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Katia Castorena, Escritor ESPN Digital 4y

Cuando los Dodgers sorprendieron y ganaron la Serie Mundial de 1988

Habría que remontarse 32 años atrás para el último campeonato de Los Angeles Dodgers. Fue en 1988 cuando vencieron a los favoritos Oakland Athletics y se llevaron la Serie Mundial.

"En un año que ha sido tan improbable, lo imposible ha pasado", se escucha en la icónica narración del comentarista Vin Scully, durante el primer partido de aquella Serie Mundial.

Y es que en ese primer partido, nos regaló una de las jugadas más recordadas en la historia de Grandes Ligas que marcó el camino para el título de los angelinos. Era la parte baja de la novena entrada, cuando los Dodgers estaban con la desventaja en el marcador por 4-3. El mánager Tommy Lasorda llamó a Kirk Gibson a batear como emergente. El público enloqueció y se puso de pie para recibir al número 23.

En toda la temporada, Gibson produjo cuando se le necesitó, lo que le valió ser nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. La diferencia era que ahora estaba lesionado. En la emocionante serie de campeonato de la Liga Nacional, los Dodgers dejaron en el camino a los New York Mets con un Gibson siendo vital. Sin embargo, después de siete juegos, el 4to yéndose a extra innings, Gibson terminó con lesión en el muslo posterior izquierdo y la rodilla derecha, por lo que no se esperaba que jugara en la Serie Mundial.

Con dos outs, Mike Davis se encontraba en primera base. Apenas pudiendo mantenerse en pie, Gibson se enfrentaba cara a cara al cerrador Dennis Eckersley, quien eventualmente sería Salón de la Fama. Su turno al bate empezó con 2 strikes. Luego emparejó la cuenta. En el séptimo pitcheo, otra bola, Davis logró robarse la segunda base. El siguiente bateador empezaba a calentar, ya no era necesario el poder de Gibson pues con un extra base podía llegar el empate.

En el siguiente lanzamiento, ante la expectativa de todos, Gibson conectó lo que parecía un sencillo swing producto más de la fuerza de los brazos, que de sus dolidas piernas, logrando el jonrón del triunfo. "Ella se fue", narró Scully cuando la pelota pasó la cerca por el lado derecho del campo. Fue un cuadrangular de emergente, productor de dos carreras para sentenciar el juego. Como si se tratara de un guión de película Hollywood, Gibson trotó como pudo recorriendo las bases con el puño en alto ante el éxtasis de los presentes. Sus compañeros lo recibieron con un pasillo en el plato celebrando esa primera victoria. Fue la única vez en la Serie que Gibson estuvo en el 'home'.

Gibson firmó como agente libre con Dodgers en enero y se convirtió en pieza fundamental. Finalizó la temporada regular bateando para .290 con 25 jonrones, 76 carreras producidas y 31 bases robadas. Pero lo que más aportaba, era su liderazgo y personalidad. Gibson fue el 'MVP' de la Nacional.

Orel Hershiser

El momento anímico favoreció a los Dodgers después de ese primer juego. La novena angelina selló el campeonato con la serie 4-1 a su favor. Pero más allá del jonrón épico de Gibson en el primer juego, la pieza clave fue el lanzador Orel Hershiser quien fue nombrado el Jugador Más Valioso de esa Serie Mundial.

Orel tuvo una sensacional temporada. Lideró la liga en victorias con 23, entradas con 267 y 8 blanqueadas. El 30 de agosto de 1988, comenzó con una racha positiva que a la postre sería histórica de 59 entradas al hilo sin permitir carrera. Hershiser fue elegido unánimemente como el premio Cy Young de la Nacional, ganó el Guante de Oro y fue seleccionado al Juego de Estrellas.

Hershiser fue el 'MVP' de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Mets y también de la Serie Mundial. Contra Nueva York fue abridor en tres juegos, obtuvo el salvamento en el cuarto juego y los dejó en cero en el decisivo. Ya en la Serie Mundial contra Athletics, tuvo dos victorias: el juego 2 sin carreras y en el decisivo quinto juego, lanzó todo el partido permitiendo dos anotaciones.

Ante todo pronóstico, los Dodgers quedaron campeones. Fueron el 'caballo negro' de la postemporada dejando en el camino a dos de los favoritos en Mets y Athletics. Las estadísticas respecto a productividad favorecían a esos equipos, especialmente Mets en la Nacional, que serían la primera aduana para llegar a la Serie Mundial.

"En un año que ha sido tan improbable, lo imposible ha pasado", resuenan las palabras de Vin Scully. Al final del día, una vez en el campo, las estadísticas no valen y el deporte nos regala historias de éxito, momentos memorables que no dejan de sorprendernos.

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