Varios de los miembros del club de bateadores con 500 jonrones forman parte de la extensa lista de admiradores que tiene el más reciente integrante de uno de los grupos más prestigiosos del béisbol de las Grandes Ligas (MLB) y de todo el deporte, en sentido general.
El inicialista de los Detroit Tigers, Miguel Cabrera, se acaba de convertir en el primer venezolano, séptimo latinoamericano y vigésimo octavo toletero de la historia que acumula 500 o más vuelacercas en las ligas mayores estadounidenses.
"Felicidades por tu jonrón 500... ¡Y los que faltan!", dijo el antiguo torpedero Luis Aparicio, el único venezolano con una placa en el Salón de la Fama del béisbol de Estados Unidos.
A Cabrera, de 38 años, le tomó 19 años y 10,871 apariciones al plato para ser el primer bateador de MLB con medio millar de vuelacercas desde que el dominicano David Ortiz lo hiciera el 12 de septiembre del 2015. Pasaron 92 años desde que Babe Ruth, el 11 de agosto de 1929, fundara la novedosa camarilla.
Cabrera es el primero que lo hace con el uniforme de los Tigers, para los que ha jugado por las últimas 14 temporadas y con los que tiene un contrato que no terminará hasta el final de la campaña del 2023, lo que en cierta forma facilita su ascenso en la escalera de la grandeza. Los también quisqueyanos Alex Rodríguez (696), Albert Pujols (676), Sammy Sosa (609) y Manny Ramírez (555) y el cubano Rafael Palmeiro (569) son los otros latinos que batearon 500 o más cuadrangulares.
"Miggy es un monstruo, un bateador especial", dijo Ortiz, quien pegó 541 cuadrangulares en 20 temporadas con los Minnesota Twins y los Boston Red Sox, y es considerado por la mayoría como el mejor bateador designado de la historia. "Es uno de los mejores de todos los tiempos. Nunca he visto otro hombre grande con tantas habilidades para, además, batear como un hombre pequeño. Miggy batea jonrones, pero también es un bateador fino que puede pegar hits hacia cualquier zona", agregó "Big Papi".
Y Ortiz sabe muy bien de lo que está hablando.
Entre los bateadores de 500 HR, Cabrera (4) es segundo en títulos de bateo acumulados, solamente detrás de Ted Williams (6), en la historia del béisbol.
Después de llegar a 500 jonrones, Cabrera ahora va detrás de agregar los 9 dobles y 45 hits que le faltan para las marcas redondas de 600 y 3,000, respectivamente. Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, Pujols, Rodríguez y Palmeiro son los bateadores que combinaron tres mil hits y 500 jonrones, pero solamente Aaron y Pujols también ligaron 600 dobletes.
En su carrera, el nativo de Maracay batea .311, exactamente el mismo promedio que tuvo el japonés Ichiro Suzuki y el #64 más alto de todos los tiempos. Cabrera, además, es el número 20 en carreras impulsadas (1,785) y el número 73 en anotadas (1,498).
En el 2012, Cabrera logró la primera Triple Corona del bateo en 45 años, liderando la Liga Americana en promedio (.330), jonrones (44) y empujadas (139), hazaña que le valió recibir el primero de sus premios consecutivos de Jugador Más Valioso (MVP).
"Miguel es uno de los mejores jugadores que ha pasado por esta pelota", dijo Pujols, quien es nada más y nada menos que tercero en carreras impulsadas (2,145), quinto en jonrones y dobles (667 y 672) y undécimo en hits (3,295) en los lideratos históricos de MLB. "No es fácil jugar por tanto tiempo y rendir al nivel que lo ha hecho Miguel de manera consistente. Es superior", apuntó el ganador de tres trofeos MVP en la Liga Nacional.
Pujols, de 41 años de edad y 21 temporadas en el Big Show, actualmente juega con los Los Angeles Dodgers los últimos partidos de un contrato por 10 años que firmó con los Los Angeles Angels.
Incluso el rey de los jonrones y uno de los hombres que disputa el título no oficial de "mejor bateador de todos los tiempos", el exjardinero norteamericano Barry Bonds, se rindió ante la capacidad de Cabrera para golpear una pelota.
"Simplemente tiene un coeficiente intelectual mejor que la mayoría. Él está en esa liga [superior] de ese coeficiente intelectual", dijo Bonds, quien ganó siete premios de MVP y es el líder histórico de jonrones (763), bases por bolas (2,558) y boletos intencionales (688) del béisbol.
"Esto es fácil: Para mí, Cabrera es uno de los mejores bateadores derechos puros que ha tenido el béisbol", dijo Eduardo Pérez, quien jugó por 13 años en la gran carpa, antes de ser coach, mánager y comentarista de televisión.
"Miggy es natural. Ha podido usar todo el terreno. Cuando ha necesitado poder, ha generado poder. No puedes hacerle una formación única porque te puede ganar con un hit, como con un batazo grande", dijo Pérez.
"Te maneja el lanzamiento adentro y el pitcheo afuera, bolas altas y bolas bajas, mueve bien las manos. Cabrera hace que se vea fácil el batear, que es una de las cosas más difíciles del mundo", agregó el hijo de Tany Pérez, un miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, donde muy probablemente estará Cabrera cinco años después de su retiro.
Hasta ahora, el torpedero Luis Aparicio es el único nativo de Venezuela con una placa en el Museo del Salón de la Fama.
"Cabrera debe entrar en la primera boleta ¡Fácil!", dijo Pérez.
"Uno de los bateadores más completos que jamás he visto. Un Tony Gwynn con poder del lado derecho. Así de simple", dijo sobre Cabrera el mánager de los Boston Red Sox, el puertorriqueño Alex Cora.
El elogio no es barato. Gwynn, un "hiteador" zurdo que ganó ocho títulos de bateo y tuvo promedio de .338 en 20 temporadas, es considerado uno de los más finos que ha pasado por un campo de las ligas mayores. En ruta a los 500 cuadrangulares, Cabrera conquistó cuatro lideratos de OBP (porcentaje de embasarse) y dos de jonrones. "Otra cosa es que Cabrera ha tenido el don de disfrutar el juego como pocos", dijo Cora.
Cabrera debutó con Miami a los 20 años de edad en junio del 2003, rindió lo suficiente en media temporada para entrar en la pelea por el Novato del Año de la Liga Nacional y ayudar al equipo de expansión a llegar a su segunda Serie Mundial en seis años.
En el clásico de otoño contra los Yankees, Cabrera apenas pegó cuatro hits en 24 turnos, pero su jonrón contra el legendario Roger Clemens en la primera entrada del juego 4 fue un presagio del inicio de una de las mejores carreras en tiempos recientes.
Los Marlins ganaron su segundo campeonato y Cabrera quedó quinto en la votación del Novato del Año, que ganó su compañero, el lanzador Dontrelle Willis.
"Desde que comenzó mostró de lo que era capaz. Este es un muchacho que ha estado jugando con los hombres desde que lo firmaron y nunca ha tenido miedo con un bate en sus manos", dijo Ortiz.