Canelo se ha alejado de los campos de golf y las presentaciones públicas, la derrota ante Crawford lo cimbró más que las otras.
En dos décadas, Saúl Álvarez tiene tres derrotas. Cada una llegó en momentos y circunstancias diversas, y marcaron la forma en que enfrentó el siguiente paso de su carrera. La de septiembre pasado, ante Terence Crawford, marcó un rumbo definitivo y metió a Canelo en un túnel que difícilmente tendrá regreso porque los años son el mayor justiciero para cualquier persona.
La primera caída sucedió en 2013, el 14 de septiembre, cuando perdió dignamente frente a Floy Mayweather en el MGM de Las Vegas, Nevada. En aquel momento, aunque Saúl Álvarez era impulsado por la televisión y los promotores, dejó claro que tenía madera, pero que aún no estaba listo para los grandes escenarios.
La segunda tuvo lugar casi nueve años después ante Dmitry Bivol, el 7 de mayo de 2022, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada. Canelo ya era el nombre que llenaba las arenas y sumaba victorias, anteriormente había noqueado a Caleb Plant (undécimo asalto en noviembre de 2022), pero sus rivales eran bien elegidos y generaban dudas al entorno. Nunca pudo volver a noquear.
La tercera tuvo lugar hace unas semanas, el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de los Raiders, también en Las Vegas, donde cayó por decisión unánime frente a Terence Crawford.
Esa es la más dolorosa por varios factores. Primero porque se notaron las carencias de Canelo, el estadounidense ganó de forma contundente y le arrebató el título indiscutido de peso supermediano.
Aunque siempre se habló con respeto por la trayectoria de Crawford, quien había subido dos divisiones, los pronósticos dudaban que pudiera ser competitivo y esperaban una victoria del mexicano. La historia fue entre cruel y decepcionante para Saúl cuando Crawford lució dominante.
Las tarjetas de 115-113, 115-113 y 116-112 marcan que no había dudas. Hay quien dice que pudieron ser más favorables para Crawford, pero lo seguro es que nadie vio ganar, siquiera ser competitivo a Saúl Álvarez.
Me siento muy orgulloso de todo lo que he conseguido hasta ahora; siempre se quiere ganar, pero acepto esta derrota con humildad y aprendizaje.
— Canelo Alvarez (@Canelo) September 14, 2025
Estoy muy agradecido con mi equipo por todos los sacrificios que hemos hecho juntos en todos estos años.
Yo ya gané porque tengo a... pic.twitter.com/3tlxZ1wIr8
“Algunas veces tu intentas, y el cuerpo no responde. Esa es mi frustración… y debo aceptarlo”, admitió el peleador mexicano, una mente maestra para hacer negocios en el boxeo, pero ahora incapaz de controlar los destinos físicos de su cuerpo.
La caída fue tan contundente que, aunque su contrato con Turki Alalshikh tiene todavía dos peleas más para 2026, el propio Saúl reconoció que era tiempo de descansar, pensar las cosas y luego tomar decisiones. Poco se ha sabido de él desde entonces.
Es cierto, la victoria de Crawford no fue una humillación porque Canelo no terminó derribado o noqueado, pero si fue una dolora muestra de realidad al mostrar que ya no es un boxeador de grandes ligas y sembrar dudas sobre su futuro.
