Orlando 'Duke' Hernández recuerda con claridad la primera vez que entró al vestidor de los New York Yankees, lo ansioso que estaba y quienes lo ayudaron a sentirse cómodo en un ambiente desconocido y tan desafiante para un forastero como él.
"Una de las primeras personas que me dió la bienvenida fue Derek Jeter", recordó Hernández. " A pesar de que yo era mucho mayor que él y tenía más tiempo jugando béisbol-- jugar en Grandes Ligas, y con los New York Yankees, era algo completamente diferente--y sentir que era bienvenido, fue muy valioso para mí", agregó.
"En ese momento era muy joven, pero ya comenzaba mostrar lo grande que sería en el futuro ", dijo Hernández, quien debutó con los Yankees en medio de la temporada de 1998, cuando Nueva York barrió con todos sus rivales de principio a fin, impuso una marca con 114 triunfos en la vuelta regular y cerró el torneo levantando el trofeo de campeón.
A días de que ESPN estrene la docuserie "The Captain" sobre la carrera de Jeter, "El Duke" Hernández se juntó con el escritor y comentarista Enrique Rojas para hablar sobre sus años junto al icónico torpedero de los Yankees. El encuentro, titulado "Memorias del Duke: El Capitán", se produjo en la tienda de cigarros "Top Cigars" de la popular Calle Ocho de La Pequeña Habana en Miami.
"The Captain", que se estrenará a las 10 p.m. ET del lunes 18 de julio en ESPN y ESPN+, justo después de la transmisión del Derby de Jonrones desde Dodger Stadium, es una serie de siete episodios que cubre magistralmente toda la carrera de Jeter, comenzando con sus días de jugador en escuela secundaria hasta llegar al Salón de la Fama de Cooperstown con el 99.74% (396 de 397 votos).
Dirigida por el ganador del premio Emmy Randy Wilkins, "The Captain" es un retrato visual de quien fuera la cara de los Yankees, el equipo más popular del deporte estadounidense, en uno de los mejores tramos de su historia. Además de poner grandes estadísticas en el terreno (más de 3,400 hits en temporada regular, 200 en playoffs, cinco Guantes de Oro, cinco Bates de Plata, 14 Juegos de Estrellas, cinco campeonatos, etcétera), Jeter ha sido uno de los beisbolistas más respetados y admirados de los últimos tiempos.
Orlando Hernández no lo duda: si alguien enseñó el significado de la palabra respeto en el Club House de los Yankees, fue Jeter.
"Lo principal que tiene es su personalidad. A pesar de ser muy joven y que el idioma era un obstáculo entre nosotros, él sabía cómo llegar. Jeter me saludaba diciéndome [en español] ´todo bien´ como forma de hacerme sentir cómodo", dijo Hernández.
"Jeter me ayudó mucho. Cuando llegué me sentía como un muchacho de 15 años porque era un mundo nuevo, pero Jeter me ayudó mucho", agregó Hernández, quien tenía 32 años cuando llegó por primera vez a las Grandes Ligas.
Hernández, un nativo de Villa Clara, en la región central de la mayor de las Antillas, era uno de los mejores lanzadores cubanos de su generación en 1997, cuando tomó la decisión de escapar del país para seguir los pasos de su hermano menor, Liván, quien se había marchado dos años antes.
"El Duque" firmó un contrato de $6,6 millones de dólares por cuatro temporadas con los Yankees en marzo de 1998 y después de un tiempo de adaptación en las ligas menores fue subido al club grande en junio para cubrir la ausencia del estelar abridor David Cone, quien había sido mordido en un dedo de su mano derecha por su perro recientemente.
En su primera salida, el 3 de junio contra los Devil Rays de Tampa Bay, lanzó siete entradas de una carrera y siete ponches para mostrar que no estaría en el Bronx para una salida. El derecho se estableció en la rotación y tuvo marca de 12-4, efectividad de 3.13 y quedó cuarto en la carrera por el Novato del Año.
Más importante, Hernández blanqueó a los Cleveland Indians en siete entradas en la Serie de Campeonato y limitó a una carrera en siete actos a los San Diego Padres en el primer juego de la Serie Mundial, que terminó en una barrida 4-0 para Nueva York.
Fue el primero de tres títulos de Hernández con los Yankees (1998, 1999 y 2000), que terminó con cuatro en su carrera (2005 con los Chicago White Sox), pero el segundo de los cinco que Jeter apiló durante su grandiosa carrera de 20 años en Grandes Ligas, todos con el uniforme rayado. Jeter, Novato del Año y campeón en 1996, también ganó en 1998, 1999, 2000 y 2009.
El gran pitcher cubano describe la personalidad de la estrella de los Yankees y lo que inspiraba su presencia en el Club House.
"Jeter se ganó su puesto de capitán por méritos. Recuerdo unas palabras que dirigió al equipo cuando estuvimos abajo en la primera ronda de los playoffs del 2000 contra los Oakland Athletics. Fueron palabras inspiradoras que todavía hoy me emocionan. Fue una de las reuniones más emotivas que tuvimos y logró hacernos reaccionar", dijo Hernández.
"Los equipos de pelota necesitan varios Jeter", dijo.