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Dodgers: ajustes para enfrentar a los Cerveceros

Los Dodgers de Los Angeles Dodgers siguen camino hacia la Serie Mundial y tras eliminar a los Bravos de Atlanta en serie divisional, ahora se medirán a los Cerveceros de Milwaukee por el campeonato de la Liga Nacional.

Será una serie inédita ante un rival mucho más exigente que los Bravos, sobre todo, con una toletería de miedo.

El manager Dave Roberts ya anunció al zurdo Clayton Kershaw para el primer partido el viernes en Milwaukee, a diferencia de lo que hizo en la serie contra Atlanta, que le dio la bola al coreano Hyun-Jin Ryu para comenzar.

Y aquí es donde debe entrar a jugar el conocimiento empírico del director, apear a su intuición, sin detenerse en lo que digan los números fríos.

¿Por qué no seguir la misma estrategia que le dio inmejorables resultados?

Ryu lanzó siete entradas en blanco el 4 de octubre, lo cual significa que cuando vuelva a la lomita, el sábado 13, habrá pasado nueve días de inactividad.

El poner al sudcoreano en el primer juego le quitó presión a Kershaw, ese peso de número uno que no siempre ha sabido manejar en las postemporadas anteriores.

Sin tanta carga sobre sus hombros, el estelar zurdo tiró una joya de ocho innings con apenas 85 envíos y perfectamente pudo haber terminado la faena, aunque Roberts optó por aferrarse al esquema de que el noveno lo trabaje su cerrador Kenley Jansen.

No se trata de comparar, pelo a pelo, a Kershaw con Ryu, pues mientras el asiático no pasa de ser un muy buen pitcher, el estadounidense se encamina -si la salud lo acompaña- hacia el Salón de la Fama de Coope
rstown.

Pero toca jugar con el momento por el que atraviesa cada cual y Ryu en sus últimos 26 innings, incluidas sus tres aperturas finales de la campaña regular y la más reciente ante los Bravos en playoffs, ha permitido una sola carrera, para una efectividad de 0.35.

Los Dodgers del 2018 tienen una profundidad en su nómina que le permite al manager hacer movimientos diarios en line up, aunque a veces algunos no parezcan muy lógicos y atenten contra esa regla no escrita de que "alineación ganadora no se cambia".

Cuenta el equipo con ocho peloteros que dispararon al menos 20 cuadrangulares en la campaña: ¡ocho! Aunque uno de ellos, el dominicano Manny Machado, haya compartido sus 37 entre Baltimore (24) y Los Angeles (13).

Pero Max Muncy (35), Cody Bellinger y Joc Pederson (25 ambos), el cubano Yasmani Grandal (24), su compatriota Yasiel Puig (23), y Matt Kemp y el boricua Kike Hernández, los dos con 21, sí botaron todas sus pelotas con el uniforme de Los Angeles.

Obviamente, hay piezas inamovibles, que tienen que estar en cada juego, sí o sí, como Machado o el antesalista Justin Turner.

Pero no se explica cómo Roberts, uno de los principales exponentes de la tendencia de que cada día debe haber una alineación nueva, haya mantenido cada día, lo mismo ante zurdos, que derechos, a un Bellinger que todavía anda buscando su primer hit en esta postemporada.

Lo ha ido bajando en el orden al bate para restarle responsabilidad, pero el muchacho aún no aprendió que los playoffs son un animal distinto, que para domarlo, hace falta algo más que habilidades atléticas innatas.

En blanco en 11 turnos, con cuatro ponches, fue lo que dejó el Novato del Año aún vigente de la Liga Nacional en los cuatro juegos ante los Bravos.

Si a ello le suman los devastadores resultados de la Serie Mundial del 2017, en la que abanicó 17 veces en 28 turnos, con average de apenas .143, eso puede significar que el muchacho esté sintiéndose demasiado presionado por querer hacer más de lo que puede.

Un día de "bancoterapia" podría hacerle bien. Si el abridor de los Cerveceros, aún por anunciarse, es zurdo, ahí está Chris Taylor para defender la pradera central. O incluso el veterano Kemp.

Si fuera un derecho (debería ser el venezolano Jhoulys Chacin), la opción podría ser Pederson.

Varias son las posibilidades a barajarse, porque insistir en un chico a todas luces frustrado, podría ser contraproducente.

Y no se corre mucho riesgo con probarlo un día. Quizás 24 horas sean más que suficientes para despertar al monstruo.

Lo que sí no pueden los Dodgers es darse el lujo de tener, como les pasó ante Atlanta, un hueco en la alineación y menos ante un equipo como Milwaukee.