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Legado inédito de Roberto Clemente

David Ortiz recibió el trofeo Roberto Clemente al lado de Vera Clemente, viudad del ex jugador boricua Getty Images

SAN LUIS -- Todavía al día de hoy no deja de sorprenderme su legado inédito.

Esa estatuilla de bronce de Roberto Clemente no es súper codiciada como el premio de Jugador Más Valioso, como el trofeo Cy Young, como el brillo del Bate de Plata o del Guante de Oro, o el reconocimiento al Novato del Año.

Esos otros premios se reparten a dos por año, uno para la Liga Americana y otro para la Liga Nacional. Le suman millones a los contratos y hablan bien del atleta en su deporte, mientras sostiene el físico para afinar sus mejores destrezas por todo lo alto.

Pero la pálida estatuilla de bronce del premio Roberto Clemente dice toneladas de la calidad del ser humano, más allá de las estadísticas que se acumulan sobre el terreno. Y el ser humano que llega a poseerla nunca busca ser reconocido por los méritos que ésta implica.

El jueves le tocó al dominicano David Ortiz ser el homenajeado con el prestigioso premio Clemente, otorgado a un jugador al año por su labor comunitaria, por su colaboración social, por su entrega a otros seres humanos, y especialmente a los más necesitados.

"Yo sólo espero que esto inspire a otros peloteros a hacer algo por la gente", dijo Ortiz. "Porque hay mucha gente que necesita ayuda allá afuera".

Puede ser que Ortiz no regrese a los Medias Rojas de Boston el año que viene o a la Serie Mundial. Puede ser que sí. Puede ser que nunca alcance los 500 jonrones de carrera. Puede ser que más nunca llegue a batear .300 de promedio. ¿Quién puede predecir eso en la ajetreada vida de un pelotero?

Sin embargo el jueves en el Juego 2 del Clásico de Otoño, el Big Papi recibió la presea reservada solo para aquellos que lo dan todo sin esperarla.