Los Dodgers, con su manera de construir un roster, no están haciendo daño al béisbol, todo lo contrario.
Con un gasto acumulado de más de dos mil millones de dólares en contratos de jugadores en los últimos 10 años --arma clave en su constante participación en la postemporada, cinco apariciones en la Serie Mundial y tres campeonatos desde el 2020--, Los Angeles Dodgers ya son considerados por mucho como el nuevo "Imperio del Mal" de las Grandes Ligas, relevando a los New York Yankees del ominoso título que le atribuyeron dos décadas atrás sus odiados rivales, los Boston Red Sox.
En las 10 temporadas transcurridas entre 2016 y 2025, los Dodgers avanzaron a playoffs cada año, pelearon el campeonato en la mitad de esas ocasiones, y lideraron ampliamente las ventas de boletos, publicidad y derechos de transmisión de los juegos, creando una imagen de súper equipo que, por razones obvias, aumentó su base de apoyo, pero también de adversión.
Mientras el rechazo contra el ganador es algo natural en los deportes, la ironía, sin embargo, es que la tesis de que "los Dodgers están arruinando el béisbol" utiliza como principal combustible el gasto en jugadores en una liga sin tope salarial y en la que un significativo grupo de clubes invierte casi a la par o muy cerca del nivel de Los Angeles.
Los Dodgers "están arruinando el béisbol" por tener una nómina salarial de $350 millones que ganó un segundo campeonato mundial (algo que no ocurría en MLB desde los inicios del tercer milenio y que no lograba un equipo de la Liga Nacional en más de medio siglo), pero los New York Mets "no están arruinando el béisbol" por pagar $342 millones (apenas $8 millones menos que los Dodgers) y no clasificar a la postemporada del viejo circuito.
Tampoco están arruinando el béisbol los Yankees, que pagaron $308 millones en jugadores y extendieron a 16 años su sequía de títulos. Ni los Philadelphia Phillies ($293 millones), que perdieron ante los Dodgers en las Series Divisionales, tras partir como favoritos, ni los Toronto Blue Jays de $255 millones que estuvieron arriba 3-2 con dos juegos pendientes en casa y desperdiciaron múltiples ocasiones de eliminar a Los Angeles para ganar su primera Serie Mundial desde 1993.
Menos aún los dos clubes del estado de Texas (Houston Astros y Texas Rangers) que ocuparon los lugares 6 ($232 millones) y 7 ($226 M.) en gasto en peloteros en el 2025 y no pasaron de la serie regular, contrario a los dos representantes de Ohio (Cleveland Guardians y Cincinnati Reds), que sí participaron en la liguilla de octubre con presupuestos que rondaron los $100 millones.
La realidad es que la queja con los Dodgers no es lo que invierten, sino los resultados de su agresividad, que es exactamente la misma razón para que los Yankees fueran etiquetados como un "Imperio del Mal" por el ejecutivo de Boston, Larry Lucchino, en el 2002, cuando Nueva York salía de un tramo en el que gastaba mucho dinero y ganaba muchos títulos.
Ahora que los Yankees solamente gastan dólares, pero no agregan campeonatos, básicamente, ya no están arruinando el béisbol.
¿Cuál es el panorama general del gasto en las Grandes Ligas, digamos por un período sostenido?
En los últimos 10 años, incluyendo penalidades por violar el programa de Balance Competitivo (que castiga a los clubes con impuestos por exceder el tope anual en las nóminas), los Dodgers han invertido $2 mil, 373 millones de dólares, seguidos por los Yankees ($2,226 M.), los Red Sox ($2,205 M.), los Mets ($2,085 M.), los Chicago Cubs ($1,841 M.), los Rangers ($1,832 M.), los Astros ($1,768 M.) y Los Angeles Angels ($1,766 M.).
Y justo aquí volvemos con la tremenda ironía del discurso apocalíptico. Los Dodgers están arruinando el béisbol por gastar 2 mil millones en jugadores, avanzar cada año a los playoffs y ganar tres campeonatos, pero sus vecinos Angels no están arruinando el béisbol pese a que han dedicado casi dos mil millones en sus jugadores en la última década, pero su costo no importa porque ni clasifican a los playoffs.
Es evidente que el problema no es el gasto, sino el resultado del equipo que más gasta, incluso si impulsa la liga completa en el proceso.
MLB vive era dorada
Liderada por los Dodgers, que metieron 4 millones de aficionados a su estadio por primera vez en su historia, la pasada temporada la MLB tuvo una asistencia global de 71,409,421, la mayor desde el 2017.
