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A.J. Andrews mantiene una lucha por el pago igualitario

Esta es una historia exclusiva de la edición 2017 del Body Issue de ESPN The Magazine. Suscríbete ahora

Es muy justo que el fenómeno del softbol que es A.J. Andrews se haya convertido en la primera mujer en ganar un Guante de Oro en agosto de 2016. Aquí tenemos a Andrews relatando cómo llegó a lo que es hoy y sus (grandes) objetivos para el futuro, en sus propias palabras:


Realmente, soy una jugadora con agallas. Soy una de esas jugadoras que no teme zambullirse en la arcilla. Si no me ensucio durante un juego, no siento que he hecho mi trabajo. Pero también me gusta lucir fabulosa; yo uso maquillaje durante los juegos. Pero daré todo de mi para atrapar una pelota, no importa si quedo en ridículo o si mi cara se estrella contra la arcilla y termino con un aspecto horrible. Creo que hay algunas jugadas que he hecho en las que parecía que podía romperme el cuello. Me levanto, me vuelvo a poner mi lazo, arreglo mi cabello y estoy lista para seguir jugando.

La última temporada, me arrojé a atrapar una pelota y terminé fracturándome la mano. Mi guante se quedó trabado en el pasto y terminé cayendo sobre mi mano y me fracturé dos o tres huesos. Era mi mano izquierda, la mano con que atrapo. Fue una cuestión algo psicológica para mí. No le dije nada a nadie y seguí jugando toda la temporada – trataba de atrapar las pelotas y era muy doloroso cada vez que la pelota impactaba en mi guante. A veces tuve que darme vuelta y secarme las lágrimas porque me dolía mucho. Me las secaba realmente rápido y me daba la vuelta, para que nadie me viera y seguía jugando.

Intenté de todo para atenuar el dolor. Traté de poner relleno sobre mi mano y luego vendarme con cinta adhesiva, pero luego era difícil calzarme el guante. Tampoco me hacía sentir mejor, solo hacía que me sintiera torpe. Así que, literalmente, al final de la temporada estaba jugando con la mano fracturada. No había nada que yo pudiera hacer.

Comencé a tener temor de arrojarme al piso. Eso fue lo más decepcionante, porque eso es lo que siempre me había encantado hacer. Así que sentirme nerviosa si tenía que arrojarme – algo que nunca había pensado dos veces en toda mi vida – era muy decepcionante. Finalmente, decidí que iba a ignorar el dolor.

Cuando hice alguna de esas atrapadas realmente grandiosas que la gente ha visto, alguien me preguntó, "Bueno, ¿en qué estabas pensando?" Solo quería volver a ser yo misma. Quería volver a ser la jugadora que se arrojaba todo el tiempo. Cuando atrapé esa pelota realmente sentí que estaba de vuelta.

ACEPTAR SUS “HERMOSOS MÚSCULOS”

A menudo la gente piensa que una jugadora de softbol es alguien robusta, muy ancha, con un aspecto exterior realmente rudo. Y ese no es el caso en absoluto. Los hombres son solo juzgados por su rendimiento, ¿no es cierto? O son juzgados positivamente por lo grandes que son en realidad. En cambio, las mujeres son juzgadas de manera negativa si son grandes. En las jugadoras de softbol, podemos encontrar distintas formas y tamaños, alturas, pesos – no hay un tipo determinado de jugadora de softbol.

Trabajo muy duro para ser rápida, así que pienso que mis piernas demuestran que soy una velocista. Mis brazos están muy definidos y son sólidos, y eso es una prueba el esfuerzo que he puesto en golpear pelotas largas. Mi estómago tiene excelente tono muscular por todas las carreras y zambullidas y toda la agilidad que pongo para alcanzar rápidamente las pelotas y hacer esas atrapadas en zambullida que me han distinguido toda la vida.

Siempre he tenido brazos realmente lindos, pero acostumbraba a usar mangas largas porque estaba acomplejada. Cuando era joven, solían decirme cosas como "Oh, tus brazos son tan grandes". Y yo nunca me enteré realmente por qué eso estaba mal, pero me quedó el recuerdo. Así que cuando entrenaba con pesas, trataba de hacerlo con poco peso. Y luego, cuando tuve algunos años más, supe que necesitaba ser más grande, más rápida y más fuerte para tener éxito y destacarme en mi deporte. Y comencé a aceptar el hecho de que mis músculos son hermosos y me han convertido en lo que soy como persona y como deportista.

