Esta es una historia exclusiva de la edición 2017 del Body Issue de ESPN The Magazine. Suscríbete ahora
Hizo la gran jugada del Super Bowl LI, una atrapada imposible de un pase torcido de Tom Brady que impulsó a New England Patriots a lograr una victoria en tiempo extra. ¿Cómo supera Julian Edelman eso? Tal vez saltando en el aire totalmente desnudo para su toma fotográfica del "Body Issue" unas semanas después. El periodista Morty Ain se reunió con el ala abierta de los Patriots para conversar sobre el cuerpo, incluso la manera en que desarrolló la concentración – y la fuerza de agarre – necesarios para hacer esa jugada milagrosa.
Te acercas al final del período de descanso; ¿cómo te has mantenido en forma fuera del campo de juego?
A veces uno come demasiadas hamburguesas [ríe] y se divierte demasiado después de una temporada y entonces comienza a sentirse un poco flojo. Pero cuantos más años tienes, más adviertes lo valioso que es estar en la National Football League y ves a todos los jóvenes talentos que están entrenando duro. Así que yo creo firmemente que uno tiene eso en cuenta, y la mejor manera de mantenerse en forma es no estar nunca fuera de forma.
Es obvio que la meta N° 1 todos los años es jugar todos los partidos. Eso debería ser una prioridad porque a veces la capacidad de durar te ayuda a superar la falta de habilidad. La gente cree que es una temporada de 16 semanas, pero este es un trabajo de 52 semanas. Siempre estás pensando cómo mejorar y qué lograr para el año próximo. Yo puedo decir qué época del año es por la apariencia de mi cuerpo.
Tengo que hacer esta pregunta: ¿Cómo has podido hacer esa asombrosa "atrapada" durante el Super Bowl?
La regla N° 1 que aprendes como receptor: Tienes que mirar la pelota. Uno escucha que tal o cual jugador tuvo suerte. Pero el tipo que tuvo suerte tuvo una oportunidad y estuvo preparado para aprovecharla. A veces la pelota cae donde tú estás y, sabes, la atrapamos.
¿Entonces, qué tipo de preparación te ayudó a lograr esa atrapada?
Cuando estoy cansado, me gusta ir y practicar a atrapar pelotas de tenis rebotando en las paredes. Las de diferentes colores deben atraparse con manos distintas y tienes que reaccionar a ese tipo de cosas desde diferentes ángulos. Hago toda clase de cosas de tiempo de reacción o destrezas de reacción con pelotas de tenis todas las mañanas, o al menos, cuatro veces a la semana. Después de esa atrapada en el Super Bowl, me acerqué al asistente con el que practico – es uno de nuestros utileros – y le dije, "¡Eso fue por las pelotas de tenis!" Es porque uno reacciona tan rápido. Todo termina por ayudarte.
Además, hago un circuito de ejercicios de mano en baldes de arroz. Revuelvo el arroz con mis dedos de derecha a izquierda durante 20 o 30 segundos. Y luego hago lo mismo pero en sentido contrario. Después abro y cierro las manos en el arroz, rotando las muñecas para lograr diferentes movimientos de los dedos. Y luego intento cavar hasta el fondo, bien hasta el fondo del balde y retorno hacia arriba. Así que hago eso durante 30 segundos. Después toco el piano, o sea muevo mis dedos como si tocara el piano dentro del arroz, como si tuviera dos acordes, durante 30 segundos. Y después tomo un puñado de arroz y lo aprieto tan fuerte como puedo durante 30 segundos.
¿Dónde has aprendido a hacer eso?
Mi padre era un tipo excelente para entrenar. Cuando me hice profesional, no podía atrapar los despejes altos. Así que me sujetaba un brazo a mi espalda con cinta, o me hacía usar un solo brazo, y le pedía a mi hermana o a mi amigo Kurt que me tiraran pelotas de tenis a la cara mientras mi padre se subía a los palcos de prensa de nuestra secundaria. Pateaba las pelotas desde allí para poderlas enviar bien alto, y yo tenía que atraparlas.
Luego, tomaba unos anteojos de sol y tapaba uno de los lentes con cinta. Y yo tenía que atrapar la pelota mirando con un solo ojo y usando un solo brazo para hacerlo más difícil todavía. Y él también me hacía correr rutas entre un ejercicio y otro, ¿has visto cuando hay seis canchas de tenis una al lado de otra? Había un montón de redes y me hacía correr distintas rutas entre todos esos postes para que estuviera alerta. Él siempre estaba pensando sobre estas atrapadas con una mano cuando me convertí en receptor. Él siempre me hizo trabajar mi lado mental.
Has declarado que siempre tuviste un resentimiento. ¿Cómo se originó?
