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Oribe, la reliquia de Boy para evitar una tragedia

DENVER -- Tomás Boy salió a defender el pasado de Oribe Peralta, al no tener posibilidades de defender su presente.

Boy olvida que Chivas no necesita una pieza de museo ni una reliquia de anecdotario sino un gladiador que lo salve del descenso. Las tragedias no se anticipan ni se solucionan en las hemerotecas y cuando alguien habla tanto de su pasado, es porque ya renunció a su futuro.

Al hacer una efeméride de Oribe, Tomás Boy lo momificó en lugar de resucitarlo.

“El mejor delantero mexicano de los últimos 10 años”, asegura el técnico de Chivas para justificar el capricho compartido con #ElPelagatos2.0 (inmortalizado José Luis Higuera así por Ricardo Peláez) y el autoproclamado como presidente de los incompetentes, Amaury Vergara.

“Él (Boy) lo pidió y todos lo aprobamos”, explicó Higuera a ESPN y ese “todos” incluye al directivo y también achichincle de promotores (Greg Taylor), Mariano Varela.

Exagera, pero no miente Tomás Boy.

Oribe fue el delantero mexicano más importante en su Liga, pero decir de los últimos 10 años es una falacia. Hace dos años por lo menos que está en deuda con América. Los 35 años de edad del “Hermoso” no espantan a Boy. De hecho, él se siente un ungido por Dorian Grey y asegura que amamantará con la Fuente de la Eterna Juventud a Oribe, como lo hizo en Atlas con Omar Bravo, cuando el jugador tenía 32 años.

Peralta llega de una pretemporada trunca, tras vacacionar y tras una rehabilitación y por supuesto, meses sin competir y sin ritmo futbolístico. ¿Sabrá Tomás Boy que tiene un mes justo para poner a tono al delantero mexicano?

Seamos claros: “El Hermoso” tiene todo el derecho de, en el ocaso de su carrera, aceptar cualquier oferta que engorde su cuenta bancaria aunque enflaque su trayectoria deportiva. Especialmente si América fue generoso para dejarlo ir.

¿Chivas? Despedaza su ideología, sus principios, sus juramentos. Jorge Vergara había dicho que nunca llegaría un americanista a Chivas y #ElPelagatos2.0 dijo que nunca contrataría a un jugador mayor de 30 años. El mismo Oribe dijo que a “Chivas le basta con ganar Clásicos para salvar un torneo. En América, la obligación es ganar títulos”.

Bueno, ahora Peralta es reclutado como estandarte por y para esa legión del conformismo.

Un jugador de 35 años que viene de una secuela de lesiones, de rehabilitaciones, lentas, penosas, complicadas, cansinas, ¿estará en la plenitud competitiva, bajo presión, bajo amenaza de descenso y bajo la exigencia de esta farsa?

Para regresar a las canchas de la mejor manera posible, Oribe tendrá que someterse a un riguroso plan de trabajo regenerativo, nutricional, bajo cuidados y terapias especiales.

Para ello está buscando un referente perfecto: Rafa Márquez, quien regresó a los 33 años de edad a México. Aseguró que trabajaría para jugar el Mundial de Brasil y, además, ser capitán en ese mundial y en el de Rusia 2018, hizo bicampeón al León, emigró al Hellas Verona y regresó a retirarse con el Atlas a los 39 años.

El plan absoluto, integral, de Rafa Márquez puede alargar la vida deportiva de Oribe Peralta. Luis Fossati y Daniel Ipata, socios en las clínicas del jugador rojinegro, podrían asesorar al nuevo atacante de Chivas.

Vaya mezcla, vaya ecuación: un ícono del Atlas ayudando a un ícono del América, para que deje de ser repudiado por la afición de Chivas y salve al enquistadamente aborrecido rival, del descenso.