De las exigencias multimillonarias de Crawford al regreso de Chavez Jr, pasando por la duda de la generación perdida. Sigue el pulso del boxeo en Contragolpe de ESPN.
Casi 500 mil dólares por golpe
No hay una manera diplomática de decirlo. Terence Crawford y su equipo acaban de tener la bolsa más grande de su carrera y cuando cobraron el cheque parece que perdieron la cabeza. Bernie Davis, entrenador de Terence, externalizó recientemente en MillCity Boxing la petición de su pupilo para volver al cuadrilátero, ya sea en una revancha contra Canelo Álvarez o cualquier otro oponente. “Crawford no necesita hacer nada más. Solo si le ofrecen 100 millones y ponen los cinturones en juego, podría regresar al ring”. En otras palabras, están pidiendo casi 500 mil dólares por golpe aterrizado si sumamos los que logró conectarle a Canelo en la última pelea (230). ¿Será Salón de la Fama? Sí. ¿Será leyenda? Tal vez, pero no es un imán de taquilla. Muchas de sus peleas se hacen eternas, su boxeo es tan exquisito que puede generar bostezos, así como cuando Birdman o The Shape of Water ganaron el Oscar: no es que no lo merecían, es que son tan buenas que muchos no las entendimos. Y si los rumores son ciertos, contra Canelo recibió 50 millones, pero fue gracias al mexicano. Ni ante Errol Spence ni ante Amir Khan, Crawford se había cargado los bolsillos de tanto dinero. Si su regreso depende de 100 millones, desde ya podemos despedirlo del pugilismo.
¿La generación perdida?
Hubo generaciones de boxeadores que cumplían lo que prometían, o al menos lo intentaban. Desde Rocky Marciano, “Mano de Piedra” Durán, Mike Tyson y Julio César Chávez, por mencionar algunos nombres. Ahora las peleas “reales” suceden en las redes sociales, especialmente en X. Teófimo López le dijo a Shakur Stevenson: “Te voy a poner a dormir por todas las veces que pusiste a dormir a tus fans”, y lo llamó “Sr. Sandman”. Stevenson tomó su celular y escribió: “No has noqueado a un solo oponente en la división superligero, ¿y ahora planeas ponerme a dormir? ¡Tu tiempo ha terminado!”. Empecemos por Teófimo, “el justiciero de los fans”. Su nocaut más reciente fue hace tres años y en sus últimas cinco peleas el olor a cloroformo brilla por su ausencia. Y no solo eso, es el grado exagerado de conformismo que tiene, es como si quisiera terminar cada pelea con cara de modelo, listo para tomarse una selfie para sus redes sociales. En el caso de Stevenson, no le importa en lo absoluto lo que piense el público. A pesar de ser una joya sobre el ring, sus combates son difíciles de digerir. Se esfuerza por anular tanto al oponente que olvida el espectáculo. Esta generación de Shakur, Haney, Teófimo, Ryan y Gervonta generó tanta ilusión en su momento que muchos creyeron que traerían una resurrección del pugilismo y harían recordar grandes rivalidades del pasado. Hasta el momento, pelean más en X que en el ring.
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I'm putting you to sleep for all the times you put your fans to sleep with your performances!
— Teofimo Lopez (@TeofimoLopez) October 14, 2025
Sorry ass MF'; I got a new nickname for you .. Mr. Sandman @ShakurStevenson https://t.co/fv4BYMaAIV
Chávez Jr., regresa al boxeo
Con solo leer que Julio César Chávez Jr. regresará al boxeo para un posible combate en San Luis Potosí el 13 de diciembre, suena obsceno, casi ofensivo. Sobre todo después de aquella lamentable presentación ante el youtuber Jake Paul. Esa noche vimos cómo un excampeón mundial era humillado ante millones de espectadores. Su padre, la leyenda del boxeo azteca, asegura que no pierde la esperanza de que su hijo tenga otra oportunidad titular y sueña con verlo hacer tres o cuatro peleas antes del retiro. Pero todos sabemos que el Junior se convirtió en un “meme” boxístico. Sin embargo, detrás de esa caricatura mediática hay un padre preocupado, un padre que se niega a darle la espalda, un padre que lo ama con locura. Lo veo dispuesto a “parecer ridículo” si eso mantiene a su hijo fuera de los caminos oscuros. Y eso, aunque suene trágico, es amor verdadero. No juzgo a Chávez padre; entiendo su desesperación por encontrarle una razón a la vida de su hijo, por devolverle el propósito de estar en pie, sobrio, intentando un día más. Jamás en su regreso peleará por un título, pero si por seguir existiendo.