Cuando comencé a jugar Pop Warner (programa de fútbol americano juvenil), yo era realmente pequeño. Tenía 8 años y siempre era el niño más pequeño y como siempre me ganaba mi hermano mayor, nunca toleraba nada de ningún otro. Nunca tuve miedo de nadie que fuera dos o tres años mayor que yo porque no temía ser golpeado ni temía competir. Y así es como yo era, y así es como mi padre me crió.
Yo acostumbraba a ir a la habitación de mi padre cuando era muy pequeño y le decía, "Papá, ¿cuándo voy a crecer? Porque él había sido de crecimiento tardío. Cuando él tenía 17 años, todavía era pequeño. Acostumbraba a ir a la habitación de mi padre llorando y le decía, ‘Papá, ¿cuándo voy a crecer? Estoy cansado de ser bajo”. Y él me diría, "No te preocupes hijo, sigue luchando. Y te lo digo ahora, un día vas a tener toda la ventaja".
¿Hay alguna cosa de tu cuerpo que nos podría sorprender?
Tengo pies muy feos. Desde que ingresé a la NFL – cuando comencé a tener que hacer esas prácticas con los conos y aprender a correr rutas, y tus pies están constantemente interponiéndose y deslizándose y golpeando la parte trasera o frontal de tu puntera – mis pies se han vuelto muy feos. Tengo un juanete en mi pie derecho. Mis uñas están todas torcidas. Tengo cicatrices en los costados. Estoy avergonzado por ellos. No trato de esconderlos, pero no uso sandalias, eso es seguro. No hay palabras para describirlos. Parecen los pies de "la parca". Historias de la cripta ¿Recuerdas "Historias de la cripta"?
Si pudieras cambiar algo de tu cuerpo, ¿qué sería?
Mis manos. Me he roto cada uno de mis dedos. Mi meñique está todo torcido; me molesta cuando doy la mano y a veces cuando trato de atrapar la pelota. Me lo fracturé cuando era un niño y jugaba en el programa Pop Warner, y luego me lo volví a fracturar más tarde. Se me trabó en una máscara y el contrario movió bruscamente la cabeza y mi meñique se desprendió. Han pasado los años y no se enderezará nunca.
Uno se arruina muchos dedos atrapando pelotas. Cuando Tommy [Tom Brady] lanza un pase fuerte, o Jimmy [Garoppolo] lanza un pase fuerte o Jacoby [Brissett] lanza un pase fuerte y a veces te encuentras en distintas posiciones incómodas, puedes dislocarte un dedo. Muchas veces, en el juego de bloqueos, te toca bloquear a un back defensivo o a un profundo, y estás luchando con esos tipos y te aferras a sus hombreras. Estás moviendo tus manos tan rápido que a veces tu meñique queda trabado y cuando lo miras, ya está torcido.
¿Qué otro tipo de lesiones has sufrido?
Me he fracturado ambos pies. Me fracturé mi antebrazo – una vez el radio y otra vez el cúbito, así que tengo dos cicatrices por eso. Tuve cirugía de labrum derecho cuando estaba en la universidad. Me fracturé la mandíbula. Me arruiné la rodilla izquierda hace unos años. Me lesioné los ligamentos cruzados. He tenido cirugías de hernia. Al principio de mi carrera me sometí a cirugía de aductores, así que tuve hernia bilateral y problemas de ingle.
Hay un viejo dicho: "No puedes entrar al equipo si estás siempre en la bañera". Haces todo lo posible por volver a jugar. Juegas lesionado. Nuestro deporte es distinto, sabes. Hay incentivos para jugar porque si no juegas, no recibes paga. Nuestros contratos no tienen garantías. Tienes que volver al equipo rápido, porque todos son buenos.
¿Crees que hay algo no saludable en la manera que tratas a tu cuerpo?
Cada vez que miras una cicatriz, puedes ver lo duro que has debido entrenar para volver a estar en condiciones de jugar, y jugar al máximo nivel. Así que son como pequeñas victorias. No es que sea una victoria lesionarse – es malo – pero cuando miras hacia abajo y dices "Caramba, ese fue un proceso de rehabilitación realmente duro", llegas a sentir cierto orgullo.
Estoy orgulloso de esta última lesión de mi pie. [Edelman se fracturó el pie izquierdo en 2015, y fueron necesarias dos cirugías]. Ese fue un año muy duro. Salir y jugar 16 partidos es un testimonio de que tienes un buen grupo de personas a tu alrededor y que te da los motivos correctos para seguir trabajando. Yo sabía lo que tenía que hacer para rehabilitarme y cuándo podría volver, pero creo que siempre existe ese margen de duda que hace que te esfuerces más. Está esa pequeña cosa en el fondo de tu mente, el temor a fallar. Me vuelve loco. Creo que odio perder más de lo que amo ganar.