Apenas ocho vueltas habían transcurrido de la 13ª carrera del año de la Fórmula 1, la primera de las dos pactadas para el callejero de Roma, cuando el corazón de todos quedó paralizado ante el terrorífico accidente que se produjo en la sexta curva. El inglés Sam Bird, quien fuera compañero del argentino José María López en el DS Virgin en 2017, quedó cruzado en medio de la pista, justo a la salida de una variante ciega.
Jake Dennis, Nick Cassidy y Maximilian Gunther fueron los primeros que se encontraron con el auto del equipo Jaguar y pudieron esquivarlo con lo justo. Más atrás todo cambiaría, a pesar de las banderas amarillas que flameaban avisando del peligro y obligando a bajar la velocidad. Sébastien Buemi, con pasado en Fórmula 1 y actual campeón WEC con Toyota, no logró eludirlo y le pegó muy fuerte en la parte trasera, pero lo peor llegaría un instante después, cuando el portugués Edoardo Mortara le pegó de lleno en el costado con el Gen3.
El impacto en T es el peor del automovilismo, porque la desaceleración es absorbida por el cuerpo del piloto que recibe el impacto lateral. Así se produjo la muerte el joven neerlandés Dilano van’t Hoff el pasado 1 de julio en Spa-Francorchamps, durante una carrera de la Fórmula Regional Europea.
La tensión en Roma comenzó a bajar cuando las imágenes mostraban que Bird se movía. Finalmente, todos los pilotos involucrados en el accidente resultaron ilesos (algunos golpearon el muro en el intento es esquivarlos), más allá de algunos magullones. La carrera se detuvo con bandera roja. Después de limpiar el trazado, la competencia se reanudó y finalizó con triunfo de Mitch Evans.