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Santiago Vidal: "Del ridículo no se vuelve"

El jugador campeón con Aguada de la Liga Uruguaya de Básquetbol valoró el título conseguido y comentó la acusación de racismo que recibió de parte de Jayson Granger. X/LUB_Uy

Santiago Vidal, jugador del Club Atlético Aguada, valoró la Liga Uruguaya de Básquetbol 2023/2024 que el elenco aguatero obtuvo al vencer en las finales a Peñarol y comentó la acusación de racismo que recibió de parte de Jayson Granger.

En Último al arco (Radio Sport 890), Vidal señaló este lunes por la noche luego de la quinta final (Aguada ganó 88 a 71 en el Antel Arena y venció 4 a 1 en las finales): “Hicimos una cosa muy importante que es devolverle a Aguada un título, hacía años no llegaba a una final, estoy muy contento”.

“Aguada es un equipo popular, en el que yo había jugado y obviamente la repercusión es otra. En todo momento he sentido que soy parte de este club y no tengo más que palabras de agradecimiento. Lo de Aguada es como que se transmite en la sangre, no es algo normal, no estoy acostumbrado a eso, pero lo estoy disfrutando. Hay gente que se vino de Bella Unión, de Maldonado… La gente me abraza y está emocionada, eso es impagable”, reconoció el Pepo.

A su vez, el base de 35 años habló sobre la acusación que hizo Granger, jugador de Peñarol que afirmó que Vidal tuvo para con él insultos racistas: “Fueron días muy difíciles, no estaba bien. Tuve mucha probabilidad de no jugar la tercera final, tomé un riesgo por el equipo, pero realmente no estaba en condiciones, mi familia no estaba bien, fue el momento más complejo de mi carrera. La cuarta final en el estadio de Aguada la disputé como pude, pero otra vez lo mismo… No fue fácil”.

Luego subrayó en otro tramo de la entrevista con Último cuarto: “Del ridículo no se vuelve. Yo voy a ganar o perder compitiendo dentro de la cancha, tengo normas de comportamiento, soy honesto. Me tocó perder el año pasado, felicité a Nacional, me di media vuelta y me fui a mi casa, y así ha transcurrido mi carrera deportiva. Hay cosas que hay que alejar del deporte”.

El día que me equivoque, pediré disculpas; pero no se puede permitir cualquier cosa. Podés salir a decir algo, pero cuando caés en una bajeza impresentable… Y no lo digo porque gané, una victoria no me deposita en el paraíso y tampoco una derrota en el ostracismo; esto es deporte, hay que competir, pero la gente no es tonta y se da cuenta”, agregó.

Asimismo, remarcó sobre lo que sintió con el final de la quinta final y la consagración aguatera: “Para mí es un desahogo. Fue una semana muy dura para mí, súper compleja. Creo que esto es para enseñarle a los chiquilines: la verdad sale a la luz solita, no hay que subestimar a la gente. Mi mayor virtud es competir dentro de la cancha, me ha tocado ganar y me ha tocado perder, pero dentro de la cancha y con una ética y una moral que no voy a negociar”.

Se llegó a un punto donde mi familia sufrió muchísimo y creo que eso no se puede tolerar. Hace 17 años que juego a esto y jamás me había pasado algo así, no se puede tapar el sol con las manos, los jugadores y el público de Peñarol se han portado de maravilla conmigo, y no tengo más que agradecer porque la gente no es tonta. Si alguna vez en mi vida tengo que llegar a tal punto de hacer semejante barbaridad, yo me retiro, agarro el bolso y me voy para mi casa. Tengo las cosas claras, sé de dónde vengo, mi recorrido y a dónde quiero llegar”, destacó Vidal.

“Uno tiene que competir, esforzarte al máximo y después la vida dirá si te toca ganar o perder. Me quedan tres, cuatro, cinco años de carrera, pero no a cualquier precio. Esto llegó a un nivel de bajeza que no se puede volver a permitir, y no lo digo por mí, sino que lo digo por si alguno alguna vez ha sentido algo así”, manifestó.

El Pepo incluso opinó que, si bien esta acusación lo afectó a nivel personal y familiar, también despertó cierta rebeldía en el equipo: “Plantel a plantel, creo que Peñarol podía tener un poquito más que nosotros, pero se equivocaron la manera, no era por ahí. Tocaron al líder del equipo y la gente no es tonta, Ruud, Santos y Sims no son tontos, no hay que subestimar”.

“Fueron por un lugar equivocado, y mis compañeros y el cuerpo técnico sacaron algo que capaz que en otras circunstancias en una final la historia hubiese sido otra. El aprendizaje para los más chicos es que uno tiene que tener un camino, podés engañar un ratito, pero es imposible tapar el sol con los dedos”, sentenció.