LOS ÁNGELES -- Las arrugas de Gerardo Martino se suavizan. La selección de la Copa Oro le llena de incertidumbre y le genera una mueca de preocupación. Sin embargo, las refacciones que llegarán de Tokio, le reducen los estertores de ese desasosiego.
Mientras sigue apesadumbrado ante el rompecabezas conkakafkiano (dixit Guillermo Chao), la madrugada del jueves fue un heraldo de buenas noticias: México 4-1 Francia en Juegos Olímpicos.
En Glendale, Arizona, Gerardo Martino sigue tan atribulado como un daltónico jugando con el Cubo de Rubik. Ni más ni menos. Un delirio cromático.
Le hurtaron una pieza clave, ‘Chucky’ Lozano, y el resto del equipo no carbura. Su selección salió aterida y herida ante Trinidad & Tobago; terminó insatisfecha ante una Guatemala cocinada al vapor, y El Salvador les hizo mascar y mascullar una victoria inmerecida.
Pero, desde Tokio, llegó aire fresco: Diego Lainez y sus festivas osadías con holanes; Sebastián Córdova, maduro ahora como futbolista genuinamente ambicioso; Luis Romo, como su futuro y venturoso eje del equipo; Charlie Rodríguez, regenerándose totalmente, y Alexis Vega, quien parece reivindicado de las tentaciones de vodka o de sake sabor tamarindo.
Sí, Gerardo Martino sabe que el híbrido, que el Frankenstein que tendrá en la plancha para las eliminatorias, con la carcasa, con la carrocería doliente de la Copa Oro, y los refuerzos que llegan de Tokio, con todo este voluminoso paquete, promete al menos--, para las eliminatorias mundialistas de la Concacaf. Un híbrido de buena savia.
Consternado por una selección que aún no funciona en la Copa Oro, de repente encuentra que los grandes problemas de su selección, desde el cuadro bajo, hasta el juego eficiente por los extremos, parecen tener una solución sólida desde Tokio.
Es obvio que ‘El Tata’ jamás lo va a reconocer. En su discurso cuidado y cuidadoso, seguirá blindando a la base de jugadores que tiene para enfrentar a una desmantelada Honduras en los Cuartos de Final de la Copa Oro.
De manera satelital involucrado en la olímpica, lejos de enfrentar una desventaja, goza Gerardo Martino de una enorme ventaja. Los hándicaps positivos es que tiene en pie de guerra a dos seleccionados nacionales en torneos oficiales, y de nivel competitivo al menos para el horizonte del octagonal eliminatorio.
Ojo: no se trata de parches, se trata de soluciones. No se trata de untarle engrudo o hacer un remiendo, se trata de estrictamente jugadores de repuesto, y en algunos casos, jugadores titulares, que de no haberse empalmado los dos torneos, tendrían prioridad en la Copa Oro.
Por eso, ‘El Tata’ Martino suda, pero no se acongoja. Todo fue conversado con Yon de Luisa. El presidente de la FMF dio el visto bueno. Es obvio que el relumbrón olímpico rebasa la cascada, cobriza, deteriorada y oxidada Copa Oro.
El Tsunami de peros puede desatarse. Sí, Francia no presentó ni remotamente, la mejor versión posible para unos Juegos Olímpicos, pero, aún así, la mayoría son titulares en sus equipos, además del pie veterano que poco pudo hacer, porque mientras André-Pierre Gignac marcó desde el manchón, Florian Thauvin fue un pegoste en la alineación.
El recorrido en Liga Mx y en el caso de Lainez con el Betis, fortalecieron anímicamente al grupo. Ni el escenario, ni la camiseta, ni el compromiso, ni el debut en el torneo, arredró a los mexicanos, además confabulada la fortuna de que los cambios dieron un revulsivo a México, cuando Gignac había acercado en el penalti.
Recuérdese que aquí le revelamos la petición o exigencia de Yon de Luisa a Gerardo Martino: quiere un equipo competitivo para Catar 2022, pero, principalmente, quiere una generación de alto nivel para el Mundial 2026, del cual, si #ElGrito no lo impide, México tendrá la segunda tajada más importante, después de Estados Unidos, en la alianza que complementa Canadá.
Queda además, cantaría José José, un volcán apagado. El auto exilio, la deserción, de José Juan Macías para comenzar su aventura en el Getafe, mantendrá el seguimiento de Gerardo Martino, con el que, según diversas aseveraciones, habría conversado en buenos términos, sobre su decisión de abandonar la olímpica y emigrar a España.
Ciertamente, las dos escuadras del ‘Tata’ Martino aún están con obligaciones pendientes. En Tokio, aguardan los compromisos ante el anfitrión Japón, y Sudáfrica, los dos, como ocurrió con Francia, afectados por negativas de clubes por prestarles a jugadores clave.
Y en la Copa Oro, ante un Honduras maltrecho, y aún en fase de Cuartos de Final, el Tri mantiene la obligación establecida por la FMF y aceptada por el entrenador, de ganarla, especialmente después del fracaso ante Estados Unidos en la Final de la Liga de las Naciones.
Entonces, parecería que este híbrido, este mestizo, este Frankenstein de Martino, gozará de cabal salud en el octagonal, pese a los achaques que sufre en la Copa Oro.