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Nolan Arenado, a las puertas del calvario de la agencia libre

Nolan Arenado será, a no dudarlo, la pieza más valiosa en el mercado de agentes libres del próximo invierno de 2019-2020.

Fue escogido por los Colorado Rockies en la segunda ronda del draft del 2009, por lo que su bono por firmar fue de apenas 625 mil dólares.

Tras pasar cuatro años en las Menores, en el 2013 llegó a Grandes Ligas y desde que pisó el Coors Field de Denver tuvo un impacto inmediato, tanto con su bate, como con su guante.

Después de seis campañas en Las Mayores, es indiscutiblemente el mejor tercera base de todo el béisbol, llevándose el Guante de Oro en cada una de las temporadas que ha jugado.

Además, acumula cuatro Bates de Plata, tres veces ha sido líder jonronero de la Liga Nacional, en dos ocasiones ha encabezado a los impulsadores y en perenne candidato al premio de Jugador Más Valioso en el viejo circuito.

En las últimas cuatro temporadas ha promediado 158 partidos jugados y en ese lapso ha sumado 158 de sus 186 cuadrangulares, así como 503 de las 616 remolcadas que lleva en su carrera.

Pacientemente, ha hecho todo el recorrido desde las Menores hasta el estrellato a precio de ganga, con un salario promedio de 5.8 millones por año, por lo que debería estar frotándose las manos para cuando llegue en el próximo invierno a la agencia libre.

Se supone que un hombre que el 16 de abril cumplirá 28 años y que desde el 2015 hasta la fecha promedia 126 empujadas y 39.5 bambinazos por contienda debería reventar el mercado.

La agencia libre es el momento añorado por los peloteros estelares, que han labrado un camino brillante desde abajo, no siempre remunerados como merecen, pero esas son las reglas de juego.

Es la entrada con alfombra roja al billete gordo, a los contratos que podrían garantizar la tranquilidad económica de varias generaciones de su familia.

Sin embargo, a la luz de los acontecimientos más recientes, entiéndase este invierno y el pasado, Arenado está a la entrada de un calvario que puede durar meses de incertidumbre, antes de que conozca cuál será su próximo destino y cuán abultado será su cheque quincenal.

Mírese en el espejo de J.D. Martinez, el mejor bateador derecho de todas las Grandes Ligas en la actualidad.

O en el Bryce Harper y Manny Machado, más jóvenes aún que él y que sin embargo a esta altura siguen sin equipo y apenas han generado el interés de tres o cuatro novenas.

El jugador de raíces cubanas y puertorriqueñas será una pieza codiciada el próximo invierno, pero ojo con lo que piden sus representantes de Wasserman Media Group, pues habrá quienes intenten bajarle el precio con el mismo argumento que ha privado hasta ahora a Arenado del MVP: sus números no son exactos y podrían estar inflados por la altura de Denver.

Sus estadísticas difieren bastante entre su casa del Coors Field y los estadios donde juega como visitante.

Ha jugado 438 partidos en casa y la misma cantidad en la carretera.

En los primeros batea para average de .320, con 124 dobles, 19 triples y 108 jonrones. En el Coors Field ha remolcado 376 carreras y su slugging es de .609.

En otros estadios promedia .263, con 98 biangulares, seis triples y 78 vuelacercas. Suma 240 empujadas y su slugging baja drásticamente a .469.

He ahí la clave que podría convertir la agencia libre de Nolan Arenado en un calvario de incertidumbre, un proceso de ofertas y contraofertas que pudieran durar una eternidad, antes de finalmente, estampar su firma en un contrato inferior al que muchos piensan.