Las audiencias de televisión y las impresiones de redes sociales fueron históricas. La Serie Mundial del 2025, entre Dodgers y Blue Jays, el único equipo extranjero de las ligas mayores, fue más vista que la edición del año pasado, que enfrentó a Dodgers y Yankees, dos de los equipos profesionales más populares de Estados Unidos.
Con su staff de estrellas que lidera el japonés Shohei Ohtani y que incluye a su compatriota Yoshinobu Yamamoto, los Dodgers tuvieron un rol estelar para que la audiencia de los juegos de MLB a nivel nacional, local, en MLB.TV y en Japón aumentara con respecto al año pasado, y que la mayoría de las plataformas registraron incrementos de dos dígitos en su porcentaje de audiencia.
FOX tuvo su temporada más vista desde 2022, con un promedio de 2.04 millones de espectadores, lo que representa un aumento del 9%. El Domingo de Grandes Ligas de ESPN registró su mejor temporada en 12 años (2013), con una audiencia promedio de 1.8 millones de espectadores, un aumento del 21% con respecto al total del año anterior.
TBS obtuvo su mayor audiencia en 14 años (2011), con un promedio de 462.000 espectadores por partido, que no son exclusivos. Esto representa un aumento del 29% con respecto al año anterior.
La NHK en Japón registró su mayor audiencia de temporada regular, con un promedio de 2.65 millones de espectadores, un 20 % más que la temporada anterior. Este año marcó la quinta temporada consecutiva en la que la NHK registra un aumento de audiencia, desde 2021.
En redes sociales, la pasada temporada fue la más vista de la historia, con más de 17,800 millones de visualizaciones en todas las cuentas de redes sociales de la MLB y MLB Español. Esta cifra representa un aumento del 20% con respecto al total de la temporada anterior.
Por tercer año seguido, Ohtani fue el jugador que más camisetas vendió en todo el béisbol, seguido por Aaron Judge, de los Yankees, y luego otros dos miembros de los Dodgers, Freddie Freeman y Mookie Betts. El lanzador Clayton Kershaw ocupó el puesto número 12.
El séptimo juego de la Serie Mundial que concluyó el pasado fin de semana promedió 51 millones de espectadores en Estados Unidos, Canadá y Japón, siendo el partido de la MLB más visto en 34 años, desde el séptimo juego de la Serie Mundial de 1991. El promedio de audiencia de los siete juegos fue de 34 millones de espectadores en Estados Unidos, Canadá y Japón, la mayor audiencia para una Serie Mundial desde 1992 y un aumento del 19% con respecto al año anterior, cuando se enfrentaron los Dodgers y los Yankees, dos de los equipos más populares y exitosos del deporte mundial.
Con todos estos números favorables es muy probable que MLB supere sus ingresos brutos de $12,100 millones del 2024, el récord de todos los tiempos. Los ingresos del año pasado aumentaron en un 4.3% con relación al año anterior y registraron un salto de un 15.2% desde 2012.
Sin incluir las temporadas afectadas por la pandemia del coronavirus (2020 y 2021), las ganancias de las Grandes Ligas no han dejado de crecer cada año por más de la última década, saltando de $9 billones en 2014 a $12.1 billones en 2024, un aumento del 33%.
Un estudio económico publicado por CNBC al inicio de la temporada del 2025, mostró que los 30 clubes de MLB tenían un valor promedio de 2 mil, 620 millones de dólares, récord histórico.
Ese mismo informe mostró que Yankees, con un valor de $8,000 millones de dólares, es el equipo más caro de la pelota y entre todas las franquicias deportivas norteamericanas, solamente están detrás de los Dallas Cowboys del fútbol americano, que están valorados en 11 mil millones. De acuerdo al reporte, los Yankees generaron $705 millones en el 2024.
Los Dodgers, con un valor de $5,800 millones y $701 millones de ingresos el año anterior, quedaron en el segundo lugar. Nueve clubes superaron los $3 mil millones en su valor y todos superaron los $1,200 millones.
Los Tampa Bay Rays, que en abril del 2025 fueron valorados en $1,400 millones, terminaron el año siendo vendidos a un nuevo grupo de empresarios por $1,700 millones.
Esos no son números de un deporte que está siendo arruinado, sino todo lo contrario.
Por otro lado, está claro que MLB necesita un sistema que evite que los Dodgers, los Yankees y los Mets tengan nóminas de $300 millones al mismo tiempo que otros cinco conjuntos (Miami Marlins, Athletics, Chicago White Sox, Pittsburgh Pirates y Rays) estén por debajo de $100 millones.
Quizás, en lugar de criticar a los que sí invierten, los cañones deberían comenzar a apuntar hacia los que no lo hacen.
