe cómo soy. Me lastima que en mi propio país se dude de mí y de mi credibilidad. Nunca viví situaciones así hasta que llegué a Uruguay, eso me resulta muy triste”.

“Yo no tengo ninguna necesidad de mentir, y sobre todo con un tema así. Él tuvo la oportunidad de haberme denunciado por los gestos y amenazas que yo le haya podido hacer que obviamente no iban por un tema personal, sino por una cuestión deportiva. Y no lo hizo, sé cuáles son sus razones porque sé lo que me dijo y cómo me lo dijo. Mi carrera deportiva y mi vida es en Europa, donde se me cree y se me apoya, me resulta triste y frustrante que en mi propio país se me haya tratado así y se dude de mí en un tema muy serio”, enfatizó.

Granger, quien afirmó que nunca tuvo trato con Vidal, enumeró algunas de las situaciones que le ha tocado vivir a lo largo de la temporada, como ‘amenazas a mí y mi familia, escupitajos, gente de seguridad pisándole, jueces escuchando las barbaridades, dedos en el ojete, insultos racistas, cosas anormales que están naturalizadas’.

“Y al final cuando todo un estadio te dice ‘Negro cagón’ (como sucedió en la cancha de Aguada en la previa a la cuarta final), uno tiene que hablar no sólo por mí, sino por toda la gente que sufre el racismo día a día en Uruguay. Esto no viene de ahora, a mí me tocó vivirlo cuando mi papá jugaba, épocas en las que él tenía que salir a la calle con un cuchillo porque habíamos recibido amenazas. Ojalá se pueda hacer algo, no sólo por mí sino por los chiquilines que vienen de abajo”, remarcó.

Luego destacó: “Que me toque vivir esto en mi país es bastante indignante. Pienso venir a Uruguay a disfrutar del básquetbol y retirarme en paz, y lo que encuentro es odio, gritos racistas, falta de respeto de entrenadores, jugadores e hinchas, y es muy difícil de poder lidiar con eso. Me costó disfrutar del básquetbol en Uruguay; quería venir a jugar al básquetbol y muchas veces no fue básquetbol esto. (...) En Uruguay parece que la gente va a descargar su ira contra diez tipos que van a jugar a la pelota”.

Su futuro y el mensaje a los hinchas de Peñarol

Por su parte, Granger contó que en los próximos días viajará a su casa en Madrid, donde definirá su futuro: “Estas semanas serán cruciales; hay muchas cosas que analizar y reflexionar, y esperemos decidir qué será de mi futuro y de nuestro futuro como familia”.

“Me han llegado ofertas de Europa cada tres meses, tengo ahora mismo varias ofertas sobre la mesa que por el momento ni analizo. Quiero ir a casa, descansar, reflexionar un poco sobre todo lo que me tocó vivir; hablaré con mi mujer y mi representante y veremos qué es lo mejor para todos”, indicó el jugador que en julio del año pasado firmó un contrato por dos temporadas con Peñarol (el contrato finaliza en 2025), aunque hasta el próximo 15 de julio tanto Granger como el club tienen una cláusula para poder rescindir el vínculo.

Luego manifestó: “Lo último en que pienso ahora es en básquetbol. Me planteo muchas cosas en mi vida, no sé si seguir jugando, si jugar en la Selección, si volver a Peñarol o jugar en Europa. Los últimos dos años han sido bastante duros a nivel familiar y deportivo. Sé que hay una ventana con la Selección en noviembre, ya pensaremos y hablaremos con la Federación a ver en qué punto estoy en mi carrera y veremos cuál será la mejor opción”.

Me encantaría volver y ganar un campeonato con Peñarol, creo que se lo debo a la gente. Se generó mucha expectativa con mi llegada y todos nos llevamos un palo porque todos queríamos ganar tanto la Sudamericana como la Liga Uruguaya. Pero lo sufrí, fue una pesadilla para mí, no sólo las finales, sino a lo largo de la temporada”, aseguró.

Por último, Granger se dirigió a los hinchas del Carbonero: “Primero que nada perdón, porque la temporada fue un fracaso. Sé del esfuerzo que ha hecho la gente para ir al Palacio, apoyando en las buenas y en las malas. Las próximas semanas van a ser cruciales”.

Si yo decido volver, quiero disfrutar. Y es difícil que esta situación cambie, tanto en los rivales como en las hinchadas; hay muchas cosas para mejorar también como sociedad. Que una niña de diez años frente a sus padres me diga lo que me dijo en la cancha de Aguada me parte el alma. Y sobre todo que sus padres se rían cuando su hija me dice ‘Mono hijo de puta’ y ‘Negro de mierda’. Es difícil, no cierro las puertas para seguir en Peñarol, pero tampoco las dejo muy abiertas”, sentenció.