El paraguayo volvió a pelear adelante en la F2 con su doble podio en Monza, después de muchas carreras complicadas. En una charla profunda, contó cómo sobrelleva desde su soledad de Europa los momentos en los que los objetivos no se cumplen.
Joshua Dürksen llega a Bakú, donde se disputará la 12ª fecha de Fórmula 2, con la satisfacción de haberse sacado la mufa de encima. El doble podio de Italia (tercero en el sprint y segundo en la carrera larga) fue un bálsamo para comenzar a dejar atrás una seguidilla de malos resultados que pocos imaginaban después de comenzar el año con victoria en Melbourne. “Hicimos un muy buen fin de semana en Monza y recuperamos muchos puntos que habíamos perdido en carreras anteriores. Está súper bien para el campeonato. El ritmo estuvo bueno, pero para ganar no alcanzaba”, le confiesa el paraguayo a ESPN.com.
La tabla de posiciones del campeonato muestra 15 carreras sin puntos sobre las 21 disputadas para el asunceño. Una cifra que puede golpear la motivación, especialmente cuando se está lejos y solo, viviendo en otro continente.
-En lo anímico, ¿cómo se bancan los malos resultados, alejado de la mayoría de la familia? ¿Qué tan difícil es levantarse e ir a entrenarse cuando ves la tabla con tantos ceros?
-Es bastante difícil, no lo voy a negar. Uno quiere tener los resultados y los frutos de su trabajo y al trabajar muy duro y no ver frutos es muy desesperante. Es muy difícil para la cabeza, para seguir con la misma motivación. Pero con todos los años que llevo en Europa es como que ya estoy acostumbrado a vivir solo, con poco contacto social y por ese lado no me resulta tan difícil. Pero sí, el levantarse después de un mal fin de semana es donde uno más energía tiene que poner para levantarse nuevamente. Como digo, lo que más aprendí este año es que en estos momentos difíciles son grandes oportunidades para crecer y mejorar. Esto es algo que cambió bastante en mi manera de pensar y ver las cosas. Yo estoy acá, quiero ganar y competir y estar adelante, pero para hacerlo debo aprender cosas también. Y los errores y malos resultados son parte del aprendizaje y lo que más me cambió este año es ver que los malos fines de semana o en los que no salen las cosas, son las mayores oportunidades para poder crecer y encontrar dónde hay que mejorar. Este cambio de mentalidad me ayudó mucho a seguir luchando cada fin de semana, aunque las cosas no salgan, y seguir tratando una y otra vez hasta que al fin se dé el fruto y salgan los buenos resultados.
-El automovilismo es un deporte individual como el tenis o el golf. En tenis son 128 en un Grand Slam, gana uno y 127 pierden. En Fórmula 2 hay 22 y gana uno y otros 21 no llegan al objetivo máximo que es ganar. Después te podés ir contento por ser segundo o tercero o la posición que hayas logrado dependiendo del fin de semana. Pero a lo largo de tu carrera son más las veces que te vas sin conseguir el objetivo que fuiste a buscar, que las veces que lo lograste. ¿Eso también es complicado?
-Totalmente. Y eso es parte del deporte. Hasta los más grandes. Me acuerdo haber visto una nota de Federer, el mejor tenista del mundo. Y en su estadística de todos los partidos que jugó ganó el 50% de los puntos que jugó. Ni siquiera los mejores jugadores de tenis, golf o el atleta que sea, ganan el 100% de las veces, les toca perder. Incluso siendo los mejores. En el automovilismo gana uno o dos y el resto se va descontento, o tal vez fue un fin de semana promedio. Y al tener tantos fines de semanas así son tantas las oportunidades que uno tiene para crecer y aprender. Uno escucha que los momentos difíciles son los momentos para crecer; uno escucha, pero no lo interioriza. Lo entiende, pero no hace click. Yo lo entendí por varios años, pero recién a comienzos de este, hice click. Hoy, si tengo un fin de semana malo, estoy enojado porque el resultado no se dio, pero por la aparte personal salgo contento porque sé que hay cosas para mejorar y sé cuáles son. Y tal vez ya mejoré cosas que debía del fin de semana pasado. Son cosas personales que desde afuera no se ven. Eso lo puedo ver yo. Me ayuda mucho a afrontar los fines de semana difíciles de una manera más positiva. Los resultados no salieron, pero yo mejoré en lo personal y es súper bueno y eso a la larga me va a acercar mas mi objetivo. Les puede pasar a muchos pilotos que arrasaron en karting y F4 y de repente les cae un bombazo encima en F3. O tal vez siguen ganando en F3 y les cae el bombazo en F2. O tal vez alguno le cae en F1 y ese es el momento de aprender. Porque con las victorias uno se alegra, pero se aprende mucho menos que en los momentos difíciles. Yo prefiero aprender todo ahora y, si llego a la F1, pueda rendir directamente.
El piloto paraguayo de F2 habló con ESPN.com sobre cómo se trabaja en la frustración y cuánto se aprende de las malas rachas.
-Con todo esto, ¿cómo se convive con lo inhumano de la F1 o la F2 que si no rendí estás afuera? O con la crítica, las redes sociales, la prensa…
-Creo que es un tema de balance, porque corremos para ganar. Al final del día nuestro objetivo siempre es ganar las carreras. Si no ganamos y aprendimos algo grande, no voy a estar contento como si ganara, porque ése es el objetivo. Es más bien un riesgo calculado con cometer errores, no es que me dispongo a hacerlo para aprender. Trato de hacer lo mejor de mi y, si hay un error, trato de analizarlo y aprender. ¿Cómo se convive? Uno está tan concentrado en dar lo mejor que es fácil distraerse con las informaciones y las presiones de afuera. Sponsors, equipos, prensa, fanáticos, paddock… Pero uno lo va a aprendiendo con el tiempo. Es como que uno se acostumbra y empieza a darse cuenta en que el foco tiene que estar en el trabajo y en lo que se puede controlar. Si yo di lo mejor de mí, no había más para buscar ahí. En la vida no se puede complacer a todo el mundo, es imposible. Ya te podés sacar ese estrés porque siempre habrá uno en contra o con una crítica. Te acostumbrás y sabés que el foco es está en dar lo mejor.
-Bueno, el doble podio de Monza genera un mejor ambiente para Azerbiayán, ¿no?
-El buen fin de semana de Monza no lo quita nadie, todo el equipo lo necesitaba. Bakú es como otro fin de semana de carrera, por más que haya ganado o lo que fuera en la cita anterior, todo empieza desde cero. Hay que construir el ritmo y el resultado. No me pongo más presión porque me fue bien en Monza y lo quiero repetir sí o sí. Voy un paso a la vez, Monza fue como una victoria para nosotros y en Bakú arranco con el trabajo otra vez. Voy con ese foco. Nada garantiza que nos vaya igual en Bakú.