La liga dominicana ha tomado las previsiones para que la temporada no se vea afectada como ocurrió hace algunos años pero el estado del tiempo ha accidentado el inicio de la campaña
Un calendario ideal de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana para muchos fanáticos incluiría al menos un juego todos los días. Sin días en que todos los equipos descanses y se pudiera tener por ejemplo, un ‘Thursday Night Baseball’ o juego de jueves por la noche donde solo un partido acapare toda la atención.
En relación a años anteriores, la elección de los días libres ha cambiado para la temporada 2022-23, con días de descanso algunos martes, jueves o miércoles, en una temporada que regresa a su máximo de partidos después de las reducciones causadas por la pandemia del Covid-19.
Además del descanso, los días libres tienen la función de ser utilizados para jugar aquellos partidos que han tenido que ser pospuestos por las inclemencias del tiempo. En República Dominicana no son fanáticos de las dobles jornadas y las plantas televisoras que acogen las transmisiones de los equipos tienen que sortear varios inconvenientes para cumplir con el compromiso de pasar los juegos.
También hay que sumar a ello que los días con doble partidos están exentos de que también puedan ser afectados por lluvias, como quedó demostrado este pasado viernes con los encuentros entre Águilas Cibaeñas y Leones del Escogido que estaban supuestos a jugarse en el Estadio Quisqueya Juan Marichal.
El torneo apenas está comenzando pero ya el calendario ha sufrido varios ajustes por los encuentros suspendidos o pospuestos por las lluvias que han estado afectando la media isla caribeña y por ello hay diferencias entre la cantidad de juegos realizados por los equipos: Licey, Águilas y Escogido apenas 10, Estrellas y Toros 11, mientras que los Gigantes son los únicos que han completado 12 partidos.
Ooooh, oh, oh, oh, oooh...
— LIDOM (@LIDOMRD) October 29, 2022
Ojalá no vuelva a llover 🤞🏻🎶#LIDOM #CopaBanreservas ⚾🏆 pic.twitter.com/uPubrbMDEq
Por ello la importancia de mantener días libres donde ninguno de los equipos vea acción y así sea menos complejo el proceso de reprogramar los encuentros pendientes, afectando lo menos posible a los demás conjuntos. ¿Se imaginan un día en que Licey tenga que recibir en un doble partidos a dos equipos diferentes? Logística y comercialmente no funciona.
Hay recuerdos recientes de lo traumático que pueden ser las lluvias para una temporada. Lo ocurrido en 2018 fue el extremo. El incendio en el Séptimo Cielo también afectó el calendario, pero a la postre las lluvias fueron complicando lo programado y sobre la mesa la opción más sensata era la de recortar series, para no afectar el plan pautado, incluso, para la Serie del Caribe.
Todavía no hemos llegado a ese punto y esperemos no llegar. Pero por más que disfrutemos la pelota, y la deseemos a diario, los días libres en el calendario cumplen un objetivo que tal vez para muchos fanáticos no sea tan evidente pero para los organizadores sí. Las lluvias seguirán y el torneo también.