El piloto argentino contó cómo fue el GP de Indianápolis, en el que finalizó 21° luego de un toque en el arranque que lo complicó para el resto de la carrera.
Agustín Canapino había comenzado el fin de semana de la cuarta fecha de IndyCar bien arriba: segundo en el primer entrenamiento. Poco a poco, y a medida que avanzaba el GP de Indianápolis, las cosas se fueron complicando. Una clasificación en la que no pudo girar al ritmo que esperaba lo dejó en el 15° escalón de partida y en carrera ya fue para peor al quedar envuelto en el entrevero de la primera curva que dejó dañado su Dallara-Chevrolet del equipo Juncos Hollinger Racing.
“La carrera se complicó desde el principio porque se rompió el alerón en esa caótica primera vuelta. Desde ahí, perdía casi un segundo por giro y perdimos tiempo al cambiar el ala con bandera verde verde. Perdí la vuelta y no la pude recuperar”, contó el Titán tras la competencia.
Una vez que logró reparar el auto en boxes, el ritmo fue bueno, pero ya era tarde. “Después tuvimos buen tiempo, pero ya había perdido la vuelta y no la pude recuperar. Una pena porque así se terminó un fin de semana que había arrancado bárbaro, peleando los primeros lugares. Nos fuimos complicando, perdiendo ritmo y con la rotura del alerón. Ahora, enfocado en las 500 Millas”, cerró el argentino.
Este martes, Canapino volverá a pista en Indianápolis, pero en el óvalo para las prácticas de la quinta fecha.