Me gusta que mi cuerpo tenga muy buen tono muscular. Creo que tengo un bonito trasero, sinceramente. Soy una de esas personas que son muscularmente definidas por naturaleza. Todos los que me ven saben que soy una atleta. Me gusta conseguir esos resultados y ver que la definición muscular se marca aún más.

NO LO LLAMEN BÉISBOL – EL SÓFTBOL ES EL DEPORTE MÁS DURO

Las personas no terminan de comprender que el sóftbol es un deporte mucho más rápido que el béisbol. Tenemos que ser más fuertes y más rápidas para hacer esas jugadas. Cuando uno compara al sóftbol con el béisbol, realmente comprueba que es el deporte más duro. Yo sé que dedicaron una edición de Sport Science a ese tema, de qué manera las distancias son más cortas. Los tiempos de reacción deben ser más rápidos. Hay muchas complejidades diferentes en el sóftbol que las personas no terminan de comprender.

Cuando el COI eliminó al sóftbol del programa de los Juegos Olímpicos, no terminé de comprender la razón, ¿porque uno tiene a tantos otros deportes como el tenis de mesa en los Juegos y el sóftbol no puede estar? Fue realmente un golpe bajo y en cierta forma me hizo comprender que no estamos progresando como deberíamos hacerlo. Ahora están volviendo a incluir el sóftbol en los Juegos Olímpicos de 2020, y eso es algo en lo que aspiro competir. Quiero que el sóftbol sea un deporte que entusiasme al público y tras el cual se agrupen muchos fanáticos.

Antes, mi objetivo era ganar un premio Guante de Oro; ahora quiero que a las mujeres se les pague lo mismo que a los hombres. Creo que justo ahora eso se considera imposible y conseguir eso es algo que me he puesto como objetivo. Realmente, quiero que el sóftbol sea igual que el béisbol y que la gente deje de considerar al sóftbol como un deporte secundario, incluso cuando se refieran al sóftbol como béisbol. Cuando se dirigen a mí, – y sé que no lo hacen por faltarme el respeto – me dicen, "Oh, ¿así que juega al béisbol?" y yo siempre respondo cortésmente: “No, yo juego al sóftbol”.

Realmente quiero que a las mujeres se las considere y se les pague igual que a los hombres. Es simplemente injusto que si estamos trabajando tan duro como ellos – si no es el doble de duro – no tengamos el mismo nivel de respeto. Y por ejemplo, vemos a Serena Williams, que es una pionera para las mujeres en el deporte, y todavía no recibe una paga similar a la de un hombre. Esa es una de las cosas que creo es considerada imposible y que me encantaría lograr que fuera posible más que ninguna otra cosa.

“ESTOY CONVENCIDA DE QUE PUEDO ATRAPAR CUALQUIER PELOTA”

Soy una de esas personas que cuando duerme, siente que se está perdiendo algo mejor. Me esfuerzo tanto entrenando que incluso lucho para mantenerme arriba. Nunca olvidaré cuando era más joven y le dije a mi padre, "Voy a ganar una beca D1", y él me contestó, "Muy bien, pero mejor que trabajes mucho y sepas que siempre habrá alguien allí que estará trabajando más fuerte que tú". Esto me quedó grabado. Me esfuerzo por levantarme a la mañana temprano cuando no me siento con ganas de hacerlo a las 5 a.m. para ir a levantar pesas o para quedarme hasta tarde en las jaulas para seguir pegando cada vez más duro, aunque esté cansada. Lucho contra todo eso para poder estar 1 por ciento mejor cada día, porque no quiero que nadie esté mejor que yo.

Cuando estoy en el campo de juego, pienso literalmente que no hay nada inalcanzable. Estoy convencida en mi mente que puedo atrapar cualquier pelota. Así que si alguien batea un lanzamiento alto enfrente del receptor, si puedo partir con cierta anticipación y la pelota fue lo suficientemente alto creo que la puedo atrapar – aunque tenga que correr cualquier cantidad de pies para atrapar esa pelota en el jardín. Creo que lo puedo hacer. Creo que si me puedo acercar a esa pelota, la voy a atrapar.