La forma en que Boston Red Sox ha respondido para iniciar el año, luego de ser barridos en tres partidos por los Orioles para empezar la temporada, muestra ciertas similitudes con lo demostrado por el equipo en 2018 cuando ganaron la Serie Mundial
El equipo de Boston Red Sox de 2021 es un equipo difícil de predecir. Un conjunto que armó una rotación basada en lanzadores que han tenido problemas de salud y de consistencia y añadió múltiples jugadores que pueden jugar en todos los jardines, buscando profundidad, pero ninguno siendo una estrella establecida.
En un año en que por primera vez no contarán con los tres jardineros que guiaron al equipo a su cuarto campeonato de Grandes Ligas desde el año 2000, las dudas que existen sobre el equipo son muchas, pero de alguna forma el conjunto empieza a demostrar que será altamente competitivo.
Sin embargo, el regreso de Alex Cora luego de un año de suspensión, siendo este el dirigente que llevó al equipo al campeonato de 2018, ha dado cierto nivel de confianza que no se tuvo durante el 2020, año en que el equipo jugó uno de sus peores temporadas desde el fatídico equipo de 2012, el cual se ha notado de manera significativa.
Con ocho triunfos y tres derrotas hasta el momento, Boston Red Sox ocupa el primer puesto de la división este la Liga Americana. Mucho ha tenido que ver con una ofensivo que ha sido efectiva que antes de la jornada del miércoles estaba bateando para un promedio de .277 (segundo en MLB), un porcentaje de embasarse (OBP) de .332 (noveno) y un slugging (SLG) de .479 (tercero), buenos para un OPS de .812 (tercero), siendo uno de los mejores cuerpos de bateo de las Grandes Ligas hasta el momento.
En cuanto a su cuerpo de lanzadores, los Red Sox son sextos en la Liga Americana en promedio de carreras limpias con 3.93. Son el equipo que menos cuadrangulares ha permitido, en promedio, en las Grandes Ligas, lo cual ha sido vital para mantener su racha de victorias hasta el momento. Sin embargo, a nivel defensivo, todavía el equipo tiene mucho terreno que cubrir, siendo uno de los equipos con más errores para iniciar el año (seis) y teniendo uno de los peores conjuntos en eficiencia defensiva de MLB, al ocupar el puesto 23 en dicha métrica.
A pesar de esto último, Boston está ganando juegos de todas las formas posibles. Juegos donde la ofensiva comanda, juegos apretados en donde los lanzadores han marcado la diferencia, partidos en los que han estado abajo y otros que han dominado desde el comienzo, muy similar a lo que ocurrió con el equipo campeón de 2018.
Existen diferencias marcadas, en especial en cuanto al tipo de personal que compuso al equipo de 2018 y al actual para los Red Sox, pero no queda duda de que, hasta el momento, el conjunto ha probado, contra todo pronóstico en contra, que puede ganar partidos.