#Deportes | Julio César Chávez padre, afectado de manera notoria cuando aborda el tema de su hijo, asume la responsabilidad en el proceso de rescate del Junior, pero también deja claro que cada uno debe hacerse cargo de sus decisiones. Por eso, la accidentada vida del Junior es... pic.twitter.com/wqYC5TCniZ
— La Jornada (@lajornadaonline) October 14, 2025
Finito sigue invicto
Pocas veces en su carrera Ricardo “Finito” López fue brutalmente arrinconado en las cuerdas. Normalmente sabía cómo salir. Con su técnica y movimientos de piernas hacía ajustes muy rápido porque había estudiado al oponente. Esta vez fue diferente. Su rival era un asesino silencioso y su única respuesta era resistir, abrazar su fe y confiar en los doctores. Después de 15 quimioterapias, cinco radioterapias, brutales dolores en las costillas y una pelea intensa contra un mieloma múltiple (cáncer de sangre en la médula ósea), “Finito” anunció en sus redes sociales que su cuerpo está libre. Ganó la pelea. Finito sigue invicto. La figura mexicana fue bicampeón mundial, logró 21 defensas consecutivas, llegó al Salón de la Fama en 2007 y terminó con 51 victorias sin derrotas. De ahora en adelante seguirá dando charlas, compartiendo el tiempo con su esposa, hijos y amigos. Esta vez no ganó por puntos ni por KO, sino porque vivió para contarlo.
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Los abuelos vuelven al ring
Cuando los ‘abuelos’ regresan al cuadrilátero, o al menos lo intentan, es una mala señal. Reflejan que algo no anda bien en la actualidad boxística. Surge un vacío generacional: hoy se fabrican peleadores, pero no leyendas. Hay talento, sí, pero escasean las figuras que perduran en la memoria colectiva. Las peleas de exhibición siempre existieron, pero ahora se multiplican y, lo más preocupante, muchas veces generan más expectativa y dinero que los protagonistas de moda. La última gran figura que salió del “asilo” fue Mike Tyson: mucho ruido y poco espectáculo, aunque con una bolsa de 20 millones de dólares. Hace poco, Shane Mosley volvió a encender la nostalgia al insinuar en el pódcast Drew & Pris Uncensored una tercera pelea contra Oscar De La Hoya. “Oscar ya está viejo y fuera de forma”, dijo Mosley. “Pero si realmente quisiera resolver esto, podría llamar a Turki Alalshikh y hacer que la pelea suceda. Solo que tiene miedo”. ¿Por qué debería interesar una pelea con un “viejo y fuera de forma”? Esto alimenta la tendencia de las promotoras a vender más la nostalgia del pasado que a invertir en el desarrollo de futuras promesas. Aunque a nadie le interesa el resultado de un tercer combate cuando ya hubo dos que sí fueron reales, siempre está el morbo del público. En la viña del Señor hay espacio para todos, pero ¿cuál sería el mensaje que manda De La Hoya, quien es dueño de una promotora enfocada en impulsar el boxeo?
¿El round del año?
Y nos despedimos con el que posiblemente se convierta en el round del año, o al menos en el más emocionante. En un evento realizado en Texas, Sebastián Juárez (10-0, 7 KOs) había sido sorprendido y enviado a la lona por Demarcus Layton (10-8-1, 7 KOs) en el primer asalto. Después del golpe se levantó, pero no sabía ni dónde estaba. Parecía que todo había terminado. Se caía y caía tratando de amarrar; le quitaron un punto, volvió a caer, le quitaron otro por amarrar, intentando alargar su agonía. Sin embargo, faltando 40 segundos, giró el destino: envió a la lona a su oponente, repitió la dosis y, con menos de 10 segundos para terminar el asalto, selló el nocaut. Una épica remontada, saliendo del sarcófago.
This is one of the craziest rounds of boxing I have ever seen. Juarez should have been stopped. The safety of a fighter is paramount and he should have been stopped he was all over the place. What a comeback though. Mental. pic.twitter.com/hSaH3HnamI
— Colm McGuigan (@ColmMcGuigan) October 18, 2025
